domingo, 7 de octubre de 2018

Pisciplaya

Hoy se va Lola temprano, temprano, salimos de casa a las 6:30 y ya había bastante tráfico, a pesar de ser sábado. Pero hemos llegado al aeropuerto en media hora sin problemas.

No había lío para facturar y nos ha dado tiempo a desayunar después. Hemos acompañado a Lola a que comprara unos imanes para regalar y la hemos despedido al rato.

Tiene unas seis horas de escala en Barcelona, que va a aprovechar para ir a la pelu y hacer compras.

Nosotras nos encaminamos a Marsalokk, porque hay un punto en la costa que recomiendan todas las guías. Pero primero hemos tomado una cola. Tengo el estómago un poco regular con la leche del café y me ha sentado bien la Pepsi.

Hemos visto que hay barcos a Peter's Pool, pero no se ve a nadie vendiendo tickets, así que nos hemos ido por fin en el coche, recogiendo por el camino a unos españoles, una pareja, que iban andando y sudando, todos rojos.

En la información de Turismo les han dicho que no salen los barcos porque hay mala mar en Peter's, pero no les han dicho otra cosa.

Nos hemos puesto los bañadores en un parking y hemos bajado hacia el pool. He vuelto a coger agua y me he encontrado con un señor que subía seco, armado de aletas y tal y me ha dicho que es imposible bañarse. Hay una marea muy fuerte y mucha ola. Desde la parte de arriba vemos que es cierto. Es un recodo protegido por una pared de roca, que debe ser muy chulo con mar tranquilo, pero el oleaje es muy fuerte y es imposible meterse al agua, aparte de que puede destrozarte hasta el alma con las rocas como te lleven las olas.

Mucha gente vagaba por ahí, oteaban el sitio, bajaban y se marchaban. He encontrado a una señora de Tasmania, que se ha sorprendido mucho de que conociera su isla.

Nos metemos en el coche otra vez y, mirando el mapa, vemos que hay playas un poco más al norte, por Marsaskala, nuestro apeadero original. Hemos llegado a una playa de roca, con escalerillas para meterte en el agua, con alguna incomodidad, por el oleaje.

Pero íbamos sudando y nos hemos bañado. El agua está movida, pero tiene una temperatura estupenda.

Hemos tomado unas cervezas y patatas fritas en una terraza y hemos vuelto a bañarnos antes de comer.

Al acabar, hemos vuelto al apartamento a descansar un poco, porque el madrugón nos ha dejado cansadas.

Hemos puesto unas lavadoras y a la hora de cenar hemos ido al hotel que hay en Golden Bay, a tomar unos Apperol y cenar.
Aunque sólo hemos pedido un plato de entrantes, nos han tenido que poner las sobras para llevar, porque no hemos comido ni la mitad. Quesos ricos acompañados de rúcula, tomate y pimientos asados y churros de masa de pizza. Muy curiosos.

Los Apperol no estaban muy buenos y eran más caros que en otros sitios.

Lola nos ha mandado una foto desde su casa con tres Apperol preparados ya, la muy bruja.

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