jueves, 12 de mayo de 2011

CRÓNICAS DESDE LA COSTA 2009. OTOÑO


OTOÑO
Oh, oh,…..¿la estación más romántica?
Vale, vale, no diré lo de los atardeceres rojos. Ponte a escuchar Mediterráneo, anda:


PALABRAS CHULAS…

Haza Mora. Es el nombre de un cortijo. A mí me parece precioso. Una haza, según el diccionario, es: Porción de tierra labrantía o de sembradura.
De Albuñol hacia la Contraviesa, está a bastante altitud la Haza del Lino, donde solían llevar los jamones tras la matanza en los cortijos para que los secaran. Debe hacer un frío de narices. Pero recuerdo que ponen productos de matanza en el bar que están que te mueres: morcilla, longaniza….
También está la Haza del Trigo, que es un pueblecito colgado de una rambla donde incluso han hecho apartamentos nuevos. Fuimos porque tuve un paciente que me dijo que vivía allí y caímos en la cuenta de que no habíamos estado nunca. Me pasa eso a veces, que la gente me dice que vive en tal sitio, especialmente si se trata de algún pueblecito de la Alpujarra, y me apetece ir a conocerlo. Ya sabes que lo mío es no parar.

Azud. En Vélez de Benaudalla hay uno. Es un embalse pequeño. La palabra es árabe y la definición es (DRAE):
1.  amb. Máquina con que se saca agua de los ríos para regar los campos. Es una gran rueda afianzada por el eje en dos fuertes pilares, y la cual, movida por el impulso de la corriente, da vueltas y arroja el agua fuera.
2. amb. Presa hecha en los ríos a fin de tomar agua para regar y para otros usos.

Amura de Estribor. En los pueblos a veces llama la atención el nombre de las calles. Este me lo dio una señora que ingresó en el hospital. Era su domicilio, en el puerto de Motril. Me pareció maravilloso. Pero hay otros nombres de calles en el Puerto, como Isla, Bitácora, calle Golpe de Mar (¿a que mola?), Balandro, Timón….y la Rambla de las Brujas, de la que sería curioso conocer su origen.
Un día estaba dando una vuelta por Motril-centro y entré en el Museo de la Caña de Azúcar, que antiguamente era el producto principal de la zona -la zona del museo donde muestran las ollas donde se cocía la melaza olía como a caramelo y ese olor se te quedaba impregnado-. Me fijé luego que las calles y bares de alrededor tenían nombres relativos a la caña, como Calle de las Cañas. Pero algunos eran divinos: Calle Melaza, Calle Cañadu, que es el trocito de caña de azúcar que se chupa…¿lo has hecho alguna vez?. Como el palolu, (o palodú) pero con sabor a azúcar. Y también estaba la calle del Capitán Nemo, que me hizo cantidad de gracia.
En Balerma, un pueblo de Almería, en la costa (por cierto, que hay un bar que era una antigua Lonja y se llama así, que ponen un pulpo alli-olli de perder el sentido) pues las calles se llaman Almeja (que ya sabes lo que es), Falúa, Boquerón, Cangrejo, Boliche (en algunos sitios lo llaman morralla), Trasmallo, Volantín, (estas dos son artes de pesca) ….
En Adra, que es pueblo pesquero, también hay calles de nombre náutico: Bauprés, Proa, Remo, Foqueo, Barca (que no Barça), Sirena, Neptuno, Ánfora, Fenicios, Poseidón…

Un día estaba una compañera intentando acabar un informe de alta y tenía que marcharse a curar con el otorrino, pero estaba atascada. Yo le decía que me dejara hacerlo, que ya lo terminaría yo, pero de repente me dice:
-       Es que no sé cómo se escribe Guájar Faragüit
Tampoco es de extrañar.
Está en la zona de los Guájares, donde los pueblos son Guájar algo, como Guájar Fondón, que debe ser gordito, o Guájar Alto, que estará arriba, pero aquél es el más curioso. Una compañera mía vive en Los Guájares y, si a mi a veces me parece dura la carretera, la suya  en invierno debe ser la pera.

Y es que algunos nombrecitos tienen su guasa, aunque no tenemos por aquí ninguno tan divertido como ese de Huelva que se llama Bollulos de la Mitación, que a mí me parece tronchante y no tengo ni idea de lo que significa. En Almería hay un pueblo que se llama La Gangosa, pero eso está claro, aunque suene a pitorreo. En La Rábita está el Callejón de la Sorda y en la Alpujarra la Venta del Tarugo y la Venta de las Tontas.
De algunos nombres no cabe duda de su origen árabe, pero hay otros que dan qué pensar. Como Castell de Ferro. A mí me recuerda a lo de los almogávares: “Desperta ferro”.

En los pueblos del barranco de Poqueira predominan los nombres gallegos: Pampaneira, Campaneira…y Bubión, que no sé de dónde sale. Parece que se debe a la repoblación que hubo de toda la península ibérica hacia la Alpujarra, que se quedó despoblada tras las guerras con los moriscos (ya sabes, Abén Humeya…) y debió venir peña de todas partes. Entre la gente de Huarea (que también el nombrecito…no lo escribe bien ni La Caridad: me ponen Guarea cuando hay suerte) hay un montón de apellidos Manzano pero, aparte de que sean todos familia, a mi me da que vienen de Asturias, aunque Juanjo se siente más como de la zona de Guadalajara, vete tú a saber por qué.

En la Alpujarra hay nombres de todo tipo: Órgiva me parece bonito, pero es que las palabras esdrújulas siempre suenan bien ¿verdad?. Trevélez es un nombre curioso. Es el pueblo más alto de España ¿sabías?. Mucha gente lo hace esdrújulo, pero no lo es. También están: Bérchules, Cádiar, Pítres, Torvizcón, Mecina de Fondales, Ferreirola,  Atalbéitar, Almegíjar, Busquístar, Pórtugos –que tiene una fuente ferruginosa con varias clases de agua en distintos chorros de menos a más, hasta que casi no es bebible-…la Tahá es una división territorial alpujarreña y el nombre de otro pueblo. Como ves, los nombrecitos se las traen…pero me gustan.

Mecina Bombarón y Lanjarón sonoros son, lo mismo que Bubión. (¿Me ha quedado bien?).

Níjar, que es un pueblo de Almería, también tiene un nombre que me gusta, mira tú por dónde. Da nombre al parque natural Cabo de Gata-Níjar. De allí son las Jarapas, aunque las venden ya en todas partes. Te darás cuenta de que Jarapa viene de Harapo, ya sabes, tela hecha jirones, y con eso se hacen las alfombras en cuestión. Yo las tengo por todas partes, porque se lavan estupendamente. (Esto me recuerda que tengo que ir a Níjar a por más y, de paso, a dar una vuelta por el parque natural y alrededores, como la Isleta del Moro, Rodalquilar, donde había minas de oro, la Playa de los Muertos, que es alucinante, y una cala que me encanta, pero de la que no quiero hablar aquí, que luego lo cuentas). Hay otros pueblos de Almería con nombres bonitos, como Vícar, que es un pueblecito monísimo, en un valle precioso; Felix y Enix, que están en la montaña y son palabras agudas, pero todo el mundo tiende a allanarlas.

La Calahorra también tiene su aquél. Y un castillo que es el primer edificio renacentista que se hizo en España. Lo enseña un día a la semana, si tiene a bien, un hombrecillo con mala uva y una prisa loca, que apenas te deja ver las salas, que están hechas una pena, todo hay que decirlo. Pero el patio y la escalera, pese a su estado son preciosos. Es un castillo particular y cuando llueve se moja como los demás.
A La Calahorra se puede llegar (o salir de ella) cruzando Sierra Nevada por el puerto de La Ragua (otro nombrecito), que tiene de especial que en invierno siempre está cerrado. Presta atención a la lista de puertos cerrados en invierno y éste, por lo menos, siempre sale. A veces, es el único cerrado y eso es porque la carretera es infame. Pero la vista al llano de La Calahorra desde la cima es una chulada. Y desde allí puedes llegar a Guadix, que es un pueblo con un barrio troglodita, o sea, que la gente vive en cuevas. Se parece un taco a La Capadocia. Hay otros pueblos trogloditas, como Gorafe y Gor. En La Capadocia, casualmente, hay un pueblo que es el centro de la misma y se llama Goreme. Hay que profundizar en esto (1)

Hay nombres que se confunden, y añadiendo al problema los acentos locales, no hay manera,  como Bayárcal y Bayacas. Bayacas está en Granada y Bayárcal en Almería. Ambos son Alpujarreños. Laujar de Andarax, que está en Almería, también es un combinado chulo -ambas son palabras agudas, no te líes-. Allí compramos el vino. Laujar es el pueblo y el Valle de Laujar debe su nombre a un río. El vino se llama Viña Laujar. Ya lo probarás en casa, si no lo has hecho ya. Pero en ese valle hay más viñedos. Tetas de la Sacristana también es de allí. Es otro vino. Tinto. (Pero…¿tú de qué vas?). Y está un viñedo ecológico que se llama El Cortijo del Cura, que no sé qué les pasa a éstos con el clero….

Yégen es otro nombre rarito. Gerald Brenan vivió allí. Lee Al Sur de Granada cuando tengas tiempo. Cuenta sus aventuras cuando se instaló en La Alpujarra. Llegó en mulo. No sé cómo pudo encontrar aquello…

Calahonda me parece un nombre intenso, y el sitio es precioso. Almuñécar también tiene un nombre bonito, aunque tengo manía al lugar. Tiene un frente de edificios altos en la playa que da miedo verlo. Su nombre original, Sexi, es fenicio, y no quiero guasas. Los habitantes son Sexitanos ¿o qué pensabas?.

Motril y Salobreña también me parecen nombres sonoros. Salobreña era Selambina y fue fenicia y luego cartaginesa. De esa zona también me gusta el nombre de La Caleta. Será que me recuerda a Albéniz, aunque ya sé, ya sé, (no seas asín), que no es de esa caleta de la que se inspiró.

Hay gente que lleva nombres sacados de Los Cuentos de la Alhambra, como los de las tres princesas: Zaida, Zoraida y Zorahaida. Los dos primeros los llevan mujeres que he conocido y me parecen preciosos. Una de las peluqueras donde voy a intentar que me apañen los cuatro pelos se llama Zaida. La hija pequeña de Mónica se llama Zaira. Cuando se lo dije a Carlos, me dijo de corrido los nombres de las tres princesas y eso que hacía mucho que le había contado el cuento. Suelo hacerlo a quien va al castillo de Salobreña. Así que, si vienes conmigo, te lo tragarás enterito (es corto).
Tengo una compañera que se llama Corpus, pero debe ser una cosa psicológica de los padres, porque tiene una gemela que se llama Sacramento.
El alcalde de Roquetas es bastante borrico y dice llamarse Grabié. Pero Grabié es un nombre bastante común por aquí y creo que el nombre de Gabriel, simplemente, no existe, y mira que es un nombre bonito!!.

Me dan buen rollo los nombres acuosos, como Alhama. En este entorno hay Alhama de Almería y Alhama de Granada. Ambas tienen balneario, lógicamente, (Alhama en árabe significa baño….me está quedando esto erudito, vive Dios) como la de Aragón, que es un sitio que me encanta. No conozco aún la de Granada, pero Esperanza, la malagueña, dice que a veces va a bañarse allí en una poza por la noche. Fijo que “en bolas” que ella es muy suya!!

Y para acabar, dejo lo mejor: Alhambra, (La Roja), que es el nombre más bonito que hay, del sitio más maravilloso del mundo mundial. He dicho.
(1) En la página web de Gorafe dice que la palabra viene del árabe y significa “habitación alta”. Si te da por estudiar árabe, dime qué significa Goreme. Según la página de Amigos de Gor: http://www.asociacionamigosdegor.es/…..prestigiosos arabistas que asimilaban a Gor con Gaur -que según estos, significa "el valle"-, o las últimas interpretaciones que han puesto de manifiesto como esta palabra proviene del árabe dialectal granadino Gor, del árabe clásico Gawr, por reducción del diptongo, que viene a significar hondonada, terreno bajo.

…Y EXPRESIONES CURIOSAS
Hace muchos años, Eugenia, la panadera (ya ex-panadera, por la cosa de la jubilación), me dejó de plástico cuando, en plena conversación, me pregunta
-       ¿Qué zomo?
A mí se me ocurría de todo: pues somos seres humanos, mujeres ambas…pero no sabía qué decirle y aún la conocía poco como para soltarle alguna barbaridad de esas que ya sabes que suelto, y además es tía de Juanjo y hay que tener cuidado con la “familia política”. Entonces se dirigió a un calendario y me dice
- Zomo Marte, azí que, entonce el día….
O sea, que “somos” se refiere al día que es hoy. En el hospital todo el mundo habla así. “¿Qué somos?”: eso significa que alguien pregunta la fecha de hoy. El susto me lo dio Josep, el día que me dice:
- Hoy somos…
Y toda sorprendida le pregunté si en catalán también se decía así. Me pidió disculpas:
- No, no, no es así, es que yo lo digo mal.
Al principio también me llamaba mucho la atención que a las mecedoras les llamaran mercedoras (parecía que era algo mío) y mercerse a mecerse. (Parece un trabalenguas).
Manolo, el panadero, decía cuando hablaba muy cabreado: Ajolá!!!, (en lugar de Ojalá) y yo entonces perdía el hilo de lo que decía.
Cuando alguien es eficaz, o hace bien algo o, simplemente, se le quiere alabar, se dice que es mu apañao, o mu apañá.
Entre la gente de Motril y alrededores el hablar terminando las palabras en “e”, a veces me recuerda a la pronunciación asturiana, con acento andaluz, así que es una mezcla extraña: le patate (las patatas) le escuché a una señora en el hospital, que relataba la lista de la compra y todo lo pronunciaba así….un compañero mío dice de guasa “Almuñeque”, por Almuñécar, pero lo dicen más o menos de esa manera, con la “e” final muy abierta.  Así que, si vienes por aquí, tomarás berenjene frite.
Cuando conocí a Juanjo teníamos unas dudas semánticas de órdago. Y es que por aquí hay una serie de palabras utilizadas en la conversación normal que parecen a primera vista erróneas, pero él, a fuerza de diccionario, me demostró que eran castellano puro y duro, quizá caído en desuso en las capitales o, al menos, en Madrid. (De todas formas en Madrid, parece que ha caído en desuso casi todo el lenguaje…escucha hablar a los chavales y verás: el parodiado por los guiñoles: “Sí, bueno, ¿no?” de Raúl, se queda chiquito. Ahora abundan los gruñidos. Debemos estar volviendo a las cavernas).
 Así que nos pasábamos la vida mirando el diccionario y aprendiendo los significados de las palabras que suele decir su madre, por ejemplo. Ahora nos hemos pasado a Google, y al DRAE on-line, aunque seguimos teniendo siempre el diccionario en papel a mano.
Cuando llegué aquí, la gente me ofrecía de todo, y me decían invariablemente:
-       Cógelo (…o llámame, o ven..) no te dé regomello.
Yo no había escuchado nunca tal palabra, pero entendí lo que me querían decir.

Últimamente he aprendido la diferencia entre estar irritado y enrritado. Esta irritado es lo que todos sabemos. Pero yo escuchaba aquí constantemente la expresión “enrritarse”: Me cogí una enrritación. Claro, a mí me parecía rarísimo que hablaran  así cuando, por ejemplo, tenían a un pariente enfermo. Bueno, pues parece ser, que la Enrritación es estar agobiado. O sea, que te pasa algo que puede causarte cierta preocupación, además de un cabreo sordo.


CAMBIO CLIMÁTICO???
 A primeros de Octubre se está en la playa de muerte. Siempre se está de muerte en Octubre, pero este año está el agua más templada que en verano. Alguna gente del pueblo nos ven bañarnos y nos llaman locos, pero en serio que el agua está clarita, tranquila, y muy templada. Yo creo que nunca me había bañado en pleno Octubre. Y fuera hace calor. A mediados de Septiembre pensé en la posibilidad de sacar una colcha, pero ahora dormimos con la sábana y listo.
Las pajaricas de las nieves han venido en medio del ataque de calor. Deben andar desconcertadas. O se han pillado un despiste glorioso o el veranillo de San Miguel se ha prolongado demasiado.
M ª Jesús nos ha comentado, observando que esta vez no teníamos nido en el porche,  que este año ha habido menos golondrinas. Y que se han ido antes. Y ya te dije que no ha habido mosquitos. No sabemos si hay relación con el cambio climático, pero son fenómenos que observamos con curiosidad. Por mí a los mosquitos les pueden dar morcilla, en cualquier caso. ¿Tú sabes si sirven para algo en realidad?.
De todas formas, yo voy mirando el mejor sitio para colocar el embarcadero, por si sube el nivel del mar. De momento, tenemos “aparcada” en casa la barca que se ha comprado José Antonio, el hijo de Juanico, porque le da regomello dejarla en la playa, toda nuevecita.  Este año, con eso de que está recién estrenada, la ha sacado dos veces en el mismo  y único día, desde que nos la dejó para guardársela.
Este otoño el membrillero nos ha dado algunos membrillos. No muchos. Pero he podido hacer una buena cantidad de dulce. Para repartir a la familia, que se han puesto ciegos. De todas formas, yo prefiero la miel y el queso fresco para desayunar. En pan tostadito, con aceite bueno.
Lo que no hemos podido hacer es mermelada de higo, porque este año las higueras nos han dado unos frutos birriosos y medio agusanados. No sé cuál ha sido el problema. Llovió este año para aburrir. Y el verano, aunque no achicharrante, ha tenido bastante calor.
Juanjo ha plantado unas matas de pimiento que nos han regalado. Y enseguida se han puesto a salir pimientitos. Hay guindillas y pimientos de Padrón. Todo picantón. Además de ser comestibles,  quedan bonitos en la mata, en el frutero, o secos en la pared.
Por ser activistas anti-cambio-climático, hemos cambiado el Golf, que ya tenía un montón de km. y empezaba a averiarse cada dos por tres por un coche de bajo consumo y escasas emisiones contaminantes. Un Toyota. Fuimos a buscarlo a Madrid, porque nos salía algo más barato en un concesionario de Alcalá. Pero fue un drama dejar el Golf. Nunca pensé que me iba a dar tanta pena. Porque nos ha llevado a tantos sitios y nos ha dado tan poca guerra…y le hemos sacado partido. Esperemos que este nuevo nos de tan poca guerra como el otro. Y hemos aprovechado las ayudas de Zapatero a la venta de coches, así que nos hemos ahorrado unos dos mil euritos, que no está mal.
El mes de Octubre no ha podido ser más veraniego, en general. Hubo un par de días de temporal, que cayó bastante agua y se metió un ventarrón, pero el 24, que ya estábamos de vacaciones y Juanjo andaba ya por aquí, nos fuimos a la Cala San Pedro, donde se llega después de andar por un sendero hora y media desde Las Negras. Aún estamos morenos, porque nos hemos estado bañando en la playa todo el mes, pero hacía tanto calor ese día que nos quemamos un poco. Además el sendero lo iniciamos tarde, a eso de la una o así, porque habíamos estado en otra cala antes, cogiendo piedrecillas para los jarrones, y a mí casi me da un golpe de calor. Me metí en el agua en cuanto llegué a la playa y yo creo que chisporroteaba al meterme en el mar, del calor que llevaba. La cala San Pedro es un antiguo pueblo y ahora está “okupado” por un grupo de peña tipo Hippy. Viven como pueden. Alguno trabaja en Almería, unos han montado un chiringuito que tiene la cerveza a temperatura de escarcha a base de placas solares –impresionante- otra mujer tiene que si un huerto y no sé qué…pero la convivencia debe ser algo particular, por lo que nos contó uno de los habitantes, que tuvo la amabilidad de llevarnos en su zodiac de vuelta a Las Negras. A mí me vino de muerte, porque el calor de la ida me había dejado casi inconsciente. Se me pasó un poco entre el baño, primero,  y la cerveza helada, un poco más tarde, pero aún así estaba un poco regular.
Por el poblado había una gente bastante curiosa. Me encantó el basurero, que iba con dos bolsas grandes negras de basura, recogiendo todo lo que veía. Iba desnudo, con chanclas, gorra y una mochila. De foto. Pero no me atreví a hacérsela. Había perros, gatos y gorriones pululando por ahí. Juanjo decía que hasta los gorriones iban fumados.
Con el menda de la zodiac comentamos también la historia de la temperatura del mar. De lo caliente que está para esta época. Parece que debería empezar ahora la temporada de cefalópodos, con el agua fresca, pero veremos si empieza o se retrasa. Desde luego, está caliente, en general. Aunque tras el vendaval de Poniente se refrescó un poco, pero como entre de nuevo Levante va a volver a calentarse. De todas formas este verano ha sido, por lo demás, curiosamente tranquilo en cuanto al tiempo. No se ha metido el viento ningún día, el mar ha estado, por tanto, de lo más tranquilo, en fin, bastante raro.



ANÉCDOTAS SEVILLANAS
Empezando Noviembre teníamos vacaciones, así que hicimos algunas cosas, ya que este año no nos podemos ir de viajes largos. Empezamos dando una vuelta por Córdoba, donde había una exposición de arte contemporáneo en los patios. Estuvo majo, porque daba ocasión de ver recintos que habitualmente no se abren al público, o que son difíciles de encontrar, y de localizar rincones cordobeses que normalmente no visitarías.


También había en Sevilla una exposición de las obras de arte de la Casa de Alba y sobre el tesoro del Carambolo, que es un enclave Tartesso. Así que fuimos a visitarlos y, de paso, hicimos una visita al Archivo de Indias y a los Reales Alcázares.
Estuvimos visitando también a unos amigos de Juanjo, que viven en Olivares, el pueblo del Conde-Duque y allí vimos dos cosas graciosas:

1.   En una tienda:
DESAVÍOS
Resulta que son las cosillas que se te han olvidado o que te faltan en un momento dado. Lo que podrías encontrar actualmente en un chino

2. Camino de Olivares, un cartel en la carretera, con la foto de un tipo repantingado en un sillón de mimbre y un letrero:

GLAMOUROSOS
MUEBLES CUTRES
Y una flecha ¬ que decía:   TÓ TIESO           

Un poco más allá, aparece la tienda. Una fachada ancha ocupada de arriba abajo hasta la mitad por un cartel enorme que contenía también la foto del tipo y que decía
CESTERÍA
CACHARROS Y COSAS CUTRES
SE BUSCA SOCIO QUE APORTE 3.000.000 €. NO SE GARANTIZAN BENEFICIOS, PERO SI COMIDAS CON CIGALITAS Y JAMÓN DEL GÜENO

Fuimos una mañana a Aracena a comer setas al Sirlache, aunque sigue haciendo calor y no hay autóctonas recientes, pero éstos siempre tienen material que conservan en aceite o traído de otros pagos. De paso, nos acercamos a Cortegana a por un jamón, ya que había sido informada de que los había buenos y no disparatados de precio. Me lo enganché a la cadera, así que me dijeron que estaba de foto, pero como no me la hicieron, te la describo
La foto que no me hicieron

Con gesto altivo y solemne
Caminando hacia el Toyota
Y un buen jamón de bellota
En la cadera apoyao
Si tú quieres una cata
Pásate por mi cortijo
Que te cortaré unas lascas
Con un cuchillo afilao
Que tengo junto al botijo
(No te preocupes colega
que pa regar el manjar
yo procuraré escanciar
un tinto de la bodega)

En fin, tenía que poner alguna memez para rematar…


POR PARÍS
Nos hemos ido ocho días. Con un billete de 0 euros, que hemos podido pillar. Pensaba que eran una leyenda urbana, pero he comprobado que existen. Nos hemos puesto hasta las trancas de ver museos: Louvre, D´Orsay, Petit Palais, Orangerie, artes decorativas, Versalles con los Trianon, exposiciones temporales….todo lo que merecía la pena verse….vueltecita por el Sena, etc, etc. Ya sabes lo que hay, qué te voy a contar!. No ha hecho frío casi ningún día, así que el invierno en esa latitud debe estar templándose también, que ya sabes que en París solía hacer rasca…
He empalmado con una Reunión Internacional de Investigación Cualitativa en Granada, donde presentaba una comunicación, y se me han acabado con esto las vacaciones.

TRASHUMANDO GATOS

Pues ya te he comentado que nos estábamos quedando sin gatos, que se estaban muriendo a chorros y que quedaban poquísimos. Mª Jesús también lo comentó. Antonio, el de la cabra, decía que sería por La Calore, pero este año tampoco ha hecho tanto calor y no hemos visto otros veranos semejante desaparición gatuna.
Juanjo anda mosqueado con el asunto. Primero, porque pensó que igual tenía la culpa el matarratas que echaba en el gallinero y luego porque, sin gatos, pueden proliferar roedores y culebras.
Así que decidió trashumar unos gatos. Su madre le dijo que debajo de su casa, en Almería, había una familia de gatos amigables: una gata con camada de gatitos que se dejaban coger. Decidió quedárselos pero, como nos marchábamos de vacaciones, encargó a su madre que los fuera alimentando para que no se largaran, y ya iría a por ellos cuando fuéramos a estar en casa sin movernos mucho.
Así que fue preparando la estrategia y el lugar para el acarreo de gatos. Pero el día que fue a por ellos, se habían marchado. Así que se quedó con un palmo de narices. Coincidió, sin embargo, que tuvo que ir a visitar una de sus fincas y había una gata con tres gatitos. Cogió dos de ellos (el otro salió de najas), los metió en una caja y los encerró en el gallinero (no sufras, que el gallinero es muy grande y tienen sitio para hacer cabriolas, esconderse y corretear). Uno es de los que llaman, romanos, me parece, y el otro como siamés. Espero que sea más hábil que la gata  aquella…..
Al principio no se dejaban ver pero, poco a poco se fueron haciendo a ello y se asomaban sin asustarse cuando Juanjo entraba a darles de comer. Les ha comprado rosquillitas y patés y les da leche con pan, restos de pescado. En fin, que los trata a cuerpo de rey. No han aprendido a cacarear, pero se han acostumbrado al gallinero. Como no estamos dispuestos a estar toda la vida detrás de su suministro alimentario y la cosa es que cacen roedores y que éstos se aparten, finalmente les abrió la puerta del gallinero para que salgan cuando quieran. Pero deben estar a gusto, porque salen poco. A jugar bajo la palmera de arriba y poco más. Juanjo se ha ido a Madrid y me he quedado yo encargada de que no se mueran de hambre. Ya se van haciendo más valientes y salen hasta el romero donde se “cazan” entre sí, pasan debajo de las ramas agazapados…en fin, juguetean como gatitos pequeños que son. Parecen niños.
Meditando sobre estas cosas, iba a trabajar cuando vi una “fragoneta” en la carretera delante de mi. Era Inglesa. Tenía en la ventanilla de atrás el careto de un gato y un perro y en la carrocería explicaba que era transporte de mascotas. Incluso en la matrícula había dos letras, dos números y la palabra PET, que ya sabes cómo son los ingleses, cómo son, cómo son….
Parece que es transporte entre Europa y UK (dejémoslo claro) y en ésta, en concreto, ponía transporte regular entre Portugal y UK. Por el camino que llevaba digo yo que iría hacia el Algarve. Y me pregunto: ¿tanto bicho se moverá entre UK y Portugal para que exista un transporte regular?. Y me iba dando la risa imaginando al chófer sacando a hacer pis y caca a todos los bichos que llevara, dándoles bocadillitos para el viaje….y los bichos preguntando que cuánto queda, que quiero agua, que quiero pis...

La gata blanca últimamente duerme sobre la mesa del porche. Juanjo se dejó en una silla un pantalón de chándal y se lo ha llenado de pelos. Buscando calorcito, me imagino. Ahora mismo está a mi lado, en el porche, mientras escribo esto y miro al atardecer, que se está poniendo de un rojo precioso. No sé por qué no le hemos puesto nombre todavía. Lleva mucho tiempo viniendo por aquí. Pero se lleva fatal con los demás gatos. Es una gata muy bonita, pero poco sociable. Juanjo le encuentra parecido conmigo, no sé por qué.
El gato Lesiones suele venir a desayunar. Pero desayuna y se va. Tiene algo mejor las heridas del lomo. Me ha contado Juanjo que apareció hace poco un gato macho que viene de cuando en cuando y se lió una pelea horrorosa con otro de los que andan por aquí, no sé si fue con el canelo, con remolinos de pelos por todos los lados.
No sé si porque últimamente estamos procurando que no les falte comida a los gatos pequeños, está apareciendo por aquí una gatada criminal, que en realidad es lo que pretendíamos. Pero otra vez tenemos que tener cuidado de que no se nos metan en casa, los tíos ladinos.

Se han marchado los pájaros del árbol. A temporadas hay muchos, o menos, pero ahora no hay ni uno. Sólo están por aquí las tórtolas, en número impar, curiosamente –siempre van emparejadas- y a veces vemos jilgueros y petirrojos. Y pajaricas de las nieves por la carretera. Pero han desaparecido gorriones y estorninos. La verdad es que llevan un rollo que no nos aclaramos con ellos.

Quines volvieron a las costas tras el verano fueron los cormoranes. Y ya se pueden ver, sobre las rocas, todos elegantes, con su frac, mirando siempre en dirección al horizonte, nunca hacia la costa. Inteligentes.

Los gatos se han trasladado, del gallinero, al espacio donde está el horno de leña. Como llovió mucho, en el gallinero había bastante agua y a Juanjo le dio pena, que hay que ver cómo es este hombre. Así que se han atrincherado allí y tengo que tener cuidado al tender la ropa, porque se dedican a tirar de ella para jugar. Y seguimos alimentándolos con pasión.



FINAL DE OTOÑO

Aparecieron lluvias y nieves a mediados de Diciembre en todas partes. Aquí tuvimos un vientecillo fresco, y volví a ver, con la claridad de los días de invierno y el alejamiento de las brumas de verano, el Mulhacén y el Veleta en todo su esplendor. Me emocionó volver a verlos a la luz rosada del amanecer, cuando salía de noches, con una leve capa de nieve que había caído el día anterior.
Fui a Madrid a pasar unos días. Y a quedarme hasta pasar la Navidad con la familia. Me pilló una nevada ideal de la muerte, incomodísima para andar por cualquier parte, así que dejé el coche aparcado en el garaje de Alcalá y me dediqué al transporte público.
Mientras, hubo unas lluvias espantosas en Andalucía. Se nos ha inundado la habitación que usamos como despensa, y el pobre Juanjo está deslomado de recoger agua. Resulta que está tan empapado el terreno que rezuma el agua por todas partes y se nos ha metido en casa por estar pegada a la ladera por una  esquina. Eso significa que vamos a tener que arreglar eso de alguna manera: más obras. Juanjo me ha recordado lo que nos dijo el inspector de obras de la empresa que nos arregló la casa: Esta casa tiene posibilidades hasta la ruina de su propietario.

ESTUDIANDO DURAMENTE
Ya sabes que este año también me “ha tocado” estudiar otro Máster. Esta vez es una suma de créditos para homologar lo de Bolonia con el que hice el año pasado. Lo que pasa es que esta vez, como lo hago por sumar créditos, tengo poco interés y me está resultando pesado. Y me está tocando las narices tener que estar enredada en el ordenador siempre que no trabajo, en lugar de estar disfrutando del tiempo apacible, del solecito y demás. Los días que no trabajo, cuando veo el atardecer y que me he perdido un día precioso por estar haciendo trabajitos y leyendo documentitos, me da un rabia que no veas. Por eso estoy escribiendo poco, leyendo menos y mirando casi nada el correo, aunque esto lo hago casi siempre en el curro, cuando tengo ratos libres. 
Pero está entretenido un foro que han montado los de Economía de la Salud. Plantean preguntas, que califican, pero se contestan a través del foro, así que te llegan al correo las respuestas de todos y se montan discusiones y es gracioso. Los de Salud Pública Internacional lo están montando más bordemente. Te sorprenden con trabajos inesperados y no hay lugar para plantear dudas, así que nos tienen mosqueados.
Estuve en Málaga en una clase de Economía de la Salud. Vino un economista de la Pompeu Fabra a darnos una conferencia. Vicente Ortún. Estuvo bien. Pero se me hizo muy corto. Y el viaje demasiado largo para una clase (300 km. entre ida y vuelta), así que me he “perdido” las demás. De todas formas, conocí a compañeros de máster que hicieron también el anterior, y me ha encantado encontrármelos.
Te pongo una foto, bastante cutre, por cierto,  hecha desde el rinconcito que he montado para estudiar. Es algo provisional, mientras pienso si me traigo mi mesa de estudio de toda la vida de Madrid o compro un escritorio clásico cuando me reponga de gastos. Pero la vista es la mejor de la casa. (Del interior, quiero decir. Lo del mirador es otra historia). Pensaba que me iba a distraer el hecho de estar frente al balcón, pero la verdad es que cuando hago algo me concentro bastante, y siempre es un desahogo levantar la vista y ver el mar.
De cualquier manera, me parece que no me van a pillar para el doctorado. Aunque no sé cómo diablos lo hago, que cada vez que hago algo, de estudiar o de hacer libros, juro que será lo último y al final me lían. Pero tengo ganas de tocarme las narices. O hacer repostería otra vez. Pastitas y bizcochos. Y cocidos y guisotes, y platillos deliciosos para cenas románticas o de otro tipo, y leer sin parar, y escribir, y hacer algo con el chorro de fotos, y colocar la librería, y traerme cosas de Madrid y terminar de decorar esto, y disfrutar de la casa tranquilamente, sin tantas cosas que hacer, y ayudar a Juanjo con el bricolaje, (esto último lo digo con la boca pequeña, que conste), e invitar a la gente del Motril a conocer la casa y darles una comida, que son una gente encantadora, y esperar a que vengas…
























[1] En la página web de Gorafe dice que la palabra viene del árabe y significa “habitación alta”. Si te da por estudiar árabe, dime qué significa Goreme. Según la página de Amigos de Gor: http://www.asociacionamigosdegor.es/…..prestigiosos arabistas que asimilaban a Gor con Gaur -que según estos, significa "el valle"-, o las últimas interpretaciones que han puesto de manifiesto como esta palabra proviene del árabe dialectal granadino Gor, del árabe clásico Gawr, por reducción del diptongo, que viene a significar hondonada, terreno bajo.

CRÓNICAS DESDE LA COSTA 2009. VERANO


CRÓNICAS DESDE LA COSTA

VERANO

NOCHE DE SAN JUAN

Aunque el verano comienza oficialmente el día 21, la Noche de San Juan es el acontecimiento que marca la entrada de la estación. Inicialmente me tocaba trabajar esa noche, pero tuve la suerte de que una compañera de Granada capital, que tiene al marido pocho, me cambiara el día. Aquí lo de cambiar la Noche de marras es un problema, porque todo el mundo baja a la playa.
La Noche de San Juan es una noche de magia. El ritual tradicional es bañarse a las 12 de la noche, para estar guap@ todo el año. O, al menos, lavarse la cara y los pies en el mar. Luego hay muchos ritos que lo acompañan: poner flores blancas en agua, encender velas blancas, poner 12 cascos de cebolla boca arriba para averiguar cuándo lloverá en los próximos meses, sacar las mantas al sereno para que no les entre polilla durante el verano….montones de cosas. Y lo básico, encender hogueras a las doce de la noche, a las que puedes arrojar papeles con deseos. Yo pongo un jarrón con flores blancas y enciendo velas, que es lo que me ha enseñado Margarita, que es medio bruja.
Es muy bonito bañarse en el mar a esa hora, iluminados por el fuego. Algunas veces nos hemos bañado con luna llena, y la sensación del claro de luna junto con el resplandor de las hogueras es precioso. Este año había luna nueva, así que lo hemos cambiado por un cielo estrellado, que tampoco está mal aunque, con tanto humo de las hogueras,  al final no ves estrellas ni nada, pero la vista de la costa con los fuegos encendidos es muy bonita. Si la miras desde un punto elevado y ves las hogueras por todas partes, es una vista preciosa.
Este año hemos hecho primero una barbacoa en casa. Ha venido bastante gente, pero ha sobrado comida, porque entre que Juanjo ha encargado de más, y que el carnicero es peligrosísimo, porque te pone el doble de lo que le pides, al día siguiente he llenado el congelador para otro evento. La tradición manda hacer sardinas. Juanjo fue a Adra y trajo unos kilos. Muy caras y regularcillas. Y cuando llegó casi no quedaban. Mucha gente hace la barbacoa en la playa, así que al día siguiente suele haber restos mortales por todas partes, aunque pasan las máquinas limpiando a primera hora.
Voy a contarte unas historias sobre la Noche de San Juan y las barbacoas.
Cuando Juanjo era adolescente, se fue con sus amigos, Pepe Luis, Isabel y otros una noche de San Juan en el pueblo donde vivían, en Almería, a bañarse en la playa, y se les ocurrió comprar sardinas y alguna cosa más para hacer al fuego. Entonces la gente no bajaba a la playa esa noche. Algunos iba a bañar a los mulos y cosas así. Total, que hicieron un fueguecillo, y asaron unas sardinas y eso. Pues fue la guardia civil a preguntarles qué demonios estaban haciendo. El caso es que al año siguiente fue bajando más gente a hacer lo mismo, y ahora hay unos atascos por la noche en esa zona que no te puedes ni acercar. Y la gente coge sitio desde la mañana temprano. Todos haciendo barbacoa. Y hacen hogueras a su aire, con palés, con palos…hogueras enormes. Algunas las hacen los ayuntamientos, y otras son espontáneas.
Yo estuve con Juanjo una noche de San Juan en su pueblo el año que nos conocimos haciendo el curso de buceo. Fuimos unos cuantos a bucear a Cabo de Gata y él nos llevó a la barbacoa de un amigo, en Roquetas,  que nos dio unas chuletas de cordero de perder el sentido. Y sandía, vino, etc. Nos bañamos en el mar, y fue una sensación chula.
Pero había tanto jaleo esa noche que no volvimos hasta que compré el cortijo. Entonces bajamos la noche de San Juan a La Rábita y nos llevamos sardinas y algo más para asar en la arena. La gente nos regañaba porque decían que el fuego no se podía encender hasta las doce, pero estábamos haciendo el ascua para cenar antes del baño. El caso es que al año siguiente no pudimos ir, pero Eugenia nos dijo que se había llenado la playa de moragas (que es como llaman a las hogueritas que se hacen en la playa para hacer barbacoa) esa noche y que eso no se había visto nunca. Total, que aquí también ha implantado Juanjo la tradición de la barbacoa nocturna, así que últimamente hacemos la cena en casa, siempre de barbacoa, y luego bajamos al pueblo a la hora del baño, quizá con una neverita para tomar copas. El caso es que, por lo demás, es muy difícil que Juanjo haga barbacoa en otro momento. Pero esa noche se deja convencer.
Aquél año había claro de luna, y nos veíamos perfectamente los pies dentro del agua, porque el agua de la playa de La Rábita suele estar muy clara. Y me pareció emocionante ver flores blancas en el mar, que debían haber tirado desde alguna barca.
Este año, como te digo, hemos hecho la barbacoa en casa con toda la peña, y un poco antes de las doce recogimos la mesa y nos fuimos a bañar. El agua estaba templada, y no hacía frío al salir.  Habían hecho unas tres o cuatro hogueras grandes y había muchas familias cenando en la playa. Tomamos unos rones antes de volver a casa.
Luego parte de la gente se fue, y parte se quedaron a dormir. Con algunos de quienes se quedaron, Mª Eugenia y Antonio, tomamos una última copa en el mirador, y puse velitas y varitas de incienso. Se escuchaba el mar. Y la música de un garito que han montado en la playa del Pozuelo. Nos hemos acostado a las cuatro o por ahí. Y por la mañana temprano se han marchado todos los que estaban en casa: La madre, hermana y cuñado de Juanjo, una sobrina con una amiga. Pero no les hemos oído irse.
Nosotros hemos recogido por la mañana lo que quedaba, después de tomarnos un té blanco para la resaca. Y hemos ido a la playa a que se nos pasara la tormenta seseril. Luego hemos comido ligero y nos hemos esnucado (esnoclado, en el lenguaje local) en los sofás (sofale, o sofare, ya sabes…) para una siesta tremenda. Yo tendría que estudiar, pero me apetece como cortarme las venas, así que te he enviado las crónicas de verano, y vamos a ver jugar a la selección de fútbol por la tele. Mañana me voy a la Alpujarra –a Órgiva- durante un par de días a hacer un curso de RCP. Me parece una bicoca poder hacerlo allí.

EL CAMINO AL TRABAJO EN VERANO
Ahora si salgo a trabajar por la mañana (rara vez, ya sabes, el cutis…), la luz del amanecer ilumina el camino. Tengo el sol a la espalda, así que no me molesta para conducir. El agua tiene un color especial con las luces del alba.
Como en invierno, veo muchas cabras monteses. Pero ahora hay muchas cabras con cabritillos. He descubierto que las cabras monteses son animales prudentes, que se apartan cuando pasan los coches. No se ven cabras muertas por la carretera. Te dan sustos, porque a veces estoy a punto de atropellar a alguna, pero en esa carretera no se puede ir muy deprisa y estos animales se dan la vuelta cuando ven un coche. No son como los gatos, que me he dado cuenta de que son animales suicidas. Por eso hay tanto gato atropellado. He observado que los gatos se tiran a la carretera para cruzarla corriendo justo cuando vas a  pasar con el coche, como si te retaran a ver quién es más rápido. Y, claro, cascan como moscas.
Lo de los perros es otra historia. Yo creo que cascan (también se ven muchos cadáveres de perro espachurrao, aunque no tantos como los gatos), porque se quedan como atontaos cuando pasa un coche mientras cruzan la carretera y no saben para dónde tirar.
Bueno, dejo en paz a los bichos y sigo.
Ahora hay menos días de viento, y el mar está más claro. La Rijana está preciosa, pero los fines de semana se pone imposible de gente. Incluso se quedan a dormir en tiendas tipo iglú. También he visto que hay una especie de aparcacoches o quizá sea quien vigile que los coches no bajen hacia la playa. La verdad es que es tentadora. Ya te fijarás cuando vengas. Aunque la carretera está llena de curvas, verás el resplandor del agua esmeralda cuando te aproximes.
En este tiempo, excepto en las horas de mediodía, voy con las ventanillas bajadas, para que me dé el aire en la cara. Al pasar por Melicena y los Yesos, como pasas tan cerca del agua, el olor a mar es muy intenso. Hoy he sentido esa sensación cuando volvía por la noche del trabajo y me ha dado alegría.
A mediodía hay gente en las playas con sombrillas. Yo no voy siempre. Lo de vivir en la playa tiene la ventaja de que no es una “obligación” ir a tomar el sol y a bañarse. Voy cuando me apetece relajarme, así que intento evitar los días de fiesta. Me gusta ir a la playa por la mañana temprano, antes de que empiece a hacer calor. Creo que las horas del mediodía son para tomar cañitas o meterse en casa, al fresco. No me gusta la playa en pleno verano. Achicharra. Y no me gusta esa sensación. Sólo cuando me apetece mucho bañarme. Y este año ya se ven algunas medusas. Mala noticia.
Me gusta salir de trabajar de noche y volver a casa despacio. Lo mismo me contó el otro día en la Alpujarra un médico que trabaja en uno de los pueblos. También le gusta volver a casa después de la guardia recorriendo despacio las carreteras de montaña. Es la sensación de tener todo el día por delante y tener la consciencia de poder disfrutarlo. Y gozar por ello más aún del paisaje. La mañana tras la guardia nocturna aviva los sentidos y despierta sensaciones. La de respirar aire puro, por ejemplo. Y las ganas de parar en cada curva viendo los acantilados. Hay muchos sitios para parar y mirar. Chelo y Pancho estuvieron por aquí hace pocos días y se entretuvieron en mirar la costa desde los acantilados. Es preciosa. Cuando hagan la autovía no será lo mismo. Pero volveré a casa por la mañana por la “carretera antigua”, para disfrutarla. Y, como apenas habrá tráfico, será mucho mejor ¿no te parece?.


Hoy he salido de trabajar de noche. Tenía que estar en Adra a las 12,15. Y decidí hacer algo que me apetecía desde hacía mucho tiempo: estar un rato en La Rijana por la mañana temprano.
Y eso he hecho. No había nadie cuando he llegado. He tomado el sol suave de la mañana, he paseado por la playa y me he bañado en un agua cristalina y templada. He escuchado música en mi i-Pod, y me he sentido feliz. A veces Juanjo pone en duda que me sienta así pero pienso lo siguiente: teniendo lo que tengo, si no reconociera que tengo una vida fantástica no sería justo para el resto de la humanidad. ¿Puedes imaginar siquiera que tenga derecho a quejarme de algo?. Me siento a gusto y soy consciente de ello. Siempre puedes desear cosas, pero lo más valioso es tener tiempo libre y poder disponer de él a tu antojo. Yo tengo muchas ocasiones de hacerlo. Claro que tengo que ir a trabajar, pero en este momento, en que he vuelto a recuperar la satisfacción y la diversión en el trabajo, no me importa nada ir de vez en cuando. Cuando voy a trabajar, lo hago hasta “reventar” como dicen por aquí, pero el trabajo casi se ha convertido en una anécdota graciosa, aunque salga molida. Y, como dice el chiste de los vascos, “conoces gente”.

ADREÑOS

En realidad serían Abderitanos, ya que el nombre de Adra, fundada por los fenicios, era Abdera. Pero, como son muy suyos, pues dicen que son Adreños y a correr.
He decidido escribir sobre ellos porque, como ya te he contado, voy a Adra una o dos veces por semana a comprar –más bien dos que una, desgraciadamente, odio hacer la compra-.
Por los alrededores tienen fama de brutos. Pepe Luis es de Adra y ha hecho muchas burradas. Aunque lo conozco hace ya años, siempre me sorprende con alguna barbaridad. Su mujer, Isabel, en esos casos, me mira, se ríe y me dice:
-       Déjalo, es que es de Adra
O se encoge de hombros, sonriendo, y me dice, abriendo los brazos: “De Adra”.
Pepe Luis metía lagartijas vivas dentro de los bocatas que se llevaba al cole para que los compañeros no le pidieran. Si le pedían bocata, metía la lagartija, le apretaba un poco el cuello para que el bicho sacara la lengua y le ofrecía el bocata al compañero al que, invariablemente, se le quitaban las ganas.
No sabría decirte la cantidad de marranadas que ha podido comer en su vida. Juanjo e Isabel me lo han contado un montón de veces, pero no sabría decirte. Ahora está fatal de las tripas, pero ya le vale!!!

Hace unos años debió llover bastante por la sierra y la rambla de Albuñol traía bastante agua. En condiciones normales, cogemos un atajo que atraviesa la rambla para llegar a La Rábita, porque si no, hay que dar bastante vuelta. Cuando la carretera que pasa por el Pozuelo era la Nacional, todo el mundo hacía eso, para ahorrarse un tramo.
El día de marras vi un montonazo de agua, que hacía remolinos que llegaban hasta el borde de la zona canalizada después de la Nube (¿recuerdas?) y, claro, fui por la carretera buena, como hacía todo el mundo. Cuando se secó el cauce y volvimos a pasar me sorprendió ver un coche volcado pegado a la pared de la rambla. Preguntamos a los Rabiteños qué había pasado y nos lo dijeron enseguida:
-       Uno de Adra, que ha dicho que por ahí pasaba él y ha salido vivo de milagro.
Una característica peculiar y, por lo que me dicen, ancestral, desde que se inventaron los carros de tracción animal –animal de verdad, mulos y eso-, pues es que los Adreños cruzan la calle al bies.  Es una cosa que me pone mala, no me acostumbro. Me toca dar cada frenazo que no veas, aunque es imposible ir deprisa por allí.
La cosa es como sigue: tú vas en el coche, y en tu misma dirección va un peatón o peatona de Adra por la acera. De repente decide cruzar la calle y cruza y, para no verte, cruza en diagonal, para darte el cogote. Si cruzara en línea recta te vería, pero en Adra está prohibido cruzar la calle mirando si vienen coches. No lo hace nadie. Si lo haces –yo lo hago, lógicamente- es que no eres de allí. Pero nadie pita, así que yo tampoco lo hago, aunque interiormente me acuerde de los muertos de todo el que cruza.
De Adra era La Veneno, te acordarás de ella. Hace años vinieron a casa Chelo, Pepi, y alguien más y fuimos a Adra a algo. Se acordaron inmediatamente:
-       Hombre!, este es el pueblo de La Veneno
Juanjo la escuchó una vez hablar y la caló enseguida por la forma de expresarse, aunque no sabía nada de ella:
-       Esta debe ser de un pueblo de Almería, yo diría que de un pueblo de pescadores, por la manera en que habla
Y es que la gente de la costa son especialmente algo. No sé si especialmente brutos, especialmente bastos, o qué.
Juanjo tiene un primo, Juanico, que es encantador, pero es dificilísimo de entender, es de los que hablan sin cerrar la boca, expulsando a tiros las palabras. Vive al otro lado del camino, en un cortijo de Huarea. Cuando empezamos a venir por aquí, a veces venía a casa y se quedaba un rato a charlar. Yo me enteraba de qué iba la cosa por las respuestas de Juanjo, pero cuando se marchaba Juanico, le decía a Juanjo
-       Ha  venido tu primo, se ha marchado al cabo de una hora y no le he entendido nada de lo que ha dicho
Ahora ya le entiendo, pero es complicado. Su madre habla igual. Su padre habla más claro. Cuando anda mi padre por aquí y llega Juanico a algo, mi padre le mira todo el rato con la boca abierta. Cuando se marcha, mueve la cabeza en un gesto peculiar en él, suspira y dice:
-       Hay que ver qué basto es este chico hablando
Por la otra parte de la costa es igual. En el curro, cuando hay alguien muy cerrado, siempre hay alguien que dice
- Es que es de Salobreña
Y ya llega a ser un chascarrillo. La primera vez me extrañó, pero quien me lo dijo me lo aclaró
- Es que los de Salobreña son muy brutos. Lo sé porque yo vivo allí.

Cuando hice el curso de RCP y los compañeros se enteraron de que vivía en Albuñol, me explicaron también lo de las gentes de allí. El médico de Cádiar me contó que había estado varios años en Albuñol y se marchó porque estaba harto.
-       Es que son de lo más bruto que hay
-       Caramba!, no lo sabía! ¿Y los de la Rábita?- pregunté, extrañada
-       Huy!!, los de La Rábita son peores, son igual de brutos que los de Albuñol, pero encima de la costa, que ya es el colmo- decía el médico
-       Fíjate si habré estado yo en pueblos y de verdad que como los de La Rábita no hay- me corroboraba una médico que está ahora en La Rábita y a tiempo parcial en Albuñol y coincide que está casada con un cirujano de mi curro.
-       Es que son nuevos ricos y se creen que tienen que exigir de todo y no tienen medida- decía el médico de Cádiar.

La verdad es que, en esta zona, igual que en Almería, le gente ha hecho una pasta con los invernaderos. Yo he comentado muchas veces que hay demasiado dinero y muy poca cultura. No todo el mundo es así, pero mucha gente dejó de estudiar rápido para ganar pasta en el campo y hay cada elemento de agarrarse. Eso sí, BMWs, a porrillo.




MEADILLAS
Como ahora hace tiempo playero, y el agua suele estar buena, me he acordado varias veces de este asunto. Últimamente han puesto muchos servicios en las playas: duchas, vestuarios, aseos…pero estaba pensando en que es muy raro que la gente utilice los aseos de las cabinas. Y es que está muy claro: donde esté una buena meadilla en el agua, que se quite lo demás. Especialmente cuando el agua está fresca y sientes el chorrito caliente. Es un placer. Pero la cosa es tener cuidado, si hay gente, en que no se te note la cara de satisfacción cuando lo haces. Es de eso que te metes en el agua haciéndote el despistado/a. Y, cuando te has metido en el agua hasta una altura adecuada, sueltas el chorrito intentando que nadie se de cuenta y, para eso, haces como que sigues andando hacia dentro, o te balanceas un poquito, como catando el agua…..pero yo creo que, si te fijas, se nota siempre.
Hay sitios en los que no apetece. Cuando está el agua calentorra, como en el Mar Menor, que ya parece que te bañas en meados. Y tampoco lo vas a hacer en la piscina, que no es agua corriente. Pero en el mar, yo creo que es hasta bueno para los peces y, al fin y al cabo, un poco más para allá saldrán los vertidos de las alcantarillas, así que da igual.
Cuando nos hicimos los primeros trajes de buceo, la expresión “ya he estrenado el traje”, era que te habías hecho pis en él. Sirve para calentarse. Roberto Martínez me lo recalcaba muchísimo cuando empecé a hacer el curso:
-       Cuando vayas a bucear, llévate la vejiga bien llena, que una buena meada a tiempo ha salvado muchas vidas
Alfonso Polo, nuestro “papá buzo”, siempre nos recomendaba reservarnos la meada para cuando tuviéramos frío de verdad. No sabes el gusto que da cuando estás helado, llenarte de pis calentito. Y luego lavas el traje y ya está.
Chelo se resistía a estrenar un traje que se acababa de comprar. Pero le decíamos que no fuera tonta: “te estás helando y al final lo vas a estrenar igual”. Cuando lo hizo, nos lo comunicó oportunamente.
- Tengo que comunicaros que ya he estrenado el traje, -nos dijo al salir del agua, por lo que le dimos la enhorabuena.




EL JIMMY
Juanjo dice que es su ídolo.
El Jimmy, aparte de ser un tipo que vive en La Rábita, es como se le llama a un bar sin nombre que está en un extremo de la playa, muy bien situado.
Jimmy tiene un solo cometido y trabajo en la vida conocido, que es abrir ese bar durante la noche dos meses al año y ni un día más.
Es un bar de copas. Es barato. Jimmy pone una música estupenda. Está en un sitio inmejorable, al lado del agua. Pero únicamente abre desde el segundo fin de semana de julio hasta el 9 de septiembre o así, que es la fiesta de La Rábita. Entonces cierra y ya no hace nada más en todo el año, aparte de pasear a un enorme perro blanco que debe ser como Matusalén.
Un mesecillo antes de abrir va algunos días a pintar alguna cosa, recortar una plantita….la verdad es que la gente no hace daño dentro. De hecho nunca se ve a nadie intentando meterse a nada. Se respeta, no sé bien por qué.
Manolo, el fepero,  dudaba de la existencia de Jimmy y de hecho, no ha tenido ocasión de verlo en acción, excepto un día que paseaba por la playa en el mes de Junio y vino diciendo que había visto a Jimmy trabajando. En realidad, estaba dando un paseo con el perro, pero llegó a asomarse al garito y por eso lo decía Manolo, muerto de risa.
Yo creo que el truco debe ser que tiene una concesión de la Confederación Hidrográfica, posiblemente, porque está casi metido en una rambla, para abrir dos meses y se atiene a ello. Pero no se le ve interés por hacer nada más. Luego mete a gente a trabajar y él, como mucho, pone alguna copa en la barra. Creo que una vez decía que no iba a abrir, pero su mujer, que es funcionaria del Ayuntamiento, dijo que ni de coña. De todas maneras, siempre tenemos la intriga de si abrirá Jimmy este año, y estamos en ascuas hasta que pone las sillas. Este año ha abierto, puntualmente, el segundo fin de semana de Julio, pero no trabaja porque tiene el brazo en cabestrillo. Ha debido rompérselo oportunamente justo antes de abrir, para no dar ni palo. Se da una vuelta por allí para controlar el tema y eso es todo Imagino que tendrá escayola para dos meses. También es mala suerte!!!
El sitio está bien cuidado y, la verdad es que se está de muerte. Luego, eso sí, no tienen prisa porque te vayas. Yo no le he visto cerrar y eso que a veces nos hemos quedado hasta altas horas porque, una vez que estás, es dificilísimo decidirte a marcharte. Creo que es complicado encontrar un sitio donde se pueda estar más a gusto.
Se está fresco, la música es fantástica, como te he dicho, las olas están a tus pies y contemplas el rebalaje a la luz de la luna. ¿Que qué es el rebalaje?..... Sigue leyendo

REBALAJE

La verdad es que no conocimos la palabreja hasta que compré la casa y empezamos a venir con frecuencia. Hace poco la escuché a unas compañeras. Una la había oído y no sabía lo que significaba. Por una vez, fui yo quien dijo aquello de “¿no sabes lo que es eso?”, sobre una palabra de la zona.
Se llamaba así una revista que editaba el Partido Independiente de la Rábita (que sepas que tenemos independentistas y todo, para que tú veas), y la regalaban en el puesto de periódicos. Ahí conocimos el término, pero me parece una palabra preciosa, y más su significado.
El rebalaje es la huella que deja la ola sobre la arena. La ola, una vez que ha llegado al final de su recorrido, resbala y deja una huella húmeda en la arena. Eso es el rebalaje (de resbalar).
Según el DRAE, el rebalaje es:
1.  m. Remolino que forman las aguas al chocar con un obstáculo.

2. m. En la playa, reflujo del agua del mar.

3. m. Zona de la playa donde ocurre el reflujo.

4. m. Escalón que el reflujo forma en la arena y cerca de la orilla.

De día se refleja en él la luz del sol, pero por la noche, a la luz de las estrellas, de la luna o de las farolas, adquiere un color plateado y produce un efecto hipnotizador. Sólo se percibe si estás a la orilla del mar y yo creo que es lo que vamos buscando cuando vamos al Jimmy porque desde casa únicamente podemos ver la espuma de las olas, pero no el rebalaje, lógicamente.

Hace poco, sentada en una mesa del Jimmy pensaba que puedes pasar la horas muertas mirando el rebalaje y sumido en tus pensamientos. Produce la misma sensación que mirar al fuego: no puedes apartar la vista de las llamas, ni tampoco del rebalaje durante la noche. Esa imagen, la temperatura de la noche veraniega, el sonido del mar y la música, es la combinación que hace que sea tan difícil marcharse del Jimmy una vez que has pillado una mesa de primera fila.

EL MIRADOR DE CASA  (Belvedere)
Tampoco se está nada mal aquí en verano. Te lo puede decir cualquiera que haya estado: Llanos y Miguel, por ejemplo, que tomaban copitas en el mirador y no querían acostarse. Ahora, que ya apenas pasa ningún coche por el camino –antes carretera- hay un silencio extraordinario por la noche. A veces se escucha a lo lejos el Brrumm de un camión al pasar el viaducto, pero es un ruido lejano y no molesta. Por la noche predomina el ruido de los grillos, cuando los hay y, si hay olas, aunque sean pequeñas, el sonido del mar. Solemos sentarnos ahí por la noche a disfrutar del silencio, la temperatura y, ocasionalmente, ver algún barco pescando. A mí me gusta mirar hacia el cielo. Cuando miras al cielo ves muchas cosas. Lo que pasa es que nadie se para a mirarlo. Y en las ciudades no se te ocurre.
En el cielo, aparte de ver el planeta predominante en ese momento, las constelaciones, la luna en sus fases, y cuando aparece, que a veces sale de día ¿te has fijado?. Va a su bola. Bueno, como te digo, aparte de eso se ven montones de satélites, algún avión, y estrellas fugaces. Eso, de forma habitual. Pero a veces hay fenómenos extraños. Ocasionalmente se ven meteoritos, los llamados bólidos, que tienen una trayectoria bastante larga y paralela al horizonte hasta que se pierden. Una vez vi uno de color azul. Fue rarísimo.
Hace años, cuando nos acababan de construir el mirador, estábamos Juanjo y yo sentados en el suelo, apoyados contra el murete, mirando hacia el frente. Teníamos delante de nosotros una estrella que de pronto se inflamó, creció hasta hacerse bastante grande y resplandeciente y salió disparada en dirección norte. Entonces la perdimos de vista en un segundo. Fue un fenómeno extrañísimo. Yo pienso que fue un meteorito que venía en un rumbo y debió cambiar la trayectoria al chocar con la atmósfera, pero cuando lo cuento siempre hay alguien que dice que sería un OVNI. En fin, que hay gente pa tó.
Las noches de mi cumpleaños, es decir, la siguiente, porque a mi me gusta celebrar mi cumpleaños, cuando es posible, la noche del 10 al 11 de Agosto, porque yo nací a la una de la mañana y así me estoy tomando una copita a la hora indicada. Bueno, que me disperso otra vez. Decía que esa noche y la siguiente suelen verse las Perseidas, la lluvia de estrellas de verano. Desde casa se ven muy bien. El día que cumplí 50 tacos nos juntamos en casa casi toda mi familia (faltó mi hermano Paco con su mujer y la enana, Miriam) y unos amigos, Isabel y Pepe. Me prepararon una cena exótica sentados en cojines en el suelo, tipo árabe, en el mirador, rodeados de velas e incienso, y luego nos tiramos en el suelo a ver estrellas fugaces. Mi sobrino Carlos llevaba la cuenta de las que veíamos cada uno y no se equivocaba, el tío, y eso que sólo tenía 7 años. Nos quitaba puntos si veíamos murciélagos. Óscar, mi otro sobrino, se apañaba para no ver ninguna estrella. Si veía alguna, a continuación contaba un murciélago, así que estaba siempre en negativo.
Otro punto de casa para ver estrellas es la terraza, tirados en las hamacas mejicanas que colgamos de las vigas. Es peligroso, porque igual te duermes. Un amigo, “El Socio” se quedaba a dormir en la hamaca todas las noches y se acostaba cuando le daba frío. Pero últimamente utilizamos más el mirador. Quizá porque la vista es más amplia, ya que delante de la terraza está el eucaliptus, o por no colgar las hamacas, o vete tú a saber.
El caso es que el mirador, desde el atardecer hasta cualquier hora de la noche, es otro lugar del que te vas por otros motivos: porque tienes sueño, porque en algún momento hay que acostarse, porque tienes que madrugar….pero engancha.
Yo pienso a veces por qué no tendré sensación de perder el tiempo cuando paso horas en el mirador, observando y escuchando el mar, pero me siento tan a gusto, envuelta en mis pensamientos, disfrutando de ideas o recuerdos agradables…a veces escuchando música en el i-Pod…nunca me apetece marcharme, aunque a veces estoy molida y tengo ganas de tumbarme. Voy a comprarme una tumbona para estar allí, pero lo mismo me quedo durmiendo más de una vez!. No sería raro. Incluso tirada en una toalla en el suelo con unos cojines me he quedado dormida. Y este año no hay mosquitos. Es raro.






CAMBIOS VERANIEGOS
Como es lógico, con el calorcito veraniego nos apetecen algunas cosas diferentes. Por ejemplo, a veces desayunamos algo fresco, aparte del consabido té. En verano nos apetece a veces un desayuno turco, por ejemplo. Juanjo prepara unos desayunos turcos estupendos. Y tiene una maña impresionante para la decoración de platos. Por eso su fuerte son las ensaladas, en las que la combinación de colores y los distintos ingredientes las hacen algo especial. Pero el desayuno turco, fresquito, es algo veraniego, por supuesto.
En verano seguimos desayunando en el porche, pero solemos comer dentro, por las moscas, que vienen a millones, especialmente cuando hacemos pescado a la plancha. Las cenas las hacemos fuera, y también son algo especial. Sólo hay que tener cuidado a veces con los mosquitos, pero suelo poner velas de citronella para que no nos piquen. Y siempre tengo repelente a mano. Pero este año, como te he dicho antes, apenas hay. Será porque he llenado la casa de mosquiteras y, claro, siguiendo a Murphy, los mosquitos se habrán extinguido.

CUMPLEAÑOS FELIZ
Aprovechando que estaban mi padre, mis sobrinos varones y mi hermano Jaime, hemos celebrado mi cumple con un par de días de adelanto, porque se tenían que marchar para los madriles casi todos, excepto Óscar, que se va a quedar en La Herradura con su madre. He puesto la foto para que cuentes las velitas, si tienes un par!!!.
Juanjo y yo nos hemos marchado a celebrarlo a Antequera, simplemente porque no conocemos dicha ciudad. Como creo haberte contado en alguna ocasión, la fecha de mi cumpleaños es una de las de catástrofes. Por ejemplo, en el año 1999 hubo un eclipse de sol y Paco Rabanne pronosticó que se caería la Estación Espacial. Este año, coincidiendo con el momento de mi cumple, hacia la una de la madrugada se produjo una tromba de agua en la provincia de Toledo que hizo que se cortara la línea del AVE. En condiciones normales, esto no nos habría afectado, pero resulta que Juanjo se iba a Madrid el 11 por la tarde, a última hora, porque tenía que trabajar al día siguiente. Así que, al llegar a Antequera, sacó el billete para el Altaris que pasa por la misma línea del AVE. Pensábamos comer en un sitio guapo y que luego él se fuera a Madrid y yo para Granada pero, nada más despertarnos nos enteramos de la movida, así que todos los planes se fueron a la porra y él, tras varias peripecias, consiguió montarse en un AVE que fue el primero que consiguió hacer el trayecto completo.
Con tantos trajines y emociones, añadido a un cierto susto con el coche, el Twingo, que tiene una avería rara (y el Golf para tirarlo, que Murphy no para, y el Toyota no nos lo dan hasta finales de Septiembre, como para mi santo: le llamaré Merchito), y Juanjo en plan agorero, diciendo que el día aún no se había acabado y que pasarían más cosas, llegué a casa molida pero, aún así, me tiré en el mirador a ver la lluvia de estrellas.
Los meteorólogos habían vaticinado nublado total, con tormentas, pero la verdad es que la noche estaba totalmente despejada, y la luna tuvo a bien levantarse más tarde, para dejarme ver varias Perseidas, hasta que me caí de sueño y me fui a la cama.
La noche siguiente volví a tirarme en el mirador por la noche y vi más Perseidas. Decidí que la vez que mejor lo había pasado fue el día de mis 50, cuando estuvimos todos contando estrellas muertos de risa.

SENSACIONES
Pues el día 13 trabajé de noche. Tuve una noche buenísima, todo hay que decirlo, y al salir me fui a La Rijana, a disfrutar de la playa solitaria. Para llegar a la playa hay que bajar por un camino muy ancho que recorre el barranco y pasa por un túnel por debajo de la carretera. A las ocho y media de la mañana no hay mucho ambiente de gente, pero sí de animales, por lo que se ve. Nada más empezar a andar salieron a mi izquierda varias perdices gorditas, como para escabechar. Unas seis o siete. Cuando estaba llegando al túnel escuché un sonido que no me cupo duda de que era un animal que estaba muy cerca. Pero hay mucho cañaveral, así que no podía verlo. Me daba rabia, porque me daba cuenta de que estaba ahí mismo. Por fin conseguí verlo: era una cabra montés joven, que estaba comiendo como a dos metros de mi, entre las cañas.
La playa estaba estupenda. Tenía el agua algo movida, muy poco, pero estaba cristalina, como siempre. Me bañé con las gafillas de nadar. Había cogido máscara y aletas, pero estaba algo vaga tras la noche, y preferí nadar un rato. Mirando hacia los riscos que bordean la playa, me he dado cuenta de que hay una roca que parece una cabeza perfecta, con tocado de plumas o peinado de rizos altos. No recordaba haberla visto antes.
Nadaba con sensación de molicie, sin prisa, disfrutando del agua. Llegaron una pareja de ingleses. Él le hacía fotos al agua. Y eso que no es uno de los mejores días, pensaba yo. Finalmente, les hice una foto a la pareja con los pies en el agua. Me lo pidieron cuando me marchaba que vino a ser cuando empecé a sentir que el sol ya iba calentando algo más.
Había estado tomando el sol lo más desvestida posible. En esta playa y a esas horas me apetece estar a mi aire. Me parece una sensación gozosa.
Volví a casa pasando por Albuñol, donde tenía que hacer un par de cosas pero, al llegar al desvío de casa, tuve que parar el coche para mirar porque el mar estaba impresionante desde allí: dibujaba unas corrientes preciosas en el agua.
El día fue rematado con un imprevisto: me encontraba disfrutando del postre especialidad naturjaus, o sea, yogur bio desnatado con unas crujientes bolitas de salvado, para quedarme con cuerpo de quinceañera, cuando se fue la luz de toda la zona. Casi dando palmitas, acabé el “delicioso platillo” a tientas y me fui pitando para el mirador, aprovechando la ausencia de resplandores. Me encanta que se vaya la luz, así lleno la casa de velitas, que me parece emocionante pero, por lo general, en cuanto tengo encendidas todas las velas, vuelve la luz y me corta el rollo.
El cielo estaba sin una nube, con muchísimas estrellas. Descubrí que Orion se había ido un poco hacia el sur y La Corona un poco hacia el Noroeste. No vi estrellas fugaces, pero me quedé un rato tirada en el suelo, sobre una esterilla (no he encontrado aún la tumbona de mis sueños), contemplando las estrellas y pensando en la infinitud del universo, para ser original de la muerte.
¿Te he contado que he visto no hace mucho la Estación Espacial?. No estaba pendiente de ella, pero apareció una noche. Venía del Sureste y la vi pasar durante un ratito. No sé si la has visto alguna vez. Parece que pasa baja, y tarda un poco. Se ve muy bien. La primera vez que la vimos fue estando mi hermano Paco, pero estábamos pendientes de su paso. Llevaba poco tiempo funcionando. Nos armamos de telescopio y prismáticos, pero pasó tan deprisa por encima de la terraza, que no nos dio tiempo a nada. Parecía que sonaba.
Esta última vez la vi por casualidad, pero tenía más campo visual, así que pude verla durante un par de minutos. Avisé a Juanjo, pero no quiso salir, que a él las cosas astronómicas se la suspenden por tiempos musicales, que diría Forges.



CAMBIOS EN LA FAUNA
Nos estamos quedando sin gatos. El miedo que nos da es que salgan ratas como leones. La última que ha desaparecido ha sido la gata alien. Mi sobrino Carlos no se tiene de risa cuando se acuerda de lo que le conté sobre esta gata: lo que me dijo Antonio, el de la cabra, un día que estaba el alien por ahí, que ya te he dicho que es medio siamesa
-       E mu buena para cazar eza gata. Ez eztranjera. Ez una gata eztranjera.

Y yo le miraba alucinada, porque no he visto una gata más tonta en mi vida.
Total, que Juanjo anda preocupado y buscando gatos por ahí para traerse. Le van a poner de arañazos que va a flipar, auque ya flipó un día que quiso bañar en el mar a un gato que tuvo. Éste se le agarró a los hombros, maullando como un loco, y le puso tibio de sangre, a fuerza de clavarle las garras, muerto de miedo, para no caer al agua. Juanjo no se lo podía quitar de encima y cuanto más lo intentaba el gato profundizaba más en su agarre aterrorizado. Juanjo acabó chorreando sangre, y el gato le puso para verlo, según cuenta.
Por cierto que hace unos días, estaba yo trabajando de noche y vino una limpiadora, que empieza el turno por Urgencias y viene contándonos lo que hay.
-       Anda que han traído a uno que le ha atacado un león y le ha puesto que no veas.
Nosotras la mirábamos sin dar crédito
-       Pero ¿qué dices?
-       Era uno de Almuñécar, que debía estar dándole de comer y se le ha quedado abierta la jaula. Pero no le ha mordido. Debía estar ya bien comido. Eso sí, le ha puesto de arañazos por todo el cuerpo que hay que verlo.
Resulta que en Almuñécar hay una reserva de animales, Peña Escrita,  y éste era uno de los cuidadores. El suceso salió en el Ideal al día siguiente.
En fin, que vuelvo  a dispersarme. A lo que iba: que los gatos están prácticamente desaparecidos. Encontré una gata muerta en la zona donde tendemos la ropa. Cuando vivía la encontré rodeada de gatitos en ese mismo lugar. Y allí fue a morirse. La metí en una bolsa de plástico para “enterrarla” en el contenedor y entonces entendí lo que le pasó a Patricia cuando se cargó un gato. Y es que la gata estaba como un palo. Así que tirarla encima de otro debe ser como darle un garrotazo.
Total, que ahora es difícil ver gatos por aquí. Parece increíble, cn todos los que había siempre
-       Zerán la calore –dice Antonio, el de la cabra
Pero pensamos que tiene que ser alguna otra cosa, porque este año tampoco ha hecho tantísimo calor y los gatos en veranos peores sobrevivían sin problemas.

VISITAS Y ACTIVIDADES VERANIEGAS
Este año he tenido casi todo el tiempo gentes de visita en casa. Además de mi padre, que en verano va y viene, han venido mis sobrinos: Carlos se quedó tres semanitas y Oscar una semana. Mi hermano Jaime ha venido algún día, y también Patricia. Mi amiga Mónica iba a venir con sus hijas, pero tuvo un accidente de coche por el camino e incluso estuvieron ingresadas en Alcázar de San Juan. Luego pensó en venir en Septiembre, pero empezó a hacer rehabilitación y tampoco pudo ser.
En Septiembre vinieron Llanos, que pasó unos pocos días, y Josep, que venía a descansar un poco y a “olvidarse” de sus achaques del invierno.
Pensaba llevarles al Jimmy antes de que cerrara, ya que habitualmente cierra después de la fiesta, que es el 9 de Septiembre. Como Llanos y Jose venían el día 1, pensé que sería un momento fenomenal. Pero resulta que la semana anterior fui con Juanjo, que se marchaba a Madrid, y ya no iba a tener ocasión de pasar por allí este año. Se me ocurrió preguntarle a Jimmy, simplemente por asegurarme, si tendría abierto la semana siguiente. Me dejó de piedra cuando me dijo:
-       Pues no sé, depende de cómo esté la luna, el mar…..
Y se conoce que, aunque el mar estaba de miedo y la luna llena, se aguantó las ganas de trabajar y cerró el último fin de semana de Agosto, dejándonos en tierra a Jose, Llanos (que estuvo allí una vez, aquí donde la ves) y a mí, por tomar una copilla con ellos allí. Tuvimos que cambiarlo por copas en el mirador de casa, donde se estaba estupendamente a la luz de las velas, todo hay que decirlo.
Hemos ido a ver algunas cosas: cuando vinieron Llanos y Jose subimos los tres a la Alpujarra. Me habían “soplado” de un sitio para comer, donde cocinan estupendamente, pero una barbaridad: más indicado para invierno, y de otro para tomar un café, que es una cosa preciosa: un jardín lleno de manzanos colgado del barranco de Poqueira. Yo esperaba que, al ser Septiembre haría algo de fresco, pero nos apareció un día de calor impresionante. La verdad es que Jose ha tenido mala suerte. Ha pillado días de mucho calor, que casi no había hecho durante el verano. Lo bueno es que aquí se duerme bien haga el calor que haga de día. Pero hemos ido a ver algunos pueblos y playas. Espero que le hayan gustado. Y he descubierto sitios que tenía pendiente visitar y me han encantado, como los pueblos que rodean el embalse de Béznar y Vélez de Benaudalla, que es un pueblo por cuyo lado he pasado montones de veces, pero en el que nunca había entrado. El pueblo donde está el Azud. Pero tiene también un manantial, acequia, unas calles decoradas con un adoquinado bonísimo y un jardín nazarí que está en restauración, así que no he podido verlo, pero tiene buena pinta.
Hemos ido a la Alambra a ver espectáculos varias veces. Un par de ellas al festival de música y danza, donde vimos a Baremboim en el Palacio de Carlos V, con buena acústica, y en el Patio de los Arrayanes, donde escuchamos música de cámara en un entorno casi mágico.
Al final del verano a un espectáculo que hacen anualmente en El Generalife sobre Lorca. Este año iba sobre cante jondo y fue precioso en escenografía, coreografía y vestuario. Además cantaban canciones conocidas: Los cuatro muleros, por ejemplo.

EL ÚLTIMO DÍA DEL VERANO
Juanjo fue a buscarme al Hospital, porque el día anterior, que es su cumpleaños estuvimos comiendo en Capileira en el jardín ese tan bonito. Bueno, comimos dentro de la casa, que es bonísima y tiene buenas vistas, porque había nubes amenazantes. Al volver, después de dar un vuelta por algunos parajes alpujarreños y de llegar al final del camino del Mulhacén, hasta donde se puede llegar en coche,  yo me quedé en el Hospi, porque trabajaba de noche y JJ fue a buscarme por la mañana. Desayunamos en una terraza de Torrenueva, pero Juanjo andaba inquieto, buscando una terraza frente al mar. Finalmente fuimos a Calahonda y tomamos un café en la terraza de un hotel, que está frente a la zona donde dejan las barcas, en un abrigo natural. Nos avisó la camarera de que en el mar había delfines. En realidad eran atunes, unos que aquí llaman Tollinas, aunque puede que hubiera también delfines. Saltaban por el mar en grupos y solos, formando unos líos de miedo a veces mientras comían. Era un espectáculo precioso y las gentes que andábamos por ahí no podíamos despegarnos de él. Algunas personas salieron con barcas o piraguas para verlo más de cerca.  Una cabra montés también miraba hacia el mar desde una roca pegada a la playa.
Nosotros acabamos subiendo al morrón para verlo desde arriba y nos dimos cuenta de que el mar estaba abarrotado de atunes. Una pareja vino también a verlo. Nos pareció una suerte increíble contemplar aquello. Estuvimos hasta casi las once mirando el  espectáculo marino.
Desde allí llamamos a Pepe y a Isabel contándoles dónde estábamos. Quedamos para ir a comer a Adra. Pepe tiene un primo que dirige un restaurante donde se come muy bien y Juanjo no había estado nunca: Habíamos intentado ir varias veces pero, por pitos o por flautas, no había manera. Yo había estado el verano pasado, con Pepe, Isabel y mi padre, y comimos estupendamente. Así que fuimos allí y nos pusimos tibios de comer.
Tomamos luego una infusión en el porche de casa, viendo el atardecer -los atardeceres ya van siendo rojizos, típicos de otoño- y por la noche, estuvimos viendo el partido de baloncesto en el que la selección española ganó el campeonato de Europa.
Así que ha sido un día de final de verano de lo más completo.