jueves, 3 de noviembre de 2016

EL PAÍS DE LA CANELA

EL PAÍS DE LA CANELA

Como se me van olvidando muchas cosas mientras escribo, ahora que nos vamos voy a hacer unos apartadillos para describirlas y comentar aspectos generales del país que, los españoles llamaron De La Canela

LA GENTE

Alguien me había dicho que los ecuatorianos no eran nada amables. No entiendo esa afirmación. No hemos encontrado una sola mala cara, nada que no fueran expresiones y sonrisas amables, sin cinismo, pura amabilidad, simpatía y aspecto alegre.
A los ecuatorianos no se les ve huraños. Parecen gente feliz con lo que tienen, y muestran su entorno con gusto. Procuran hacerte un favor, se lo pidas o no. Si pueden hacer una rebaja a la hora de cobrarte, la hacen sin dudar y sin que se lo pidas.
Preguntar cualquier cosa por la calle no recibe ninguna mala cara, al contrario. Agradecen cualquier detalle, una propina, lo que sea,  con efusividad.
Comen en restaurantes de la calle los menús, que son completos y baratos. Nos da la impresión de que deben molestarse poco en cocinar, a juzgar por la cantidad de gente que utiliza los puestos de comidas.
No se ven mendigos por las calles más que de forma anecdótica. No es una práctica común. La gente recibe una renta mínima y se buscan la vida con negocios o como vendedores ambulantes, o como profesionales.

Hay muchas etnias diferentes. Imposible conocerlas en un solo viaje, más que en generalidades. Yo renuncié a hacerlo desde el principio. Son demasiados, demasiada diversidad en las gentes.
Los Shuar (jibaros) son una de la etnias más extendidas, abarcan el sur y llegan hasta la parte norte del Oriente. Los Kichwas son la otra Etnia que abunda, descendiente de los Incas, están por todas partes. Los Waorani se describen en el capítulo de Puyo. Hay en Yasuni tribus no contactadas y, en cuanto a los indígenas que viven por el sur, por debajo de Macas y Zamora a los que se accede con avioneta, parece que son bravos y poco de fiar. Pueden ser peligrosos, igual que los que se encuentran por el Yasuni, que han matado a personas encargadas por el Gobierno para buscar petróleo que debe abundar en esa zona.


LAS CALLES Y CARRETERAS

Este país está limpio sin paliativos. La gente tira la basura en las papeleras. Es rarísimo ver a alguien tirar algo al suelo. Yo sólo lo he visto una vez. No hay basura, excepto en los momentos puntuales de mercados en pueblos, en los que se pueden ver restos de las frutas y verduras, pero lo limpian a continuación y todo queda impoluto.

Las carreteras están, por lo general, muy bien, excepto algunos tramos en los que ha habido desprendimiento o que estén en obras. Últimamente se han desarrollado mucho las infraestructuras y parece que se nota en el desarrollo de los pueblos que antes estaban aislados o tenían dificultad para trasladar sus productos.

Las calles son seguras. En los lugares más turísticos hay mucha policía o empresas de seguridad. No tienes malas sensaciones. Quizá el sitio más complejo sea Guayaquil, donde se recomienda ir en taxi a todas partes. El centro histórico de Quito está plagado de policía que van en esos patines tipo moto con dos ruedas y una plataforma. Pero nunca te sientes inseguro.

LA COMIDA

Como en el resto de Sudamérica -y Centroamérica- los menús incluyen una sopa, un plato principal, que contiene muy poca proteína y se acompaña de arroz con papas fritas, patacones o yuca. Suele haber postre, habitualmente gelatina o natillas. Se acompañan de agua aromática o jugos. El vino es importado y carísimo y las cerveza locales son la Pilsener y la Club. Tienen poco alcohol, son muy ligeras. La Budweiser es peor. No es la clásica. Está hecha aquí y es peor que las locales.

Los platos típicos los he ido describiendo a lo largo del diario: los encebollados, el cuy, el cerdo asado, los cebiches, las conchas negras....alguno no lo hemos tomado por demasiado contundente, como el chunchungcara, que nos parecía excesivo. Los maitos ya los he descrito en la Amazonia. Hay mucha parrilla, apanados, salsa de ajillo...hay picante, pero va aparte, en salseras, y no es excesivamente fuerte.

Las frutas abundan. Nos encantan los platanitos pequeñitos, deliciosos. Hay mangos buenísimos, papaya, fresa (frutilla), Pittaya, ciruelas diminutas, naranjas (no muy buenas) y, en la zona amazónica, Guaba y morenetes (en Perú Acuaje).

Los jugos se hacen de toda la fruta, pero me parece especialmente bueno el de mora.

En los mercados abundan toda clase de verduras, yuca, varias clases de papas, zanahoria blanca, zanahoria normal, coles, espinacas....y la mayor parte de la comida está aderezada con cilantro en abundancia, que se reparte por sacos, como el perejil en Turquía.

Hay demasiado dulce y casi todo va endulzado. Siempre que hay dudas sobre si algo puede llevar o no azúcar, no lo dudes, lleva azúcar fijo, aunque tengo que reconocer que no empalagoso.

Los helados se venden por todo el país, artesanos, caseros o industriales. Hay muchos carritos que venden helados caseros y raspados. Es muy popular un helado casero en forma de cono truncado, bastante grueso, que lleva un palito torcido. Debe ser para no mancharte, porque me da la impresión de que esos helados se derriten enseguida.

El chocolate negro es difícil de encontrar. Casi siempre es de porcentajes bajos y azucarado. Pero el chocolate ecuatoriano es bueno, como todo el mundo sabe. Y se exporta. El de la Amazonia parece especialmente bueno. Hay denominaciones de chocolates por fincas en una de las marcas que venden. No es barato en ningún caso.

El café lo toman aguado. Pasado, le llaman. Yo he tomado tres veces en todo el viaje, cuando he encontrado expresso, porque no soporto el café aguado. Juanjo lo toma  negro. Parece que la producción que tienen es de buena calidad y lo exportan.

Hay infusiones por todas partes. Hay una que llaman horchata, que no tengo ni idea de a qué sabe. La infusión más popular en Amazonia, al menos como energética,  es la Guayusa, que puede tomarse caliente o fría.


LOS AUTOBUSES

Una cosa que me tenía loca planificando el viaje desde España, es que no había manera de localizar los horarios de los autobuses. Una página de información que te pedía origen y destino, se recargaba poniendo que fueras a la terminal de la estación de origen y preguntaras.

Efectivamente, no hay otra forma de hacerlo. Ni por teléfono ni nada. Tiene que ser en la terminal. Así que, según llegas a un sitio, es conveniente perder un rato en buscar la forma de salir, preguntando en la misma terminal, para no llevarte sustos.

Los autobuses casi siempre son directos. Eso significa que paran constantemente recogiendo y soltando gente por la carretera o en cualquier punto en que los pasajeros pidan bajarse con un "Graciaaaaaas", que indica que haga el favor de parar aquí. Los boletos para los buses pueden comprarse en las oficinas de las compañías y van numerados, pero si te subes por el camino, te sientas donde puedas. No llevan aire acondicionado ni wifi, aunque lo ponga, no te hagas ilusiones.

Los trayectos, con tanta parada, aumentan en su duración un tiempo proporcional. Si el trayecto es de dos horas, emplearás dos y media y así sucesivamente. Como tardan tanto, es inevitable que pilles la entrada o salida de los colegios. Los niños viven en los pueblos o comunidades de los alrededores, así que, a mediodía, vamos soltando a cada nada escolares con mochila, con los que el autobús se acaba llenando hasta los topes.

En las paradas "oficiales", entre la gente que baja, que sube, y los vendedores, se monta un barullo importante de gente en el autobús. Hay un momento de máximo estrés, en el que sube gente vendiendo todo tipo de comidas. Luego, por el camino suben vendedores de comida que se bajan un poco más adelante y suben de nuevo al autobús que retorna.

Finalmente están los "amigos lindos" a los que llamamos así por un pelmazo en Colombia que repetía "Amigo lindo" cada tres a cinco palabras. Son los charlatanes, los vendedores ambulantes de remedios y galletitas que, de paso, te largan una prédica plastísima. Sólo nos hemos salvado de estos tipos en el bus que iba por la Amazonia hasta el Puyo. En el resto de buses, no ha faltado uno. Lo único bueno de que tengamos pinta de "guiris" es que, suponen que no hablamos español y, como perdemos la mirada en el infinito cuando aparece uno, nos dejan tranquilos.

En los trayectos de más de dos horas, suelen ponerte una película violenta, ideal para los niños que viajan en el autobús. Muy sangrientas y con muchos tiros y ruido.

Los asientos llevan bolsas de plástico en el lado del pasillo para que tires ahí la basura y no manches. En algunos autobuses no se permite comer. O eso pone, pero los vendedores de comida entran igualmente.

LOS HOTELES

Hemos viajado en hoteles de categoría media, próximos al centro de los núcleos urbanos, para evitar desplazamientos. Están limpísimos, las sábanas estupendas, buenas camas y unas duchas muy grandes, más que las de mi casa, a veces. Casi siempre proporcionan jabones y champú y las toallas suelen cambiarlas a diario. No hemos tenido ningún problema con las reservas, el pago...nos han dado desayunos abundantes, con fruta, jugos, huevos, pan, mantequilla y mermelada, café, té o chocolate. Y una amabilidad extrema, por parte de los empleados.

LOS TAXIS

Hemos cogido muchos. Pero es que son muy baratos. Un trayecto por ciudad puede costarte un dólar, máximo dos, excepto en Quito a la terminal o al aeropuerto, que son más caros. El taxi colectivo a Vilcabamba desde Loja, que era como media hora de trayecto, nos costó cuatro dólares por los dos. Y era una media hora de trayecto. Íbamos tres personas.

Los taxistas no engañan. No hemos visto a ninguno que intentara pasarse. Cobran lo que pone el taxímetro o te piden una cantidad mínima.

LA GASOLINA Y LA ECONOMÍA

La gasolina está a 1,5 dólares el Galón (casi 3 L), baratísima, ya que es un país productor.     De todas formas, la bajada del precio del barril de crudo ha afectado mucho a la economía ecuatoriana. Han tenido que renegociar la deuda con China, a causa de ello.

Otro de los paises con los que tienen una intensa relación comercial -y se nota- es Alemania. Hay muchísima inversión alemana y, por tanto, hay mucho turista alemán. La mayor parte de turistas que hemos encontrado eran germanos. Algunos estadounidenses y pocos europeos de otros orígenes. Alguno español pero poca cosa, aunque sabemos que andaban algunos viajando también, porque nos lo decían los hosteleros.

Luis Zapata, el de Baeza, nos ha dicho que los chinos han venido a explotar minas de oro y se lo han llevado todo y los estadounidenses han venido a por uranio. Que han hecho mucho destrozo extrayendo petróleo anteriormente. Todavía están en litigio con Exxon por un vertido que hizo mucho daño hace años.

Se intenta que no haya mucha importación y fomentar el consumo interno. Se exporta petróleo, café, cacao.

Hay un impuesto a las transacciones con tarjeta de crédito que se impuso tras el terremoto de Pedernales, hace menos de un año, para recaudar dinero para la reconstrucción.

EL PRESIDENTE

Rafael Correa está a punto de acabar su mandato y no se presenta a un tercero. Por Latacunga pasamos por el sitio donde le invistieron por el rito tradicional indígena. Es un economista educado en Estados Unidos y de izquierdas. Tenemos la impresión de que ha hecho bastante por la educación, se ven hospitales y centros de salud nuevecitos y nos han dicho que ha mejorado muchísimo las infraestructuras, especialmente las carreteras a lugares mal comunicados anteriormente.

Por supuesto, que hay gente que lo critica y que dice que si no sigue, será porque tiene negocios fuera, pero nos parece que al país le ha ido bastante bien con él y que está bien visto, en general.

No terminé de enterarme de una noticia que escuché en la radio de un taxi, sobre una resolución del Parlamento para que las compañías sanitarias privadas reembolsaran al sistema sanitario la atención a los asegurados por las compañías en caso de ser atendidos por el sistema público. Es un asunto interesante.

EL ENTORNO

Ecuador es un país pequeño, pero con una diversidad espectacular, como puede encontrarse en pocos sitios. Lo cierto es que la impresión que queda al visitante es de haber estado en un país precioso y diverso.

Hay cuatro zonas geológicas diferentes: la Costa, Los Andes, El Oriente (Amazonia) y Las Galápagos. La Costa la hemos visto poco, pero es evidente la diferencia con las demás. Las cuatro son tan distintas que podrían estar en países diferentes. Los climas varían muchísimo. Una zona que no hemos podido visitar es el Parque Nacional Yasuni, en la Amazonia, donde hay la mayor diversidad de especies del mundo y tribus no contactadas. Pero el lugar debe ser espectacular y carísimo de visitar.

Lo demás, en cuanto a paisaje, clima, etc, lo he ido describiendo a lo largo del diario, no merece la pena repetirlo aquí.


CURIOSIDADES: LOS NIÑOS TRAVIESOS

En la visita que hicimos a la casa-museo de María Augusta Urrutia, en una sala había un pequeño muñeco articulado. El guía le llamó "El Niño Travieso" y nos dijo que se cambiaba de sitio y les revolvía la habitación. Intentaron encerrarle en otra sala cerrada, pero volvían a encontrársele en la suya, después de haber volcado alguna cosa. El guía decía que anteriormente, cuando no había puesto un cordón para ver las habitaciones un poco alejado, cuando se colocaba delante del armario donde estaba el muñeco, notaba que le daban golpecitos en el hombro y estaba seguro que era el muñeco. No tiene cara de malo, pero me ha dado yuyu. Los muñecos me parecen terroríficos.

En otra ciudad leímos la leyenda de una familia que tenía un Niño Jesús tradicional en la casa. Se trasladaron a Quito y se lo llevaron, pero El Niño volvía a su ciudad original. Finalmente volvió la familia a su ciudad original, se trajo al Niño y me parece que le construyeron una capilla.






















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