martes, 5 de mayo de 2015

LUTO POR NEPAL

He tardado unos días en tener un rato para poder escribir algo sobre lo que ha ocurrido. Pero no puedo dejar de hacer algún comentaruio sobre la tragedia.

Da la casualidad de que, como sabéis, estuvimos en Nepal en Febrero. Era mi segundo viaje, y tenía interés en que Juanjo lo conociera porque su gente es afable y buenas personas y sus monumentos y paisaje son o eran espectaculares.

Curiosamente, no era el destino primero que Juanjo había elegido. En nuentro Viaje Vuelta al Mundo pretendía ver lo más relevante, entre lo que se incluía Agra, en India, para ver el Taj Mahal. Pero, cuando estaba haciendo on line los trámites del visado de repente me dijo que lo dejara, que fuéramos a otro sitio. Entonces pensé en Katmandú, una ciudad mágica, pero no menos que las ciudades del valle. Le dije a Juanjo que para ese destino no necesitaríamos muchos días, ya que desde Katmandú podíamos ver muchas ciudades que la circundan.

Entonces decidimos hacer ese viaje. Ahora pienso que, si ni lo hubiérmaos hecho en ese momento, Juanjo no habría visto jamás las plazas Durbar de Katmandú, Patan y Baktapur tal como eran.

No hay palabras para la tragedia humana y lo que se avecina. Estoy recordando al taxista, que nos dio su tarjeta, en la amable gente del hotel, en los plastas de los pretendidos guías que nos asaltaban en cada plaza, en aquella señora mayor empeñada en que le cambiáramos monedas de euro, en la vendedora de collares...¿quién de todos ellos quedará vivo?. Quién de ellos mantendrá un techo donde vivir, cuántos familiares habrán perdido todos ellos? ¿Habrá espacio suficiente para tanta cremación? Quién pondrá el fuego en la boca de tanta gente cuyos hijos hayan muerto también?

Pero lo que queda no es menor. ¿De qué va a vivir toda esa gente? Los negocios eestarán arrasados, todas las tiendas que vivían de los turistas, si han quedado en pie, ¿a quién le van a vender algo?. Quién va a ir por allí, cuántos turistas, una fuente de ingresos esencial para ellos, si ya no hay nada que ver....

Una noche me machaqué visitando páginas web del Antes y el Después de las plazas de esas ciudades. No queda nada que ver. Aquellos templos mágicos, los palacios, las estatuas, los bajorrelieves, las tallas en madera, los balcones, las ventanas enrejadas...recuerdo las rutas que hicimos por Katmandú siguiendo la Lonely Planet para ver las casas, su arquitectura, los motivos decorativos, el significado de todo ello, las plazas vecinales con sus stupas, sus templos, sus pozos...¿donde está todo eso?. Qué van a hacer allí los turistas? ¿Para qué van a ir? ¿De qué van a vivir los que regentaban alojamientos, en caso de que queden en pie...las tiendas de ropa, lana, recuerdos...?

La gente nepalí, es sencilla, con una fe y una religiosidad que no hacen daño a nadie, con una reverencia por esos dioses simpáticos algunos, otros feroces, pero a quienes entregaban las moneditas, les ponían tantas velas, tantas flores, las caléndulas que adornaban los cuellos de los dioses, la cera que impregnaba los templos, los alimentos que les ponían para que se alimentaran...los budistas rodeando las stupas con sus rosarios en la mano dando vueltas entonando sus mantras y haciendo rodar los molinillos de oración...¿qué pensarán ahora de sus budas, de sus dioses? ¿Dónde habrá ido esa fe sencilla, en qué creerán ahora esas gentes cuya religión es una forma de vida?

He intentado encontrar un medio de ir a ayudar. Esta vez el SAS no ha mandado un contingente. Quizá no sea posible, quizá sea por la interinidad del gobierno tras las elecciones, pero creo que no es suficiente con los donativos. Hay que hacer algo más. Lo que se ha destruido era Patrimonio de la Humanidad. La Humanidad debe ayudar a esos seres humanos que lo han perdido todo a reconstuir su vida, sus monumentos, que eran esenciales para su vida y que eran su Historia. Todos estamos implicados.




1 comentario:

  1. Buen comentario! Se nota que esta gente te llegó al corazón. Lamentablemente no podemos hacer gran cosa por ellos, ni siquiera compartir su pena, ellos la tienen toda entera y nosotros asistimos atónitos al poder de la tierra. Pero se levantarán y volverán a vivir sus dioses, con sus offerings y sus sonrisas. Yo espero conocerlos algún día como tú lo has hecho.

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