viernes, 30 de enero de 2015

DIA 98 SIEM REAP

DIA 98


24/ENERO/2015 SIEM REAP

A las cinco y media de la mañana escucho cómo prueban un micrófono como si estuviera dentro de la habitación. A las seis empieza un terrible follón de música y cantos, junto con discursos con un jaleo que pa qué y un volumen endiablado. No me lo podía creer. Suena a ceremonia religiosa, pero ni el estruendo ni la duración son normales. Si es una ceremonia religiosa, la hemos cagado porque eso significa que tenemos un templo al lado y va a ser así todos los días. Pero dura muchísimo. Nos levantamos después de las siete y seguía el mismo lío. He mirado por la ventana pero o distingo de donde viene el lío, aunque tiene que estar justo al lado. El baño está limpio y tiene de todo, pero la ducha es de las de tipo turco, de las que cae el agua a todo el baño y se inunda. Hay que salir descalzo por eso. Hemos puesto la alfombrilla de baño por fuera para secarnos los pies antes de salir a la habitación.

Bajamos descalzos a desayunar porque hemos visto que la gente deja fuera los zapatos y todo el mundo se mueve descalzo. Entramos a desayunar. Todo está nuevo. Una camarera nos pone la servilleta en el regazo y elegimos el desayuno entre tres posibilidades: americano, inglés o pancakes. Viene un chico a disculparse por el ruido. Entiendo que es el jefe de la banda. Nos dice que hay una fiesta particular fuera. Vaya puntería, pienso, cuando nos asegura que solo será hoy.

Hablamos con él sobre posibilidades de hacer cosas y decidimos ir al museo antes de empezar a ver templos. Tenemos que sacar pasta del cajero, ir a una farmacia a buscar algo para los oídos de Juanjo, así que pensamos quedarnos hoy por aquí a todas estas cosas. Hemos visto de donde procede el follon. Han montado una carpa en la puerta de al lado con pocas personas, vestidas de gala, con mucho rojo y dorado, y el tipo del micrófono, al que he maldecido con todas mis ganas. La carpa es pequeña, no entiendo semejante volumen del micrófono. Y finalmente, la fiesta debió acabar a mediodía, no sé pa qué tanto madrugar...

En el cajero sacamos dólares, porque todos los precioso vienen en esa moneda. La moneda local queda para cosas pequeñas. El cambio de un dólar te lo dan en su moneda, Riels.

En la farmacia no nos ponen ningún problema por comprar un colirio con antibiótico sin receta. Compramos además Ibuprofeno, porque se han acabado los antiinflamatorios, y un lavamanos.

Vamos en tuktuk al museo, que está en la carretera a Angkor. En la Lonely Planet ponía que no tenía muchas cosas, pero la verdad es que hemos pasado varias horas en él. El edificio es bastante grande y una sala te va llevando a otra. Todas están cerradas. La primera que visitamos es la sala de los 1000 Budas, de todos los tamaños. Muchos pequeños y dorados en nichos en las paredes, y los más grandes en el centro,, de piedra en su mayoría, aunque hay unos cuantos de pie hechos en madera, bastante deteriorados.

El museo contiene muchos vídeos en los que eliges el idioma. En ellos dan información sobre el Panteón Hindú y sobre las salas que estás viendo, unas sobre religiones, otras sobre estilos artísticos y trajes, una sobre Angkor Wat, otra sobre Angkor Thom.

Hechos polvo con tanta información, comimos en el restaurante del Museo, que es un chino, pero es tarde y no sabemos si vamos a encontrar algo. La cerveza la tienen fría y la ponen en vasos helados.

Hemos cogido otro tuktuk para volver al centro. Hemos pasado por la oficina de turismo, pero nos dan únicamente un mapa fotocopiado de los templos bastante malo. Es mucho mejor una copia que me han sacado de Internet en el hotel. Además he comido prestada una guía que recomiendan en La Binlia, la Angkor and Siem Reap visitor's Guide, que proporciona información de todos los templos, clasificados por estrellas para indicar su importancia.

Fuimos a la habitación a hacernos una idea, con la guía y los mapas, de lo que teníamos que ver, y decidimos empezar por el circuito largo, para dejar para mañana el corto, que es donde están los templos más importantes.

Nos hemos dado un baño en la piscina, que tiene un bajo relieve con una barca ceremonial sobre el que cae el agua en cascada. Luego hemos ido a dar un paseo por la ciudad para ver los mercados, y comprar lago de fruta para mañana. De repente escucho en español:

- Tú cuanto darías por esto?

Me vuelvo hacia la voz y encuentro a un tipo vestido con una camisa de elefantes que me preguntaba. Le miro y digo que no más de cinco dólares.

- Eso pienso yo, pero me pide ocho, y yo mañana se la devuelvo, es para hacerme una foto.

Pensamos luego que es mentira, porque el hombre lleva una camisa de loros en tonos verdes chillones y la que estaba comprando era bastante más discreta. Nos dice que es de Gandia y que mañana va en bici a ver los templos, que viene desde Puket y que tiene que ir a Bagkok en bus. Le advertimos sobre el aire acondicionado para que se lleve algo de abrigo. Nos dice que los tuktuk para los templos valen 13 dólares.

Hemos comprado unos platanitos pequeños a una chica sonriente que nos enseña a decir Gracias y Adiós en camboyano, aunque ahora no seria capaz ni de escribirlo ni repetirlo.

Volvimos al hotel a dejar las compras, que incluyen galletas, cacahuetes y algodones para los oídos, y hablamos con el encargado de hotel, para que nos busque un tuktuk para mañana. Con él está el mismo conductor que nos ha ido a buscar. Nos dice el encargado que nos cobra 18 dólares por todo el día. Me parece caro, pero el encargado nos dice que conoce muy bien los templos y cuando ir mejor a cada uno. Quedamos con él hacía las siete y nos fuimos a cenar. Hay una calle que se llama Pub Street, por la cantidad de bares que tiene. Pasamos por el mercado nocturno, esquiamos a las de los masajes, manicura y masajes con peces -algunos bien gordos de tanto comerse humanos, supongo- y fuimos a cenar a uno de los sitios que vienen en la Biblia, un restaurante khemer de comida tradicional, que estaba. bastante lleno, pero nos han llevado a otra zona donde hemos podido sentarnos. La comida no está mal, muy especiada, con bastante verdura, pero la cerveza no está nada más que fresca.

Nos hemos acostado temprano, porque todavía andamos sonados después del festejo de esta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario