miércoles, 6 de febrero de 2019

St Martin in the Fields y National Gallery




He puesto el despertador, aunque no hay nada que abra antes de las 10.
Nos apañamos para ducharnos en el minibaño y vestirnos en la minihabitación. Como hay tan poco espacio, están las cosas apelotonadas y no encuentro nada.
He hecho un apaño para localizar las cremas, etc. La ropa más o menos la tengo situada.
Desayunamos en el sótano, un desayuno muy corrientito, nada de desayuno inglés. Un día tendremos que tomarlo fuera.
Hemos ido caminando hacia Buckingham. La mañana está fresca, pero el paseo es agradable. Hay gente paseando perrillos en retahíla y me acuerdo de la peli del Pez llamado Wanda y me da la risa.
Llegamos a Trafalgar Square. La National Gallery aún está cerrada, pero suenan campanas en la iglesia que está al lado. San Martin, pone en el friso. Marta me mira con ojos como platos
-St Martin in the Fields
Yo pongo la misma cara y nos vamos disparadas hacia ella. Está cantando el coro. La acústica es increíble. Vemos que es un ensayo y, como la liturgia va a empezar enseguida, decidimos quedarnos un rato.
Pero el coro canta tan bien, el organista toca como un ángel y la iglesia es muy sencilla, muy blanca y muy agradable, nos quedamos todo el oficio, que es exactamente igual que una misa católica, con las mismas palabras del ritual.
Me parece un lujazo poder haber estado y escuchar al coro en vivo.
Entramos en la National Gallery, que es gratis y dimos una vuelta por todas las salas. La Venus del Espejo está bien colocadita allí.
Los letreros que acompañan a los cuadros dan unas explicaciones excelentes. Observo que Turner pone "trampas" en sus cuadros de paisajes, que pasan inadvertidas sin la explicación, como unas ninfas transparentes que tiran del barco de Ulises cuando huye de Polifemo y los caballos de Apolo en el sol del amanecer. Una liebre corriendo al lado de un tren, que hay que fijarse mucho para verla... El futuro que le espera a Hécate con la tormenta que se acerca antes de tirarse al agua y por la cual se ahogará...
Los impresionistas son, como siempre, un lujazo. Y también hay mucho retrato de reyes, nobles (Ingres) mares embravecidos, paisajes ingleses (Reynolds) , un cuadro de Rousseau con su tigre correspondiente, Picasso, Klimt, Rembrandt ... Un poco de todo en un edificio cuya sala central tiene una bóveda majestuosa. 

Hay dos cuadros inacabados de Miguel Ángel. Me llaman la atención. 

Hay mucha gente moviéndose por el museo y, de repente, aparece un chico tocando la guitarra suavemente seguido por un montón de niños, como un "guitarrista de Hamelin". Llegan a una sala donde hay un cuadro delante del cual les hace un cuentacuentos llamado "La Alfombra Mágica", se disfraza de rey, toca instrumentos y nos partimos de risa con la escena. Los niños están alucinando. 

Decidimos que necesitamos descansar y tomar algo y fuimos a una cafetería de una cadena llamada Prêt à Manger. Hemos tomado pitas y Chai latte. 

Enseguida nos marchamos a la Galería de la Reina, donde vemos una exposición sobre Rusia e Inglaterra, con muchas joyas Fabergé y cuadros interesantes. Una guía nos ha dado una explicación muy divertida sobre un pintor, Thomas Lawrence. Lo hacen dos veces al día. 

Nos avisan de que la entrada, si nos la sellan, tiene un año de validez y que en Mayo empezará una sobre dibujos de Leonardo da Vinci. Así que la sellamos por si acaso. He pagado entrada Senior, a mitad de precio. 

Nos dirigimos al museo de la guerra, a las estancias de Churchill, pero decido que es caro y me apetece poco, así que Marta va a verlo y yo me vuelvo a Trafalgar a tomar un tecito caliente y a escuchar el concierto de las 5 en St Martin. Ha sido precioso, con un Magnificat magnífico y el organista echando el resto. Lo he grabado en el móvil para escucharlo de nuevo en otro momento.
Hemos vuelto hacia nuestro barrio y cenado fish and chips con puré de guisantes en otro pub cercano donde también tienen su propia cerveza, menos fría que la de ayer, sólo fresca, pero buena.
Estoy loca por quitarme las botas. Mientras escribo el blog, Marta se ha quedado dormida.

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