lunes, 22 de diciembre de 2014

DIA 58 HACIA EL DOWN UNDER

DIA 58


15/DICIEMBRE/ 2014 HACIA EL DOWN UNDER

4:30 de la mañana y soñando el despertador. En. Mi maleta se ha atascado el tirador, y no sigo que llevarla por las correas. Lo cual significa que Juanjo se ha hecho cargo de ella y me la ha cambiado, para el transporte, por una de las suyas.

Sony, que no se llama Alfre, ni Albert y que, a pesar de su larga coleta rubia es calvo de mitad de cráneo palante, sale de la furgoneta, donde pienso que vive, y nos lleva al aeropuerto junto a una pareja que llevan cantidad de chismes del Camino de Santiago, la bandera española, etc., pero creo que son aussies. Pero ninguno tenemos ganas de conversación a esas horas.

La cola para el embarque es muy larga, y han tenido que meter por el on-lime a los que iban a perder el vuelo.

Nos da tiempo a tomar un café y a acabarnos las galletas y, cuando vamos a la sala de embarque, nos dicen que el avión tiene una avería en el motor y que vete tú a saber cuando salimos. Nos dan unos cheques para comida, y Juanjo va a pillar unos sándwiches porque el siguiente vuelo es low- Cost y no nos van a dar ni agua.

Teníamos muchas horas en el aeropuerto de Sydney para el siguiente vuelo pero, con el retraso, calculamos que vamos a llegar raspados. El tipo de la tripulación que informaba nos dijo que, si salíamos antes de las 11, podríamos coger el vuelo. Si no, no. Jetstar es la low-Cost de Qantas, y el tipo nos dijo que nos cambiarían de vuelo en Jetstar si había problemas.

Nos anunciaron que saldríamos hacia las 10, así que, si no hay problemas, tendremos tiempo.

La vista de la ciudad de Auckland desde el aire es espectacular. Varias bahías encadenadas en medio de un verdor esplendoroso. Mientras volábamos, iba mirando en la pantalla del asiento información sobre distintos destinos, algunos de ellos nuestros próximos, con Info de Lonely Planet. Iba tomando apuntes mientras miraba de reojo la pantalla de Juanjo con la información del vuelo, en la que indicaba que llegaríamos a las 11:40, hora australiana, dos menos que en NZ. Si llegamos a, será de  milagro. Hay que cambiar de terminal, para más INRI.

Fui saliendo del avión pidiendo permiso para salir de bajas pero, horror! La cola de inmigración parecía de USA. Fui a hablar con una de las vigilantes, explicándole que perdíamos el vuelo y no puso mayor interés. Dijo que todo el mundo tenía problemas y que nos pondrían en otro.

Curiosamente, tras de nosotros no había nadie. Éramos los últimos y no llegaba mas gente. También es mala follá...no me jodas....la cola iba rápido, pero estuvimos hasta casi la una. Salís corriendo a por las maletas, a pasar la seguridad, el control de alimentos y drogas...y pitando por los pasillos hacia el transfer, que no es gratis, sale cada 10/20 minutos y no hay manera de acelerar. El conductor se lo tomó con tranquilidad. Además, hay que salir a la carretera, había, atasco....en la terminal teníamos que subir a la segunda planta...total, que acababan de cerrar el vuelo cuando llegamos.

Tuvimos que ir a la oficina de Jetstar, decir que veníamos en un Qantas demorado (bonito color) y nos pusieron en el de las 5:30. Nos comimos los sándwiches. Puse un correo al hotel de Hobart diciendo que íbamos tarde, aprovechando que había WIFI en el aeropuerto. Ya me ha pasado dos veces que, al mandar un correo desde el iPad, donde viene prefijado ENVIADO DESDE MI iPAD, me contestan diciendo DEAR ENVIADO.

Hemos encontrado a un señor que ha vivido en Menorca varios años. Nos dice que trabajaba un día ala semana y con eso le llegaba para vivir. Estaba compinchado con el policía local,pero, le trasladaron, vino uno nuevo, le metieron en la cárcel, y se tuvo que ir a Alemania.

Hemos bajado a la planta de embarque cuando pudimos facturar, y nos hemos tomado unas XXXX en un pub. Hay un bar español que recomienda la Lonely, que se llama MoVida que tiene una carta española sin traducir al ingles. Como si estuvieras en una calle española cualquiera.

Finalmente embarcamos y nos fuimos a Tasmania. Pudimos ver la bahía de Sydney con un sol esplendoroso. Preciosa vista.

Hacia las 7:30 llegamos a Hobart. En la cinta de equipajes hay una foca de cartón piedra. Un transfer nos va llevando a los alojamientos. Nos hace descuento por tener el carnet de Hostelling. Llegamos a The Pickled Frog, un hotel verde, muy lioso, con mucho graffiti. Tenemos una habitación privada, sin ventana, calurosa, con ventilador...

Nos indican un pub, el Sharmsrock, donde podemos cenar pero, hemos llegado diez minutos tarde. A las 8:30 cierra la cocina y no hay nada que hacer. Nos dicen que vayamos a Salamanca, como lo oyes. Es la zona principal de Hobart pero, por eso mismo, es más cara. Cenamos en un restaurante italiano. Hay mucho ambiente cervecero, y gente tomando copas por los garitos próximos. Es lunes y a Juanjo le extraña, pero le recuerdo que los chicos están de vacaciones. Que es verano, aunque llevemos forro polar.


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