lunes, 22 de diciembre de 2014

DIA 60 MONA

DIA 60


17/ DICIEMBRE/2014 MONA


Hoy toca ir a ver la atracción más curiosa de Hobart. Pero antes, vamos a buscar un sitio donde no pongan tocino para desayunar.

Bajando un poco la calle, en la acera de enfrente, hay una cafetería cuyo nombre apenas se ve desde la calle, y por eso no nos dimos cuenta. Straight Up, se llama. Muy limpia, con una repostería apetecible, y olor a café. Tienen una carta de desayunos peculiar, sin azúcares añadidos, vegetarianos algunos, etc. Juanjo pidió un desayuno que llevaba aguacate, queso, huevo revuelto y un bizcocho de maíz, y yo una tostada integral densa de plátano, con Ricotta, frutos secos y sirope. Hemos recogido ropa que llevamos ayer a una lavandería. Nos la han dado bien planchada, pero se me ha perdido un calcetín.

Después fuimos hacia el muelle, a sacar billetes para el MONA ( Museum of Old and New Arts). Se puede ir:

En coche

En autobús 

En Ferry 

En hidroavión 

Elegimos el Ferry, que se llama MONA ROMA. Hay dos barcos: el más grande esta pintado como de camuflaje, y el pequeño en gris y rosa. Nos han vendido los dos trayectos y las entradas al museo en la misma tirada.

Nos falta un rato para que salga el siguiente barco. Aprovechamos para ir a la zona de artesanía de Salamanca, donde compramos un par de cositas. Solo estoy llevando cosas pequeñas, para los coleccionistas, que no me ocupen sitio en la maleta.

A las 10:30 fuimos al muelle a esperar para subir al Ferry. El barco es muy divertido. Por dentro hay graffitis, con recaos del tipo Shave the Forrest , caricaturas de Gadafi, una puerta en los baños pintada como una enmascarada de rojo, con la palabra Mona-opoli. En la proa hay una escultura como un triclinio romano, y en la popa hay cuatro ovejas, donde se sientan los niños ( y los adultos para hacerse fotos) y una vaca blanca  con una flor rosa en la cadera.

Suena una música vanguardista, extraña, no desagradable, pero rara. Nos van contando los sitios por donde pasamos. Hay un puente que nos cuentan que tiene el doble de tamaño que el de Sydney, Pasamos por una fábrica muy grande, unos astilleros...estamos recorriendo la desembocadura del río Derwent, que forma parte de la bahía de Hobart. El museo se encuentra al final, donde el río se estrecha, formando otra bahia.

Dicen que es el anti-museo. Nos han dado unos iPod que buscan las obras que tienes más próximas y te dan información hasta donde quieras saber. El recorrido se inicia desde la planta más profunda. Tienes que bajar muchos pisos bajo tierra. Llegas a la base de una pirámide, donde hay obras egipcias solas o añadidas a obras modernas, sin estropearlas. El escultor que inventó este sitio y que es el autor de muchas de las obras que se representan es David Walsh, aunque hay obras de otra gente. Vemos unas cuantas momias. Sobre los sarcófagos de cristal hay una escultura yacente en acero. También hay momias de gatos, Halcones, etc.

Hay una escultura muy interesante que representa en polimero un sarcófago a medí abrir. Asomándote por las rendijas ves un pectoral hecho por el escultor, de lapislázuli y otras piedras.

Otra escultura grande parece un pozo con muchas tuberías, en dorado. Hay esculturas que forman parte de la arquitectura del museo, que forman paredes, por ejemplo. Hay obras multimedia, con bastante video. Para verlas, vas subiendo pisos poco a poco. Es muy difícil describir el interior, porque te vas moviendo de un plano a otro, por distintas escaleras, y a veces es difícil orientarse.
En una pared que ocupa varias salas, hay 77 vaginas modeladas de modelos naturales, muy en detalle. Lo más sorprendente es una sala que se llama Cloaca. Son una serie de alambiques transparentes que contienen algo de color horrible. En cuanto entras en la sala te invade una peste horrible, a cloaca. Nos hemos ido pitando, tapándonos las narices.

Hay un coche gordo rojo,  un Porsche carrera con michelines. Una cabeza en la que se mira por dentro, a través de ventanas en el cráneo yen las fosas nasales. Dentro hay bichos, manos manejando dinero, cables eléctricos, luces..

Hay una sala que esta a oscuras, que representa el firmamento, y te tienes que tumbar para ver las estrellas.

Hay vídeos de calles, de gente cruzando, proyectados en el suelo y en las paredes. Hay video que duran 45 minutos y que, por supuesto no vimos enteros, solo fragmentos. Una silla con una palangana con agua y peces rojos vivos...en fin, multitud de obras curiosísimas. Pero el museo en si es lo más curioso de todo.

Volvimos a Hobart adelantando la hora del Ferry. Como no sabia lo que íbamos a tardar, puse la vuelta a las 3, pero pudimos coger el barco de la 1:45, porque ya estábamos algo saturados. Demasiada información, aunque interesante. En el exterior hay mas obras, aunque algunas solo pueden verse desde dentro, como una capilla de hierro, pero se ha puesto a llover.

Volvimos en el mismo barco. Te puedes sentar en banquetas, sillones corridos, en el interior, en las cubiertas...el trayecto dura una media hora. El barco de vuelta iba abarrotado, pero todos teníamos donde sentarnos.

El viaje de ida lo habíamos hecho en la cubierta superior, pero esta vez lo hemos hecho en la de abajo, por la lluvia.

En Hobart hemos dado un paseo por el puerto, leyendo la historia de la ciudad, de la llegada de los colonos, de cómo se transportaba a los hombres y mujeres que llegaban, porque había que vadear un tramo desde los barcos hasta la orilla. Los marineros llevaban a hombros a los hombres, a la sillita de la reina a las mujeres, y se ofrecían a llevar a las chicas guapas en la espalda todo el día sin cobrarles nada.

Hemos tomado una cerveza en la que dice que es la taberna más antigua de Australia. Hemos visto una tienda de piratas, y hemos ido a comer al Sharmrock.

Esta noche no tenemos sitio en la Rana, así que nos hemos cambiado a un hotel próximo. Hemos trasladado las maletas después de comer, y nos hemos quedado a resolver próximos pasos del viaje, porque hay problemas de reservas por las navidades. Como hemos comido tarde, no hemos cenado.


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