martes, 27 de enero de 2015

DIA 94 JARDINES DE KYOTO

DIA 94

20/ENERO/2015. JARDINES DE KYOTO

Hoy nos vamos de Kyoto, pero hemos sacado billete para las cinco de la tarde, así que os da por ir po a visitar alguna cosa más. En Kyoto hay 1600 templos hinduístas y 400 budistas. Así que es difícil elegir. Pero vamos a ver unos jardines y un templo que nos recomendó  Joyi.

Juanjo sigue con precauciones para comer. Hemos desayunado en la estación, y luego hemos ido a pillar autobuses. El número cinco, que ya nos lo sabemos,maque va a llevarnos de nuevo al Paseo de la Filosofía, a la zona donde lo dejamos anteayer. Al poco de recorrer el sendero hemos ido a Ginkaku-Ji, el Pabellón Plateado. Este templo es Zen. Su atracción principal es el jardín, aunque los pabellones, que no pueden visitarse, tienen una estructura interesante. El jardín se inicia con una zona de jardín seco.,Los jardines secos están hechos con tierra trillada y piedras. En este caso, un montón de tierra blanca gruesa está colocada en un montón con forma de cono truncado. Frente a ella se encuentra una plataforma de la misma clase de tierra que simula las olas del mar. El como es el Fujiyama. Rodeando el conjunto, hay un estanque y plantas verdes, que contrastan con el jardín seco. Lo divertido de estos jardines es que, a cada paso que das, cambia la perspectiva. Así que no paras de echar fotos. Y eso que es invierno. En primavera o, mejor aún, en otoño, tiene que ser para no irse.

El jardín continúa bordeando el estanque y por un sendero que sube un poco la ladera. Hay un pequeño bosquecillo de bambú que bordeamos. Ha pasado algo curioso. Le dije algo a Juanjo y sonó un eco entre los bambúes. Juanjo también lo escuchó, y volvimos unos pasos atrás a ver si se repetía pero, aunque caminamos paso a paso para localizarlo , no fuimos capaces de hacerlo. Raro, raro.

Juanjo está encantado con el jardín, venga a echarle fotos. Pero finalmente dejamos de maravillarnos y salimos al Paseo de la Filosofía para buscar otros templos cercanos. Llegamos a Honen-Ji, un templo en el que no hay que pagar, y tiene pocos turistas. Nada más entrar hay dos montículos rectangulares trillados. Uno es geométrico y el otro de flores.

El resto del jardín es muy sencillo, pero agradable, y te encuentras a veces de forma sorpresiva con pequeñas grutas con Budas, que tiene e ofrendas de flores y frutas. Al final del jardín hay una pequeña pagoda y una escultura que tiene una columna central azul oscuro hecha de bolas que van disminuyendo de tamaño hasta la cima, y alrededor, una especie de parterre de piedra en el que se encuentran muchos pequeños elementos de cerámica azul, como la columna, con forma de peces que miran hacia ella. En la esquina más cercana a mi, hay una pequeña placa de piedra con una inscripción y su traducción en otro sitio cercano: Escucha, Piensa, Acepta, Practica, Cree, .....decía la placa. Le hice fotos porque me gustó el mensaje.

Después visitamos Shoren-Ji. Este templo tiene delante dos árboles Alcanforeros que son de traca. Muy grandes. Tienen alguna de las ramas sujetas con una especie de muleta, para que no se partan por el peso. Entramos en el templo, descalzándonos, y pagamos la cuota correspondiente. Hemos pasado un frío en los pies que ni te cuento, paseando por los pabellones uno nos han dado pantuflas. Vamos en calcetines, con los dedos helados. Los pabellones se suceden alrededor de un jardín, al que no vemos cómo bajar. La verdad es que tenía unos murales muy chulos, de flores, varias salas de oración, y una sala donde había una silla de manos y varios baúles muy bonitos. Pero estamos con los pies pasmados. Finalmente encontramos el camino al jardín. Recuperamos las botas y lo recorrimos, aunque no es tan bonito, ni de coñá, como el del Pabellón Plateado.


Volvimos a coger el bus para ir a otro templo, que estaba en obras, así que fuimos, atravesando un parque, caminando hasta Gion, donde cogimos un bus hasta Sanjsusangen-Ji.  En este pagamos más que en el resto. Juanjo renegAba porque estaba prohibido hacer fotos, pero a mi me ha gustado, y he aprendido cosas sobre Budismo que no sabia. La verdad es que de Budismo sé bastante poco, pero el tema es que la relación Hinduismo-Budismo es diferente a lo que yo pensaba. Aquí he aprendido que el panteón hindú y el budista son muy parecidos. Pero a los dioses se les otorgan misiones diferentes, y las historias que los avalan son distintas. Yo conozco el Panteón hindú, hasta cierto punto, pero del budista no tenía ni idea. De hecho, pensaba que no había Panteón, sino  la Iluminación y las reencarnaciones, y su sistema filosófico. Pero encontré a muchos de los dioses hindúes, como Shiva, Visnú, Laksmi e incluso Garuda.

Lo más llamativo de este templo es que contiene 1000 estatuas de Boddittsava Kannon, que me estoy enterando que es la Diosa de la Merced. Las estatuas son de de tamaño natural, de pie y de bronce, todas distintas, algo así como los Guerreros de Xian, con algo distinto en cada una. Cada estatua puede converirse en 33, dicen, así que, en realidad,s estamos viendo 33000 estatuas. Cada una tiene 20 brazos, que pueden multiplicarse, así que dada una tendría 1000 brazos. Si echas la cuenta, te sale que estás viendo una cantidad de peña alucinante. Además, en el centro hay una diosa Kannon muy grande, esta sentada. Pero detrás tiene un trono con muchos atributos, sus 20 brazos correspondientes, y puede multiplicarse lo mismo. Delante de las Kannon exentas están los veinte y pico de dioses que las escoltan, que son los del Panteón budista que os comento, delante de casa uno hay una explicación de su equivalencia en el Panteón Hindú y su significado budista. Estas estatuas son de bronce pero en negro. Muchas tienen delante botellas de Sake que les llevan como ofrenda.

Bueno, a mi me ha gustado ir a ese templo, a pesar de que hay polvo para aburrir. No parece que limpien a las Kannon en años. Juanjo anda mosca porque no ha podido hacer sus fotos.

Hemos vuelto a pillar el bus y fuimos hacia la estación, donde comimos unos platos de pasta, que es lo único que le apetece a Juanjo. Luego recuperamos el equipaje en el hotel y volvimos a la estación. Tenemos tiempo, así que hemos cambiado el Billete del Shinkansen para una hora antes, porque íbamos a llegar muy tarde.




Cogimos el tren a las cuatro. Nos han puesto en las primeras filas del primer vagón - hay 16 vagones, es un tren larguísimo- pero hoy no vemos el Fujiyama porque se ha hecho de noche. Perita.

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