lunes, 14 de octubre de 2019

VIDA BARATA PARA GENTE BARATA

A quienes seguís el blog, lo dejé con un punto de intriga pero, aunque estábamos en shock, necesitábamos que nos dieran más información.

Hablamos con Josi por la noche para quedar hoy con él y ayudar a emplatar, al menos , o lo que nos dijeran. Pero nos sorprendió que nos dijera que podíamos quedar a las 10:30. La explicación es la siguiente:

Hoy no hay reparto. Salam ha dicho que le ha llamado un policía “de alto rango” para decirle que van a por ella s y que no se puede repartir comida en su recinto. Como no se puede repartir en otro sitio, no se puede hacer la comida. Hoy iban a hacer 1900 comidas. Y se habían puesto alubias suficientes en remojo.

Las razones que ha dado Salam suenan a cuento chino. Esta acusando a una gente que, seguro que no tiene nada que ver, en estar detrás del cierre del reparto y de la panadería. Parece que ayer dio un discurso a la multitud y acabaron aplaudiendo. Tenemos la sensación de que el tipo ha buscado una excusa para endiosarse un poco más. Pero veremos en qué queda esto. De momento, más de mil personas, mujeres y niños, van a quedarse sin comer. Es cierto que el gobierno y la policía intentan obstaculizar el trabajo de las ONGs todo lo que les es posible. Pero esto huele a chamusquina.

Tomamos un café con Josi en el puerto. Nos cuenta todo esto y le preguntamos lo que puede costar la comida que entregamos a cada persona. Nos dice que 1,50 euros. Cierto que tienen donaciones, pero es la media. Lo indignante es que el gobierna paga al catering oficial 8 euros por persona, que la comida está en malas condiciones, como el pan mohoso de la foto que colgamos en RRSS hace dos días, que los refugiados no quieren esa comida porque se ponen enfermos y que a veces les dan para cenar unas rodajas de pepino y nada más. Y la gente tiene hambre y se les nota.

Como nos hemos quedado sin trabajo, porque para 500 comidas, las de los voluntarios y poco más, aparte de la No Border, hay voluntarios suficientes, nos quedamos en Moria, porque Luz tiene citadas a unas refugiadas para su consulta de psicología.

Mientras llegan sus pacientes, hemos ido con Raúl, que ha venido esta mañana, a visitar el olivar, la parte exterior de Moria, donde vive una gran cantidad de refugiados que no caben dentro o no quieren vivir en el Campo, porque hay mucha violencia.

La parte principal del campo, el recinto, es una antigua cárcel. Con sus concertinas, cámaras de vigilancia, etc. El resto de las tiendas se extienden en el campo de olivos. Hay tiendas grandes, ocupadas por 14 personas, 3 o 4 familias, y tiendas de las pequeñas, con una familia cada una. Hay una pila con tres caños. La gente recoge agua y lava como puede, en barreños, con un agua que acaba muy sucia.

Hay quien cocina arroz en pucheros haciendo una fogata rodeada con piedras. Las tiendas están apiñadas, la ropa tendida en cuerdas entre ellas. Se acumulan las bolsas de basura. Un hombre nos pide que saquemos fotos de montañas de basura junto a las letrinas. Éstas están cerradas en su mayor parte. En la que está abierta hay una cagada enorme en la puerta.

Luz pregunta si seríamos capaces de vivir así una noche. Yo creo que una noche mala se pasa en cualquier caso, el problema es estar en esa situación sin esperanza ninguna de que cambie. Hay gente que pasa 3 años en ese campo. Tiene que ser desesperante.

Un afgano nos cuenta que por la noche pasan miedo. Él no duerme, vigilando, porque viene gente enmascarada, con cuchillos y rajan las tiendas para robarles lo que sea: un móvil o dinero, si lo tienen.

Le pregunto si hay escuela para los niños y me dice que sí, pero está lejos, dentro del campo y él no quiere que vayan porque pueden secuestrarles.

Este hombre lleva 4 meses aquí. Para avanzar con su papeleo tiene que pasar una entrevista. La media para conseguir esa entrevista es de 9 meses. Así que le quedan, al menos, 5 para exponer su caso.

Hemos visto una zona donde Refugees for Refugees tienen montado un espacio de juego para los niños. Estos se nos acercan con curiosidad y sonrientes, encantados de que les des la mano o les acaricies la cabeza.

Preguntamos por la comida. Nos dicen que tienen que hacer dos horas de fila y que cuando llegan, puede ser que la comida se haya acabado y les den un tomate o nada.

- Vida barata para gente barata

Nos dice un hombre. Y nos pide que usemos esa frase. Insistió mucho en ello, igual que había insistido el que nos pidió la foto de la basura. Esta gente necesita que se divulgue lo que pasa, está claro. Así que pido ayuda a quien lea este Blog para difundir estas cosas y ayudarles.

La vida en el campo es indigna. No se les trata como a seres humanos. La gente está huyendo porque los matan, como el afgano que ejerció de traductor de alemán para las tropas internacionales y está huyendo porque sus paisanos quieren matarle por eso.

La traductora de Farsi de Rowing era directora de un banco. Pero ha debido tener una experiencia terrible que aún no ha querido contar. Tiene una cita con Luz para tratamiento, cuando sea posible, porque está todo el tiempo trabajando en la clínica.

Su caso me recuerda otro detalle: cuando consiguen el pasaporte, tienen un tiempo limitado para marcharse a otro país europeo o les deportan a su país. Espera recibirlo pronto, pero en el tiempo que le Dan no le da tiempo a ahorrar para poder salir con su familia. Sólo cuenta con los 90 euros que les dan al mes. Las de Rowing están pensando en pagarle el viaje.

Nos hemos marchado cuando las de Rowing han llamado para decirnos que había llegado una de las pacientes de Luz.
Hago unas fotos de los terribles dibujos hechos por niños que tienen colgados en Rowing. Tienen que haber estado aterrados

Estamos impactados por las imágenes del campo:

Vida Barata para Gente Barata, que no se nos olvide









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