jueves, 18 de diciembre de 2014

DIA 55 . VOLCANES

DÍA 55

12/DICIEMBRE/2014 VOLCANES

Ha estado lloviendo toda la noche. Yo me desperté por el ruido de camiones y acabé poniéndome los auriculares. Nos despertamos algo tarde, y ya estaba el servicio abierto, así que pudimos lavarnos. Está muy limpio. Es alucinante cómo cuidan en este país las zonas de servicios. Siempre están limpios, con papel, jabón, son gratis y muchos son automáticos, de los que tienen música. Los hay en todas partes, siempre a la entrada de cualquier sendero o atracción natural o no. Hay mucho automatismo y dispensadores de jabón en espuma con detector.

Sigue lloviendo y el cielo está cubierto totalmente, así que decido ir por la carretera rápida ya que, con tanta lluvia y el cielo tan cubierto no merece la pena entretenerse en ir por la otra carretera. Pasamos una larga zona de bosque hasta llegar a la ciudad donde la carretera del Tongariro se bifurca en dos. La zona de bifurcación es un pueblo que alberga una zona militar grande. Pone que no te bajes del coche, que es peligroso. ¿ Igual disparan? o_O

Pasamos la zona desértica del Tongariro. Hemos tenido suerte y se han levantado algo las nubes al pasar a la vista de los volcanes. Nos dimos prisa en retratarlos, porque viene otra nube negra gorda. Sopla el viento helado en el páramo. En esta zona también rodaron la peli. Creo que la base de operaciones la tenían por aquí.

Llegamos a Taupo a mediodía. El lago es enorme. Ocupa la misma superficie que Singapur. Hoy no está despejado, así que no tiene vista para foto, porque no se ven bien los contornos, ni las cordilleras que lo rodean. Fuimos directos al centro de información porque, aunque tengo anotados los sitios para visitar, no tengo idea de dónde andan, excepto dos que vimos al venir, porque no tengo un mapa detallado.

En el i-Site me dan un mapa más concreto, y toda la información sobre parques. Me recomiendan que visite los dos que tenía pensados, ya que hay varios más, pero en todos cobran.

De momento, vamos a visitar las cataratas Huka, que están formadas por un torrente de agua tremendo que sale del lago Taupo y son el inicio del río Waikato, el más largo de Nueva Zelanda. Hay miradores y senderos que recorren todo el trayecto de las cataratas, que no son altas, pero sí largas. Más bien rápidos, que pueden navegarse con unos barcos especiales. No creo que pueda hacerse rafting. Son demasiado fuertes, aunque vete tú a saber...La fuerte corriente espumosa desemboca en un remanso azul precioso. Todo está rodeado por una vegetación frondosa.

A continuación fuimos a visitar los cráteres de la luna. Allí se pagan 8 dólares. La zona es un valle desolado, con aspecto de Caldera volcánica, algo más baja que la zona que lo rodea y una vegetación rala y quemada. Se llaman así, por el aspecto lunar de la zona, que contrasta con la vegetación que cubre los bordes de la caldera.

Vemos humo saliendo de distintos puntos, como si la zona estuviera llena de hogueras. Huele a azufre. Es algo sorprendente al primer golpe de vista. Paseamos por los distintos cráteres. Hay avisos para que no te salgas de los senderos, que es peligroso por la temperatura. Se está calentito. Básicamente vemos fumarolas, aunque en algunos hay agua y lodo hirviendo. No en grandes cantidades, pero se escucha el sonido del borboteo. Los cráteres contienen algo de vegetación, pero quemada. Vemos un géiser raro,maque de vez en cuando escupe agua por un lateral.

Salimos de la zona y paramos en un punto de picnic a hacernos una ensalada. No hace sol pero la temperatura no es mala, así que comimos a gusto. Mirando hacia el valle, vemos las chimeneas humeantes de las centrales térmicas, que proporcionan el 5% de la energía de la isla. Hay también baños termales.

Volvimos al i-Site a comprar unas entradas para visitar mañana Wai-oTapu, porque nos hacen descuento. He preguntado el precio de las actuaciones Maoríes, pero vamos mejorando. Aquí valen más de cien dólares, así que me quedo sin verlo.

Por la tarde visitamos Orakei-Korako, que es el parque volcánico más próximo a Taupo. Al llegar, vimos un barco. Me preguntó Juanjo, y dije que seria para dar paseos por el lago y que tonterías las justas. Perdí la ocasión de callarme, porque te llevan en barco por narices, ya que hay que cruzar el lago para llegar al parque, porque no hay otra manera. Pero el barco va y viene constantemente.

Lo primero que vemos es una especie de cascada de sílice que llega hasta el lago, por la que cae agua caliente. Sale humo de toda la superficie. Vemos los colores de los distintos materiales: el blanco del sílice, el rojo del óxido de hierro, el amarillo del azufre...en la superficie hay pequeños agujeros con agua azul, así que lo llaman la Paleta del Pintor en la zona donde los colores son más evidentes. Hay un pequeño brote de agua hirviendo, un pequeño géiser.

Vemos a nuestro alrededor vegetación espesa, con muchos helechos. Aprendemos que hay helecho negro, que alcanza 16 m de altura, y helecho plateado, que es el símbolo de Nueva Zelanda.

Es bastante bonito. Hay también una gruta; en la explicación dice que es la única gruta en zona geotermal, aparte de otra en Sicilia.

Seguimos viendo letreros que dicen que ojo al manojo y que no vayas a tu bola, que es peligroso.

El último shuttle sale a las cinco y media. Parece que con los horarios son bastante rigurosos y no echan ni un minuto de más, véase el restaurante aquél que a las dos menos uno les dijeron a unos tipos que tararía que te vi, y hace un rato, en los cráteres de la luna, hay un letrero que dice que cierran a las seis EN PUNTO y que a las cinco y media sonará una sirena y que tienes media hora para abandonar la zona o te tiran a un cráter. Hablando de tirar, nos llama la atención que, en un país tan limpio, haya papelitos tirados dentro de algunos cráteres. Luego caigo en la cuenta de que la peña debe tirarlos para ver si arden. Vaya tela!.

A eso de las cinco, hemos acabado la visita. Nos acercamos al muelle y el Maorí que lleva el barco viene pitando a buscarnos. Hace una maniobra fantástica, y Juanjo le felicita.

Vamos camino a Rotorua, para quedarnos en el camping que veamos más cerca de Wai-O-Tapu, donde tenemos que estar mañana pronto porque hay un géiser que sale a las diez y cuarto, y los géiseres, cuando dicen de salida una hora, no hay regateo que valga.

No hay ninguno por el camino y al primero que llegamos, que solo esta a 5 km de Rotorua,  anuncia que tiene estanques de agua termal. Me vendría de muerte un baño relajante pero, cuando acabamos de pagar y coscarnos de donde están las cocinas, baños y demás, pregunto por los estanques y me dicen que ahora no están funcionando, maldita sea!

La verdad es que estoy muy harta de carretera hoy y necesito una ducha. Aparcamos el coche bajo unos árboles y salgo disparada a la ducha, donde me entretengo un buen rato bajo agua caliente, caliente, caliente...mmmmm

Juanjo hablaba de cenar una carne, pero tengo bacon y tomate para hacer pasta y le digo que no, porque hay que gastar lo que tenemos. Pero hay BBQ. Una vez duchada, me da igual ir donde sea, y comento de acercarnos a Rotorua a por carne, si a él le apetece pero, una vez fuera del coche dice que ni hablar de conducir otra vez.

Preparamos pasta, y nos vamos a dormir, que falta nos hace.

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