jueves, 7 de febrero de 2019

V &A Martes

Hoy cambiamos de zona y nos vamos a ver el museo Victoria y Albert, en el que no he estado, que yo recuerde.

Decidimos ir andando, paseo mañanaro, porque solo está a media hora a pata y el metro se peta.

El edificio es bastante chulo, pero un caos para una visita museística coherente. Hay montones de cosas, cantidades ingentes de cuadros, esculturas, vasijas de todos los materiales, tapices, mobiliario, objetos religiosos, incluso reproducciones de esculturas, púlpitos, sarcófagos, etc.

Me asomé a un largo corredor petado de objetos de plata y me dí la vuelta, incapaz de entrar. Al final lo hice, pero sin ver apenas nada de los monttones de chismes. Perto mira tú que descubrí un vaso de cristal en celda hecho por un platero español, Martínez, muy bonito. Le llaman Vaso de Clarendon

Salimos hacia las 2, con la cabeza trastornada y fuimos a comer a Le Pain Cotidien una sopita caliente, porque en el V&A hace un frío que pela, además.

Por la tarde hemos visitado el Museo de Historia Natural, muy completo, pero algo antiguo, me da la impresión. Poco interactivo. El edificio es precioso por fuera y más aún por dentro. Hay una escultura de Darwin.


Pasamos allí la tarde y, cuando salimos, nevaba.

Entramos en Harrods para ver los escaparates de Tiffany´s, que no pueden faltar en una visita urbana y sentirme como Audrey Hepburn. Y, ya de paso, los de las otras joyerías y la zona de la gastronomía, con la esperanza de tomarnos algo tranquilas, una cervecita o así, pero todo era barra y para comer.

Ya tenía yo un dolor de pies terrinle y me caí en la calle, con la lluvia y nieve. No pudimos encontrar nada de camino hasta el Pub George, pasado Victoria. Allí iba a cenar Churchill.

Tomamos una cwerveza y luego cenamos salchichas. Nos hemos acostado enseguida. Tengo un dolor de pies que me va a dar algo

ASSURBANIPAL. LUNES 21

No podíamos esperar ni un minuto más para ver la exposición que ha sido motivo (excusa) del viaje.

Hemos cogido el metro a una "hora de máximo estrés", que dirían los Abelleira -que trabajaban en la Puerta del Sol de Madrid- y hemos llegado antes de que abrieran.

No hay apenas nadie. Son las últimas semanas de la exposición y ya ha debido verla la mayoría de londinenses.

Me cobraban más barato como "senior" si iba después de las 12, pero preferí verla a primera hora, con menos gene.


I AM ASHURBANIPAL, KING OF THE WORLD, KING OF ASSYRIA

La exposición es magnífica, con unos efectos lumínicos para colorear los relieves y darles el aspecto original, relato sobre los relieves con iluminación  de las escenas de guerra relatadas, un friso que mostraba las canalizaciones de agua con un efecto de iluminación que hacía bajar las aguas y florecer los campos y la historia de Assurbanipal y su mundo magníficamente explicadas.

Los frisos y esculturas son magníficas. Y parte de la famosa Biblioteca de Assurbanipal está expuesta como una librería, por temas.


La ciudad más representada es Nínive. Pero al final de la exposición hay un pequeño documental de la Nínive reconstruida hace unos años y de la detrucción por Daesh. Se te cae el alma a los pies.

Da mucha pena oírles hablar a las arqueólogas de cómo conocieron Nínive de pequeñas y cómo está ahora. Es muy emotivo y triste.

Hemos ido a visitar algunas partes más del British: Grecia, Mesopotamia, Egipto, Roma...Pero ya se nos ha hecho tarde. Hemos encontrado el Vaso de Licurgo, hecho con nanopartículas de oro que le hacen cambiar de color según le de la luz, el tesoro de Sutton Hoo, un barco hundido, tumba de algún personbaje sajón importante, con un casco espectacular, vasijas de plata y unos adormos de oro y crristal preciosos.

Hemos observado los ojos de cristal de algunos sarcófagos egipcios, aunque no hemos encontrado el de Semempses, que tienen efecto lupa.

Hemos opdido encontrar la famosa calavera de cristal. Le he mirado a los ojos y no ha ocurrido nada...

Nos falta ver una lente sumeria, pero tenemos que volver otro día de esta semana, porque es imposible acabar de ver todo.

Decido que hay que ir a Irán en algún momento y ver Persépolis como sea.

Cuando nos dimos cuenta de que ya no podíamos seguir, nos fuimos a un pub a tomar una cerveza. Un camarero nos atiende en español.

Luego hemos ido andando por Oxford Street y Regent Street hasta Picadilly Circus. Cada vez estoy más convencida de que, con la globalización, todas las ciudades son muy parecidas...las mismas tiendas, edificios similares...

Dimos una vuelta por Fortnum and Mason, que a Marta le gusta. Hay mucha pijadita muy cara, pero la tienda es bonita.

Volvimos en metro a nuestro barrio y entramos a cenar en el pub más cercano al hotel. La camarera italiana nos atiende en español. Hemos tomado un venado muy rico, postre Marta y yo, Gin Tonic.

Hacemos plan de visitas para el resto de la semana y nos hemos ido a dormir, que la vida del turista es ciertamente agotadora

miércoles, 6 de febrero de 2019

St Martin in the Fields y National Gallery




He puesto el despertador, aunque no hay nada que abra antes de las 10.
Nos apañamos para ducharnos en el minibaño y vestirnos en la minihabitación. Como hay tan poco espacio, están las cosas apelotonadas y no encuentro nada.
He hecho un apaño para localizar las cremas, etc. La ropa más o menos la tengo situada.
Desayunamos en el sótano, un desayuno muy corrientito, nada de desayuno inglés. Un día tendremos que tomarlo fuera.
Hemos ido caminando hacia Buckingham. La mañana está fresca, pero el paseo es agradable. Hay gente paseando perrillos en retahíla y me acuerdo de la peli del Pez llamado Wanda y me da la risa.
Llegamos a Trafalgar Square. La National Gallery aún está cerrada, pero suenan campanas en la iglesia que está al lado. San Martin, pone en el friso. Marta me mira con ojos como platos
-St Martin in the Fields
Yo pongo la misma cara y nos vamos disparadas hacia ella. Está cantando el coro. La acústica es increíble. Vemos que es un ensayo y, como la liturgia va a empezar enseguida, decidimos quedarnos un rato.
Pero el coro canta tan bien, el organista toca como un ángel y la iglesia es muy sencilla, muy blanca y muy agradable, nos quedamos todo el oficio, que es exactamente igual que una misa católica, con las mismas palabras del ritual.
Me parece un lujazo poder haber estado y escuchar al coro en vivo.
Entramos en la National Gallery, que es gratis y dimos una vuelta por todas las salas. La Venus del Espejo está bien colocadita allí.
Los letreros que acompañan a los cuadros dan unas explicaciones excelentes. Observo que Turner pone "trampas" en sus cuadros de paisajes, que pasan inadvertidas sin la explicación, como unas ninfas transparentes que tiran del barco de Ulises cuando huye de Polifemo y los caballos de Apolo en el sol del amanecer. Una liebre corriendo al lado de un tren, que hay que fijarse mucho para verla... El futuro que le espera a Hécate con la tormenta que se acerca antes de tirarse al agua y por la cual se ahogará...
Los impresionistas son, como siempre, un lujazo. Y también hay mucho retrato de reyes, nobles (Ingres) mares embravecidos, paisajes ingleses (Reynolds) , un cuadro de Rousseau con su tigre correspondiente, Picasso, Klimt, Rembrandt ... Un poco de todo en un edificio cuya sala central tiene una bóveda majestuosa. 

Hay dos cuadros inacabados de Miguel Ángel. Me llaman la atención. 

Hay mucha gente moviéndose por el museo y, de repente, aparece un chico tocando la guitarra suavemente seguido por un montón de niños, como un "guitarrista de Hamelin". Llegan a una sala donde hay un cuadro delante del cual les hace un cuentacuentos llamado "La Alfombra Mágica", se disfraza de rey, toca instrumentos y nos partimos de risa con la escena. Los niños están alucinando. 

Decidimos que necesitamos descansar y tomar algo y fuimos a una cafetería de una cadena llamada Prêt à Manger. Hemos tomado pitas y Chai latte. 

Enseguida nos marchamos a la Galería de la Reina, donde vemos una exposición sobre Rusia e Inglaterra, con muchas joyas Fabergé y cuadros interesantes. Una guía nos ha dado una explicación muy divertida sobre un pintor, Thomas Lawrence. Lo hacen dos veces al día. 

Nos avisan de que la entrada, si nos la sellan, tiene un año de validez y que en Mayo empezará una sobre dibujos de Leonardo da Vinci. Así que la sellamos por si acaso. He pagado entrada Senior, a mitad de precio. 

Nos dirigimos al museo de la guerra, a las estancias de Churchill, pero decido que es caro y me apetece poco, así que Marta va a verlo y yo me vuelvo a Trafalgar a tomar un tecito caliente y a escuchar el concierto de las 5 en St Martin. Ha sido precioso, con un Magnificat magnífico y el organista echando el resto. Lo he grabado en el móvil para escucharlo de nuevo en otro momento.
Hemos vuelto hacia nuestro barrio y cenado fish and chips con puré de guisantes en otro pub cercano donde también tienen su propia cerveza, menos fría que la de ayer, sólo fresca, pero buena.
Estoy loca por quitarme las botas. Mientras escribo el blog, Marta se ha quedado dormida.

RECIBIMIENTO CAFETERO EN LONDRES, SÁBADO 19/1/19

Llegamos a Londres Marta y yo por separado y nos encontramos en Gatwick a la hora pevista. Resulta que hay dos terminales y me di cuenta en el último momento.

Como llegué un poco antes, fui en lanzadera a la terminal Sur, donde llega Marta y desde donde sale el tren a Victoria.

Lola nos ha prestado sus tarjetas Oyster de transporte. Las recargamos en las máquinas de la terminal y entramos en la estación tan ricamente.

Salen trenes a Victoria a cada momento, así que solo esperamos un par de minutos.

Llegamos al hotel andando desde Victoria. Está a cinco minutos. Dover, se llama, está en Belgrave Road y es una de las muchas casitas victorianas que hay en el barrio.

Esramos en un "segundo" piso que parece un cuarto, con una escalera estrecha y enmoquetada y una habitación diminuta, como para Hobbits.

Nos espera en un pub la gente de Londres de La Resistencia Cafetera. Yo conozco a Almudena y a Sergio, porque nos reunimos en Madrid en Navidad.

Han quedado con otros tres chicos, dos de ellos Cafeteros y todos de Marea Granate, que no entiendo poor qué puñetas siguen con el voto rogado, que ya es una tomadura de pelo.

El pub donde nos esperan está muy cerca del hotel. Es precioso. Me explica Almudena que es un antiguo Banco. Ahora se llama The Jugged Hare y elaboran su propia cerveza, que sirven fría, ya ves...También tienen grifo de San Miguel, para que veas...

Hemos pasado una velada estupenda, buena gente, buen rollo...Cenamos unos Pies, que dice Sergio que es lo único bueno que hacen en Inglaterra. Él y Almudena ya llevan 11 años viviendo aquí.

Los tres chicos nuevos se llaman Carlos, dos de ellos y uno Miguel Ángel, que es granaíno, su mujer tranbaja en la Universidad de Granada y está loco por volver.

Uno de los Caelos pide un "fish and chips" y me dice que está preocupado porque está empezando a gustarle.

Los Pies estaban buenos y todos teníamos hambre y un poco de colocón cervecero.

A las 11 o así nos hemos ido a dormir. Uno de los Carlos se ha ido un poco antes porque trabaja mañana domingo en el metro de la City.

Nootras también tenemos ganas de dormir después del viaje, que siempre es cansino.

Hace frío, pero es bastante soportable. H etraído un par de jerseys gordos que no sé si me los voy a poner