lunes, 1 de octubre de 2018

Un día "accidentado"

He llamado a primera hora a la oficina de alquiler pero hasta las 8 no me cogen el teléfono. Quedamos en ir al aeropuerto, a recoger otro coche, aunque le digo a la encargada que me temo que nos vamos a quedar tiradas, como así ha sido. Así que te vuelto a llamar y cerca de tres cuartos de hora más tarde han venido con otro coche y una grúa.

Harold me mandó un mensaje para despedirse, pero ya nos habíamos ido. Está muy bien el Village Corner. Recomendable.

Nos dirigimos al ferry. Sacamos billetes para nosotras y para el coche nuevo que, en opinión de Lola, está muchísimo mejor que el otro, que estaba más viejo.

Metimos el coche en el ferry y subimos a cubierta a ver la llegada a Gozo, unos 15 minutos más tarde.

Me habían mandado un correo del siguiente apartamento para que avisara de nuestra llegada al subir al ferry, pero se me olvidó. Pero también me habían dicho que Daniel, nuestro contacto, estaría allí. No ha sido cierto. He tardado casi una hora y varias llamadas telefónicas en qué apareciera una señora que Lola está segura de que es la madre de Daniel.

El apartamento es muy grande y bonito, pero no tiene ni una pastilla de jabón. Por lo demás, está bien equipado, aparte del detalle de que no funciona el ascensor.

Un poco hartas y cansadas, hemos conseguido librarnos de Daniel y su madre e irnos a comer. Estamos en un pueblo que se llama Marsalforn y hemos bajado la cuesta hasta la ensenada, donde hay un agua muy muy clara y escalerillas de piscina para bañarse a lo largo de una especie de muelle.

Comemos fantásticamente bien. Un pescado hecho al estilo maltés, con aceitunas, tomates cherry, hierbas y acompañado de patatas y verduras. Lola ha tomado una pasta casera exquisita, rellena de queso feta.

Subimos la cuesta para acarrear las maletas, ya que el ascensor sigue sin funcionar, y nos aposentamos en nuestras habitaciones. Hay algunas camas sin hacer y hemos tenido que hacer un apaño.

Lourdes y yo hemos bajado a la piscina a daros un baño. Está el agua fresca, muy agradable.

La piscina es rebosante y el paisaje que la circunda muy curioso. Parece una colina encantada. La roca hace una formación muy peculiar.

Hemos ido a la habitación a descansar un poco y leer. Me temo que no vamos a tener mañana Jabón para lavarnos

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