sábado, 29 de noviembre de 2014

DIA 41. SANTIAGO

DÍA 41

27/NOVIEMBRE/2014 SANTIAGO

Nos hemos levantado sin prisa porque a Santiago hay muchos autobuses. Tengo que rehacer maleta. Llevaba sin abrirla desde qué se yo cuándo, arreglándome con lo que llevo en la mochila. En Talca cambié a ropa de verano y tengo que reorganizarme.

Desayunamos junto a Gladys y Miguel Ángel. Hablamos de distintas cosas y nos ayudan a reservar un hotel para estos días. No sabemos cuantos, porque estamos aún pendientes del cambio de vuelo. Encontramos, finalmente, un aparta-hotel en el puro centro.

Vamos en taxi a la terminal y subimos en el primer autobús que sale. Muy cómodo, con tres azafatas. Solo son tres horas de viaje,,pero años dan almohadillas, refrescos e infusiones, algo de picar...tiene, además, wifi, así que adelantamos cosas.

En camino transcurre con la cordillera a la vista, cada vez más cerca. En Santiago tomamos un taxi al centro. El taxista nos cuenta que le va muy bien. Trabaja en el taxi porque gana mucho dinero, más que si se dedicara atora cosa. Es universitario, pero dice que en el taxi gana más y que, cuando ha ganado suficiente en el día, se marcha a casa. Además es músico y compone canciones para anuncios. Ha estado en Madrid, porque nos habla del metro de allí y que el de Santiago se colapsa continuamente.

Vemos el Palacio de la Moneda, que no está lejos de donde vamos a dormir. El Aparta-hotel está en la calle Monjitas. Al entrar nos conducen a una oficina montada en un apartamento, donde nos cobran rápidamente y nos dan un mapa. La chica que se ocupa de la administración, que está sentada en la cocina, con un ordenador, me indica lugares para visitar y cómo llegar.

El apartamento es bastante nuevo. Está en el piso 21, lo que a Juanjo no le hace ninguna gracia, y tiene vistas a la ciudad y al cerro Santa Lucía. Hay cocina equipada, salón-comedor, varios armarios, caja fuerte..Salimos a comer algo. Es tarde. Vamos al mercado, donde hay restaurantes. Tomamos unos platos de pescado en un restaurante que se llama Donde Augusto, que acapara casi toda la planta baja. Es una marisquería y tienen también puestos de marisco y pescado. No hemos comido mal, pero creo que hemos pagado como guiris.

Volvimos al apartamento, comprando algo en el supermercado para esta noche, y bastante fruta en los puestos que rodean el mercado. En Santiago tenemos que aprovechar para sentarnos a estudiar lo siguiente que tenemos que hacer. Es complicado y necesitamos una conexión buena. La que tenemos está muy bien. Pasamos parte de la tarde buscando cosas en las distintas web. Cenamos tarde, enredados con esto. La verdad es que te pones a buscar en Internet y no acabas nunca...

Ha habido una puesta de sol espectacular que Juanjo ha retratado desde el minúsculo balcón. Da algo de vértigo.


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