domingo, 17 de noviembre de 2019

Atenas. SOS Refugiados y Malakasa

Ya estamos en Atenas.lo primero que hemos hecho, tras instalarnos, ha sido ir a visitar a Patricia, de SOS Refugiados. Estaban limpiando el almacén. Esperan un trailer de Stuttgart. Una mujer iraquí estaba fregando el suelo. Esa mujer ha venido a Grecia con tres hijos. Su marido está en la cárcel. Uno de sus hijos tiene una cardiopatía reumática. Otro tiene un síndrome de Down, hidrocefalia, una posible espina bífida y no camina ni controla esfínteres. La mujer ayuda en lo que puede a SOS. Hay gente increíble.

Patricia suministra alimentos al campamento de Malakasa dos veces por semana. A veces no tienen.y hay que comprar aquí. La leche materna es carísima en Atenas, por ejemplo. Hemos visto lo que queda en el almacén. Hay muy poco. El envío de Stuttgart es de ropa.

Hemos hablado con Patricia mucho rato. Cenamos junto con Jamal, un sirio refugiado adorable, que tuvo un restaurante en Atenas pero acaba de cerrarlo por deudas. Es un punto importante en SOS. Un tipo muy sensato. Es psicólogo. Ha protagonizado una película documental, Varados, que se está proyectando o se ha ha proyectado en Madrid y es candidata a varios Goya.

En los campamentos hay gente que vive en contenedores y otros, no registrados, que viven en tiendas. La comida de SOS va para los de las tiendas.

Lo que hemos observado en Malakasa, donde fuimos a repartir la comida, es que estos campamentos están en condiciones muchísimo mejores que los de las islas, con diferencia. Hay amplitud y, aunque las tiendas están tan mal como en todas partes, no hay tanto hacinamiento, excepto una carpa bajo la que se encuentran 40 tiendas sin espacio apreciable entre ellas, pero al menos están protegidas de la lluvia.

Nos han confirmado que ya sólo hay una opción de entrevista en Grecia, tras la cual viene la deportación. Se ha retirado la tarjeta sanitaria a los refugiados. Al no haber constancia de vacunación, no se permite a los niños ir al colegio. Gracias todo al nuevo gobierno fascista.

En Malakasa se hacen lotes de comida para las familias. Se les llama por lista y se les da lo que corresponda. Pero Hilda, una irlandesa que hace pedidos semanales a un supermercado, me dice que hay gente en las tiendas que no reciben del reparto. Va a instalarse en Malakasa con su marido a enseñar inglés y controlar el tema de la comida que se reparte.

El domingo ha llegado el trailer y hemos ido a descargarlo. Cajas de ropa, mantas, zapatos y algunas tiendas, sacos de dormir y utensilios de cocina. Nos hemos dado una buena paliza porque había que descargar rápido para que el camión no estuviera aparcado mucho tiempo. Ha venido a ayudar mucha gente de la que vive en la calle.

Se han vaciado todos los squats. Solo queda el de Notara, uno de los más antiguos. Parece que se van a hacer vigilias para evitar su desalojo. Los que han sido desalojados viven en la calle. Algunos se han ido a campamentos pero, si se van, pierden la posibilidad de escolarizar a los niños. Los que ya iban a la escuela, podrían seguir haciéndolo viviendo en Atenas, pero en los campamentos no hay posibilidad. Por ese motivo, alguna familia ha vuelto a Atenas, aunque sea a vivir en la calle, para que los hijos puedan ir a la escuela.

Vamos a intentar ir con un grupo que reparte ayuda a la gente de la calle. Esta semana mismo. Ya iré informando

Hemos visto el inicio de la manifestación del Politecnico para conmemorar el levantamiento popular cuando gobernaba la Junta de Coroneles. Ahora, con el gobierno fascista vuelven a vivir una especie de dictadura. Entonces murieron unos 80 estudiantes. En la politécnica han leído todos los nombres junto a coronas de claveles rojos y mientras se iniciaba la manifestación, en la que todos llevaban banderas rojas. La zona está tomada por policía  militares y nos recomiendan que no nos movamos por la zona, a causa de los posibles disturbios. Estamos muy cerca de la zona de conflicto. Esperemos que no haya problemas.







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