jueves, 13 de noviembre de 2014

DÍA 26. Torres del Paine

DÍA 26

12/NOVIEMBRE/2014 TORRES DEL PAINE (EL PARQUE)

A las 6 de la mañana ya estábamos todos en pie, y pocos minutos mas tarde, desayunando en el comedor.

Anoche estuvimos de palique con los Pirenaicos, aunque Yolanda se fue a dormir en cuanto cenó y llenó su mochila con la comida que le correspondía. Ha empaquetado sándwiches de jamón y queso y los ha aplastado para que abulten menos. Pero el aspecto de su mochila una vez llena es terrorífico. Yo no me atrevo a intentar levantarla. Juanjo si lo hizo, pero con mucho aspaviento, y eso que tiene bastante fuerza.

Total, que nos quedamos de palique con Jose, tomándonos entre los tres la botella de vino de la cena, y nos ha contado lo que hace en el Pirineo que es, básicamente, todo lo que tiene que ver con deportes: esquí, barranquismo...dependiendo de la temporada.

Por la mañana, Yoli parece un poco seria. Está preocupada por el peso de la mochila,,pero se lo intenta tomar con humor: "Al final pesará menos"

La única ventaja es que no tenemos que cargar agua. Yo he cogido dos botellitas pequeñas, pero solo he llenado una porque nos dicen que hay agua todo el camino, muchísimos ríos, todos potables. Me ha contado Yoli algunas malas experiencias que ha tenido caminando con gente que se bebía toda el agua del tirón, en lugar de a pequeños sorbos, dejando sin agua al grupo. A mi me da terror encontrarme sin agua. También he pasado momentos malos por ese motivo.

La mayor parte de la gente llevan mochilas grandes porque van a acampar. Nosotros llevamos mi mochila pequeña todo-terreno -la mochililla de Ataque- la llama Juanjo, la bolsa "diseño japonés" que se ha comprado para llevar la cámara, pero metemos otras cosas, porque la cámara la lleva en el cinturón y la bolsa es extensible. También llevamos una mochila plegable con la comida. Hemos cogido lo imprescindible. Ropa de repuesto por si nos mojamos, un bote pequeño de gel, las toallas, porque los buitres de los albergues no nos dan ni toalla, a pesar del pastón que nos cobran. Y  he reducido mis cremas a un tubito de protectora solar. Y barristas de labios, porque con el viento se nos pueden quedar hechos fosfatina. Llevamos la ropa de abrigo puesta o a mano. Yo he metido todo lo que tengo de abrigo, por si acaso. Y ambos llevamos unas chanclas para la ducha.

Tenemos que llevar los pasaportes originales, nada de fotocopias, porque dicen que los guardas del,parque llevan el control de la gente que va por los senderos. Y necesitan el original, parece ser.

Juan nos lleva a la Terminal en su coche, y nos corta los billetes de bus,,porque la empresa es de su familia y él se ocupa algunos días de vender los billetes.

Y a las 7:30 sale el bus con los intrépidos expedicionarios de distintos países (España, Francia, Alemania, Japón, USA...) a emprender la aventura de las Torres.

Cada uno llevamos un plan. Juanjo y yo vamos a hacer más o menos la W al revés. Otros van a hacerla al derecho. La W lleva 4/5 días. Yoli y José van a hacer la O, que es el recorrido más largo, de unos 8/9 días, rodeando el parque.

A la hora de salir de la terminal, nos hacen una parada de diez minutos. No salimos del bus Juanjo      ni yo, tampoco los Pirenaicos. Yoli pretendía pasarse el trayecto durmiendo, pero hemos estado intercambiando direcciones de mail, blogs...la verdad es que sería divertido visitarles.y la zona donde viven no la conocemos, entre Benasque, y Baqueira,
Por la carretera hemos visto montones de guanacos, un cóndor, varias ovejas, pero muchos más guanacos que ovejas, dónde va a parar, algunas avutardas y mucha montaña nevada, aunque no se ven las Torres del Paine hasta que llegamos a la entrada del Parque. Todos les hicimos fotos al verlas.

También hemos pasado por muchos Lagos. El Lago Sarmiento es de color azul oscuro. Hay otros Lagos color verde esmeralda, otros color gris, y muchas olas en casi todos por el viento. Olas y agua que se levanta en nubes desde el lago por la fuerza del viento.

En la administración del parque nos hacen firmar una declaración jurada de que no vamos a encender fuego, cotizamos la pasta gansa que nos clavan, y nos ponen un vídeo explicándonos las penas de cárcel y multas por provocar incendios de forma accidental o a propósito. La verdad es que los israelitas la liaron buena con el incendio.

En ese punto empieza a dividirse el grupo. Yoli y José empiezan su ruta con un transfer y van hacia el este.

Otros continuamos la ruta en bus para llegar al lago Pehoé y subir al catamarán. Hace un viento que da miedo. El conductor ha tenido que parar un momento el bus porque ha venido una ráfaga de viento y lluvia impresionante. La verdad es que, viento aparte, hace un dia buenísimo. No hace frío y hay bastante sol, con algunas nubes que pasan a toda pastilla.

En una cala del Lago Pehoé esperamos a que saliera el Catamarán. Yo pensaba que salían con más frecuencia, pero el que vamos a abordar es el primero y sale a las doce. Son las once y tenemos que esperar. Veo que algunos senderistas comen algo y me parece buena idea hacernos un bocata y así no tenemos que esperar a comer cuando lleguemos a Paine Grande para empezar a caminar. Así que eso hicimos: un bocata para ir tirando.

El catamarán va petado de gente. De todos los países. Veo la Hostería Pehoé, donde estuvimos tomando un café mirando a los Cuernos del Paine hace ya unos veinte años. Cuando le cuente a Mayka lo que ha cambiado esto, alucinará. Antes no había nada. Ahora van 15000 personas al año, y la temporada no es larga. El día que estuvimos en la Hosteria no había nadie. Ahora cuesta trabajo encontrar sitio en los refugios a precio de oro.

Tenemos que pasar por el guardaparques para que nos selle un papel que nos dan para llevar el control, se supone, pero se limitan a perforarlo y a advertirnos de que hay una zona con mucho viento. Empezamos a andar y el viento casi nos tira a los dos minutos, pero no debe ser esa la zona de que nos habla, así que puede ser mortal.

El sendero empieza ascendiendo. No hace frío y enseguida sudamos porque vamos muy abrigados, pero el viento es tan intenso y hay unas nubes tan negras en el horizonte, y el tiempo cambia tan rápido que nos quedamos como estamos. Me he puesto el tubular en la cabeza, para tapar los oídos. A veces tengo que ponerme, además, la capucha del cortavientos, pero no por lluvia, sino por ráfagas brutales. Por ese mismo motivo no me quito en todo el día las gafas de sol, para proteger los ojos del viento.

Hay tramos de piso aplanado y otros de piedra suelta, barro, arroyos...no es fácil para mi, que no acostumbro a hacer senderismo. Encuentro un palo grueso y lo utilizo para caminar. La mayor parte de la gente camina con dos bastones. Yo no he traído mi palito de andar porque no estamos haciendo un viaje de trekking, aunque hagamos alguna caminata, como ahora. Pero lo echo de menos. Juanjo me ayuda en los tramos complicados, cuando hay bajada y mucha piedra suelta. Nos han dicho que este es fácil, que el complicado es el del último día, a la Base Torres. Ya le advierto a Juanjo que si ese día no lo veo claro,,que vaya él y yo le espero en el refugio, porque ese día tenemos que volver en el bus de las 19:30 sí o sí. Y no podemos arriesgarnos.

En el sendero que estamos haciendo pone que se tarda hora y media. Tardaremos más, seguro, Juanjo es capaz de hacerlo en poco tiempo, pero no yendo conmigo, que voy muy lenta y rengo que parar en todas las

A nuestra derecha hay altas montañas cubiertas de nieve. Pasa mucha gente en ambas direcciones. Me resultan varios muy parecidos

¿ Esos han pasado más veces o es que son todos iguales? - preguntó

Y es que hay muchos grupos de tres o cuatro chicos y chicas rubitos, con ropa de montaña ideal de la muerte, de lindos colores, con sus palitos, diciendo Hola con distintos acentos...y ya no sé si nos hemos cruzado con ellos más veces...

Hay gente que si que vemos varias veces porque van más rápido y han hecho paradas para comer, hacer fotos...nos adelanta un tipo de Huesca, creo que algo mayor que yo y que va como una bala. Va a ir y volver al glaciar para dormir en Paine Grande. Hablamos con él un momento,,pero sale disparado. Nos ha dicho que el Francés está cerrado por nieve y que se sabe hace días. Nos acordamos de la familia de las chicas de Vértice que nos hicieron la reserva, porque les explicamos lo que íbamos a hacer, y quedarnos dos noches en el Paine Grande para hacer el Valle Francés, y nos vendieron las camas sin decir ni Mu de que el Valle estuviera cerrado. Son unos chupasangres!!

Aparece el Lago de los Patos, bastante chulo, aunque en ese momento está nublado y pierde algo de gracia. Entramos en un sendero de bosque agradable, porque el terreno está aplanado y entre los árboles se nota menos el viento. Hemos visto una rapaz que se ha dejado retratar.

Desde una subida divisamos el Lago Grey, de color verde muy claro. En él flotan algunos témpanos, lo que nos hace pensar que el Glaciar no puede estar muy lejos, pero un letrero nos quita la ilusión. Solo hemos recorrido tres km y medio, y nos quedan siete.

Pasamos de nuevo por tramos de bosque, con arroyos, puentes y barro, algunas subidas regularcillas...pienso en que como llueva mañana, como está previsto , se puede poner el camino complicado.

Vamos viendo el Lago Grey ya todo el camino, y se hace más ameno. Seguimos avanzando y dejando pasar a los que van más rápido o se cruzan en dirección opuesta. "Enjoy"- me dice una señora más mayor que yo, que viene de vuelta, lo que me da cierto ánimoYa empiezo a estar un poco cansada. Sobre todo, por el viento que nos vuelve locos a ratos.

Tras una ráfaga especialmente DURÁ, le digo s Juanjo: "La Vin". Es la exclamación que usan mis amigas granaínas. Significa "La Virgen"

De repente, doy una voz de alegría, que Juanjo creo que no oye por el viento. En una subida aparece ante mi el campo de hielo del Glaciar Grey. Impresionante. Una lengua muy larga y azul. A partir de entonces apenas dejamos de verlo un momento. Intento hace fotos, pero el viento caí me arranca el móvil de las manos, además de intentar tirarme, cuando estoy desprevenida haciendo fotos.

Hay un mirador desde donde observamos el glaciar, pero el viento es allí aún más fuerte. Hago esfuerzos para no caerme. Yo no soy precisamente una pluma y voy cargada, pero las ráfagas son brutales. Nos acercamos a ver un letrero de situación que tiene el triste deber de comunicarnos que nos quedan aún 6 km de camino duro. El ultimo km hemos tardado en hacerlo. Era una subida tortuosa. Y donde estamos, en la cumbre del sendero, hay mucha piedra y es difícil andar.

A pesar de la vista del glaciar, el ultimo tramo es complicado. Necesito que me ayude Juanjo a bajar por un camino de Trolls, porque el palo ya no es suficiente. Emprendemos el camino de bajada. Las subidas agotan, pero las bajadas no me gustan nada...y menos por piedras.

Por fin vemos el letrero que indica que quedan 2 km. Hay aún algún repecho, pero es sendero de bosque, más tranquilo. Nos cruzamos con el de Huesca a 1 km del refugio, que viene de vuelta. Nos llama : " Granada, que ya os queda poco..." Sabíamos que nos iba a "doblar". Nos informa que el mirador del Glaciar está a 5 minutos del Refugio, pero no me fío de las cuentas de los andarines...

Llegamos al Refugio una hora más  tarde de lo que dice el mapa y el guarda. Hemos tardado cuatro horas y media.

Preguntamos en la recepción si somos los últimos y nos dicen que no, que aún falta gente. "Eso lo dices para consolarnos".

Después de que nos adjudicarán la habitación, que compartimos con un chico alemán muy discreto y que no esta mal (la habitación), tomamos unos bocatas y nos fuimos al mirador del Glaciar, por si mañana se pone la cosa fea.

El camino pasa por un sendero de bosque, por el camping pero, al salir del bosque, empieza otra vez el viento brutal. Pasamos un rato recorriendo los senderos que dan al glaciar, a los témpanos y al lago, hacemos las fotos que el viento nos deja y volvemos.

Me meto en la ducha pitando. El agua está caliente...regular, pero necesito quitarme el sudor. Me doy cuenta de que tengo las botas a punto de despegarse la suela. Puede ser un problema grave.

Nos metemos en las camas enseguida. Yo necesito descansar, y Juanjo se queda dormido enseguida. Yo estoy hecha trizas y él me ha confesado que está hecho mierda....


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