domingo, 1 de febrero de 2015

DIA 101 BANTEAI SREI Y ANGKOR WAT

DIA 101

27/ENERO/2015 BANTEAY SREI Y ANGKOR WAT

Hoy no hemos querido madrugar. Hemos quedado con Bohn para que nos recoja a las 9:30 para ir a Banteay Srei, que está a 36 km pero nos dicen que es un sitio precioso. Le llaman el templo de las mujeres,por su detallado trabajo en piedra.

El camino no se ha hecho largo, y nos valen los pases de Angkor. Llegamos a las 10:30. Para el dolor de la piedra es cierto que es mejor ir más temprano, o a la tarde. Ese templo es una joya. Es del S X, hindú, con escenas del Ramayana y dedicado a Shiva, que se encuentra en muchas formas, como en danza cósmica (Nataraja). Los bajorrelieves son muy detallados, es el primer templo que se restauró, con el método de Anastilosis, utilizando los mismos materiales de origen; su color rojo y su filigrana en piedra son algo espectacular, no te cansas de mirarlo. Esquivamos a los chinos para poder retratarlo a gusto, y lo vimos en detalle, sin cansarnos de mirarlo, aunque ya aprieta el calor.

Salimos por un camino de bosque hacia un pequeño museo, con fotos de cómo lo encontraron originalmente y su restauración. El francés jefe de las excavaciones tiene aspecto de desesperación. Pero ha quedado fantástico.

Fuimos hacia Angkor Wat, parando a comer algo porque luego no encontraremos nada abierto,, nos dice Bohn. Mejor, para ver Angkor Wat en la tarde, con buena luz.

En Angkor Wat siempre hay mucha gente, pero es grande, así que no agobia. Primero hay que pasar el foso-estanque, de 190 m de ancho, por un puente,  entrar por la puerta y pararte a ver el templo en todo lo suyo antes de iniciar el camino procesional. Vemos las cinco torres, ahora ya bien, con buena luz, y echamos a andar por el camino. A ambos lados,  Devas y Asuras tiran de la serpiente Naga para batir el océano de leche.

La puerta principal está con andamios, así que hay que salir del camino procesional y entrar por una de las laterales. Angkor Wat se construyó a principio s del S XII, dedicado a Visnú, quizá como tumba, porque está orientado al Oeste, a diferencia de los demás, que se orientan al Este, y su recorrido se hace en sentido contrario a las agujas del reloj. Ambos motivos hacen pensar que el rey que lo construyó pensara el él como su rumba, o que fuera el hecho de estar dedicado a Visnú, que es dios del Oeste.

Su corredor inferior es donde está la del creación más interesante. Son bajorrelieves que muestran batallas contra los Cham (vietnamitas), la victoria sobre los de Siam (Tailandia), la escena de la batalla de Shiva y Hanuman con su ejército de monos contra los demonios que raptaron a Sita, entre otras cosas. Hay escenas procesionales, Garudas, Shiva y Visnú, y el batir del océano de leche, mientras aparecían dioses y diosas a partir de esta maniobra, como Parvati. Cada bajorrelieves ocupa la mitad de una de las caras, o sea, que hay ocho. Hay una puerta que sale al exterior sin escalera, donde montaba en elefante el Rey. El esta galería externa los dinteles y las paredes exteriores están llenas de otras tallas, como Apsaras, las ninfas celestiales.

La parte central está menos decorada. Hay un corredor interior que da al patio donde se encuentran las cinco torres, El templo representa el universo en miniatura: la torre central es el Monte Meru, y las demás torres son otras montañas; los patios son los continentes y el estanque exterior,el océano. Hay patios en todo el contorno, con grandes fosos que nos parecen antiguos estanques.
El templo pasó a ser santuario budista y como tal ha permanecido. El corredor contuvo una vez mil Budas, pero la mayor parte han desaparecido o se han trasladado. Hay un Buda bastante grande que es el que recibe las ofrendas.

Tardamos un par de horas en recorrer el templo. Pensábamos que estaríamos más, pero este es más impresionante desde lejos, por su tamaño. Le echamos otro vistazo desde el final del camino procesional. La verdad es que, desde allí, es muy espectacular.

Buscamos a Bihn y marchamos al último sitio, al templo de Phnom Bhakeng, desde donde se ve la puesta del sol. Nos damos cuenta de que vamos a hacer el guiri de nuevo, pero el templo tiene una calificación alta en la guía y es donde va todo el mundo al atardecer, así que nos unimos a la masa. Pero yo esta vez no había traído el chal, y no sabia que aquí ponían problemas por ir sin mangas, así que tuve que bajar a comprarme una camisola de elefantes, para que no falte de nada. Subimos por el camino polvoriento hasta la cima de la colina, y allí esperamos a que nos dejaran subir por la empinada escalera, después de que pasaran los que iban delante. Antes de subir había otro "control de mangas". Arriba vimos que el templo es piramidal, con muchas torres, pero muy hecho polvo. Hay un Buda en el centro. Es de los más antiguos, entre los S. IX,-X.

La vista desde arriba es básicamente vegetación, de la que sobresalen, a lo lejos, las torres de Angkor Wat. Pero el sol no va a ponerse por detrás de él ni de coñá. Hicimos una fotos del sol rojo entre las torres del que estamos y eso es todo. Hemos cumplido con la fase guiri.

Llegamos casi de noche al hotel. Ya no apetece bañarse. Nos dimos una ducha y nos fuimos a cenar un rato más tarde, al mismo sitio, dada la frialdad de su cerveza.
   

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