lunes, 3 de octubre de 2016

LA MAMA NEGRA DE LATACUNGA

2/10/2016 LA MAMA NEGRA DE LATACUNGA

Hoy viajamos a Latacunga en la provincia de Cotopaxi, a la que da el nombre el volcán que ha destruido la ciudad tres veces y que el año pasado estuvo en actividad. Los pronósticos dicen que debe estar a puntito de caramelo, porque debía haber entrado en erupción hace 30 años y no lo ha hecho.

Tras hacer las maletas y desayunar, hemos pasado por la Capilla de Cantuña, que sólo abre los domingos para misa a las 8. Menos mal que no hemos dejado de verla, porque es bien bonita. Barroca y con dorados, como corresponde, pero está muy bien. Merece la pena verse. No tiene artesonado mudéjar, como otras (creo que este punto no lo he mencionado en la descripción de las demás iglesias), pero no es cargante y es muy luminosa.

Durante el desayuno, ha entrado una pareja de habla inglesa a desayunar. Chapurreaban español y se les ha caído al suelo un chorro de leche de la jarra. El hombre ha ido a buscar a Sonia a decirle:

Problema, hay una pequeña laguna

Juanjo y yo nos partíamos de risa. Sonia ha venido a ver qué era eso, sin entender. Ha llamado a su ayudante para recogerlo.

Pagamos el hotel y nos pusieron un coche para llevarnos a la terminal de autobuses, que está lejísimos.  Quito tiene poco más de 2 millones de habitantes, pero están desparramados por la inmensa ciudad, que cubre cerros hasta donde abarca la vista, incluso desde las alturas.

Así que tardamos un buen rato en llegar a la terminal. Una vez allí, salimos hacia Latacunga enseguida, y en hora y media estábamos en la terminal. Por el camino hemos tenido la fortuna de ver el Cotopaxi, a nuestra izquierda, incluso hemos podido ver la cumbre nevada.

Al llegar a Latacunga nos hemos encontrado con la sorpresa de que están celebrando la fiesta de la Mamá Negra. Es la fiesta de la Merced, organizada por los comerciantes, pero hay una zona de la ciudad -el mercado más próximo a la Iglesia- que hace la celebración los días 23 y 24 de Septiembre. El otro mercado lo celebra más tarde pero pensábamos que era más adelante. Resulta que lo están celebrando hoy, así que fuimos al hotel Endamo, que teníamos reservado, donde nos dieron una habitación en la parte alta para poder ver los nevados, y salimos a unirnos a la fiesta.

Vimos mucha gente con las caras pintadas y disfraces extraños y una procesión de ashangueros, que portan las ashangas, que son cerdos asados en espeto rodeados de pollos, cuyes asados, botellas de distintos licores, y la estampa de la Virgen, que puede colgar de la cara del cerdo. Cuando pasan por delante del sacerdote, inclinan el cerdo ante él y lo bendice. Cada ashanga va precedida de música, gente disfrazada bailando, saltimbanquis, máscaras....cuando la procesión de "carnicerías" termina, empieza la ceremonia delante de la Virgen, a la que han sacado a la puerta y rodeado de flores. El párroco está presente, y un señor con un micro va "radiando" lo que pasa. Primero entró a saludar la Capitanía, tres tipos con disfraces de militares y máscaras, que hicieron el saludo a la Virgen, lanzaron unas salvas y se quedaron delante de la imagen a presidir la ceremonia.

A continuación entraron otros tres disfrazados de militares con una bandera de muchos colores en cuadraditos, como una colcha, que estuvieron ondeando incansablemente tras saludar a la Capitanía.

Luego entró el Ángel de la Estrella, que simboliza la estrella de Belén. Era una niña vestida de blanco con alitas y montada en un caballo enjaezado de blanco. Saludó a Capitanía y recitó un poema. Tras cada estrofa decía "Banda" y la banda tocaba un poco.

A continuación entró el Rey Moro, luego el Embajador, ambos montados a caballo. Todos ellos llevaban comítivas con personas disfrazadas y caras pintadas.

La Mamá Negra era un travestido vestido de mama Inés con un muñeco negro en un brazo y una perilla de las de enemas en la otra mano. Me hice una foto con ella.

La procesión se marchaba al mirador de la Virgen, a seguir la concentración y nosotros nos fuimos al patio de comidas del mercado, a comer algo. Nos habían dado un sorbo del licor ese tremendo y yo tenía el estómago regular. Tomamos unos encebollados, de camarones uno y de concha negra el otro. Consiste en una sopa con trozos de atún, cebolla, yuca y el ingrediente elegido. Lo acompañaron de plátano frito y palomitas. Juanjo tomó, además, un jugo de tamarindo.

Dimos otra vuelta y yo me fui a echar una siesta. Luego vino Juanjo, que había estado dando vueltas y se puso a escuchar los resultados de los partidos en la radio. Entonces vimos que el Cotopaxi estaba totalmente despejado. Salimos a la terraza y vimos que estaba despejado ese y los demás picos. Juanjo hizo unas fotos y nos fuimos al mirador de la virgen para que la foto saliera mejor. Le ha quedado muy bonita la del volcán Tungoragua, porque tenía una fililla de nubes hacia la mitad y la cima estaba despejada.

Fuimos a la plaza del mercado, donde hay música y baile, mogollón de puestos de comida y tienen preparados fuegos artificiales. Están entrando los de la procesión de cerdos, y siguen bailando con toda la carga encima.

Hemos estado un rato viendo el espectáculo y nos hemos ido a cenar a una pizzería, que es de lo poco que queda abierto a las siete y pico de la tarde.

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