miércoles, 25 de octubre de 2017

ENTRANDO EN PORTUGAL CON SARAMAGO

25 de Octubre de 2017. Entrando en Portugal con Saramago

Hemos salido a desayunar y luego a hacer recados. Yo necesito algunas cosas para llevar en el avión, que no sean frascos grandes y Juanjo ha ido a echar gasolina y revisar las ruedas.

En Mercadona me doy cuenta de que estoy mareada, pero me he tomado la tensión y está bien. Creo que tengo el cuello algo contracturado. Me molesta. Supongo que será eso, pero estoy como atontada.

Salimos de Aracena entre castaños, un camino precioso, para "cruzar la raya" y entrar en Portugal. Pasamos por Encinasola y dimos un paseo hasta el castillo, que está cerrado. Parece que estoy algo mejor.

Luego hemos seguido por carretera hasta Barrancos, en Portugal, y de allí a Mourao. Es la segunda vez que venimos. Este pueblo tiene unas chimeneas curiosísimas, redondas, muy particulares. La otra vez compramos reproducciones en cerámica, porque nos gustaron mucho. Pero no hemos sido capaces de averiguar dónde está la tienda de artesanía donde las compramos.

Subimos al castillo, dimos una vuelta por el pueblo y fuimos a comer a la Adega Velha (Bodega Vieja), una bodega antigua, con bóvedas, muebles antiguos interesantes y una colección de radios viejas alucinante.

Hemos tomado un cocido. Con garbanzos, las carnes y hierbabuena, que le da un toque especial. Y un jarrita de vino de la casa, bastante malo.

En Portugal la gente es silenciosa, no como en España, y se come tranquilo. Nos amenizan con música clásica, en tono suave. En la carta hay unas líneas que hablan de Bach y Mozart, pero no me ha dado tiempo de averiguar qué decía.

En la barra había un grupo de hombres cuando entramos y, mientras comemos, se han arrancado a cantar bastante bien, la verdad. La gente coreaba. Vemos, al salir, que el que dirige el canto lleva un vasillo de vino en la mano y se anima con él.

Hemos dado otro paseo y avanzado hacia Monsaraz, que está en un cerro, pasado el Guadiana. Es un pueblo medieval, fue templario y tiene unas vistas preciosas del río. Nunca me acuerdo cuál es el pueblo del cerro y cuál el del llano. Lo confundo. Y, a su vez, lío Monsaraz, con Marvao, que también está en un cerro.

En Portugal, como en el viaje anterior, seguimos las indicaciones de "El Viajero", como se denomina a sí mismo Saramago, en su libro Viaje a Portugal, que usamos como guía de viaje, igual que la otra vez.

Nos dice que se bañó en un recodo del Guadiana, porque estaba sudando. Nosotros estamos fritos también. Hemos puesto la furgoneta a la sombra de un olivo. Vuelvo a sentirme mareada y me he tumbado un rato en los asientos.

Hemos dado una vuelta por el pueblo, comprado agua..el pueblo está muy limpio, debe ser muy turístico. Mezcla de pizarra y cal, con el suelo empedrado. Tiendas de artesanía, una iglesia con un sepulcro interesante del S. XII, y bonitas vistas.

Corría algo de brisa, no se estaba mal a la sombra, pero nos hemos bebido de un tirón una botella de litro y medio de agua y nos hemos quedado con ganas de más.

Estamos cansados. Vamos hacia Évora. Reservo dos noches en una posada del centro. Es ciudad  Patrimonio de la Humanidad y tiene muchas cosas que ver. En el otro viaje llovía a cantaros y no nos quedamos. Esta vez, justo lo contrario.

Ha sido laborioso llegar en coche al hotel. He tenido que buscarlo andando y la recepcionista ha venido conmigo para guiarnos entre las calles. Juanjo luego ha ido a aparcar la furgo fuera de la muralla, porque esta zona es de pago y hay que estar echando monedas cada 4 h.

Me he dado una ducha prodigiosa. Tiene sistema de hidromasaje y me he echado agua calentita al cuello.

Íbamos a salir a dar una vuelta, pero vuelvo a encontrarme rara, así que Juanjo ha salido a echar un vistazo a la furgo y a situarse, pero ha estado fuera poco más de una hora. Está cansado también. Para los días sucesivos, se espera más calor aún, hasta 30 grados. Un horror.

Hemos cenado unas ensaladas que compré en Mercadona esta mañana y nos hemos acostado pronto, para la hora de aquí, una menos que en España. Aquí tienen la hora que les corresponde por el uso horario, no como nosotros.

PD. Un alivio pasar el día sin ver las banderitas de los coj....

No hay comentarios:

Publicar un comentario