14/10/2016 EL DÍA DE LAS TORTUGAS
Teníamos pensado ir hoy a las Grietas, pero hace un día nubladísimo, sopla el viento de lo lindo y pensamos que no nos apetece meternos en agua. Pero hay otras opciones, así que hemos preguntado en la recepción y nos buscarán un taxi para ir a ver los ranchos de tortugas.
Hemos ido a desayunar a El Descanso del Guía. Es un sitio popular, no caro y van rapiditos. No es un lujazo, pero vale para desayunar sin entretenerse.
Al regreso, ya teníamos un taxista esperando a llevarnos a pasar la mañana a varios sitios por 40 $. Aquí todo es caro, caro, pero algo hay que hacer...el taxista se llama Ángel, y nos lleva en una pick-up. Es un tipo interesante, que ha trabajado durante años en un velero y conoce muchos países del mundo. También ha sido pescador y buzo y nos habla de muchas cosas. Nos dice que las corrientes en Gordon a veces vienen de distintos sitios y es muy incómodo, incluso se pasa mal rato, así que descartamos ir allí.
Hemos ido a ver primero Los Gemelos, una atracción de la isla. Son los dos cráteres por medio de los cuales pasa la carretera. No son cráteres volcánicos, sino que se formaron tras solidificarse una capa de lava y luego colapsarse. Están en medio de un bosque de Escalesias, que es un árbol endémico de Galápagos, de las que hay 15 especies, unas de 1 m de altura y otras de hasta 15. Están cubiertas de musgo -barba española- y, al menos en esta época, no tienen hojas, son troncos blanquecinos cuyo único ornato es el musgo.
Vimos en el segundo cráter unos pájaros que parecían perdices, que caminaban tranquilas, en pareja, con el ojo azul. Nos dice Ángel que son Palomitas de Galápagos. Por la carretera estamos viendo tortugas bastante grandes que caminan con parsimonia por los arcenes y a veces se ponen a cruzar la carretera, así que hay que ir con cuidado.
Después hemos ido al Rancho Primicias. Hay dos ranchos, el Chato y Primicias. Antes de llegar a Los Gemelos, un guardaparques nos ha parado y nos ha dado instrucciones: no acercarnos a las tortugas a menos de dos metros y no usar flash. No necesitamos guía al ser sólo dos personas. Para grupos de más de cinco obligan a llevarlo.
Ambos ranchos están separados por una cerca de alambre, pero son prácticamente la misma finca. Por allí pululan las tortugas a su aire. Son muy grandes, con el cuello más corto que las que vimos ayer. Si te acercas a menos de dos metros, sueltan un bufido y esconden la cabeza.
Van pastando tranquilamente. De vez en cuando un macho sale "buscando guerra" e intenta ligar con alguna hembra, que puede pasar de él y alejarse a cierta velocidad, o seguirle el rollo. Hemos visto una pareja copulando. Se toman su tiempo y el macho empuja y bufa, Los machos tienen un hueco en la parte inferior para poder subirse sobre la hembra.
Hemos hecho tropecientas fotos y vídeos, lógicamente. Es una cosa como prehistórica, te sientes raro en ese entorno, como si no pertenecieras a él. Vamos huyendo de los grupos de guiris, para ir más tranquilos, pero nos los encontramos por todas partes. Nos han dicho en la entrada que no pasemos la cerca, porque ya se han perdido por allí algunas personas a quienes no han encontrado. No nos explicamos cómo, siendo una isla no muy grande, pero en la recepción nos aseguran que es cierto. Nos hemos registrado y pagado 3 $ por barba para la visita y tenemos que reportarnos al salir. Así que tenemos cuidado de no pasar la cerca. La verdad es que hay tortugas suficientes en la zona en la que estamos y de unos tamaños considerables. Nos hemos retratado junto a ellas, para valorar el tamaño. Parece que los conservacionistas están consiguiendo que haya una población considerable, unas 3000 en la isla. Cuando están al tanto,merco gen los huevos, los incuban y sueltan las tortugas cuando tienen un tamaño suficiente para sobrevivir y que no se las coman los depredadores introducidos por los humanos en ese entorno en el que no los había, como ratas, por ejemplo.
La población de tortugas disminuyó mucho en la época de los piratas, que se alimentaban con ellas y han estado en serio peligro. De hecho, el Solitario George, que murió en 2011, era el único ejemplar de su especie. Nos dice Ángel que no es que fuera especialmente grande, como pensábamos, sino que era único y, al morir, se extinguió su especie. No sé si con su ADN podrán recuperarla. El cuerpo, supongo que disecado, o conservado de alguna manera, está en USA. No me extrañaría que sean los del Smithsonian quienes están detrás de ello.
En fin, que hemos retratado tortugas en todas las posturas y de todos los tamaños, hasta que hemos decidido que era hora de irnos marchando. Ángel nos ofrecía ver un Trapiche, pero no nos interesa mucho, ya lo hemos visto antes, y preferimos volver a Puerto Ayora. Hemos parado en un pueblecito, junto a una panadería y Ángel se ha bajado a comprar algo: nos ha traído pan de chocolate, que está hecho con láminas superpuestas de masa tipo crepes rellenas de chocolate de Galápagos. Nos dice que en esa panadería lo inventaron y que el chocolate que utilizan es el genuino de las islas.
Nos cuenta que están cultivando café y que en un concurso internacional ha quedado en segundo lugar.
Hemos vuelto a Pto. Ayora y hemos decidido ir a comer pescado, tras preguntarle a él dónde lo podemos tomar bueno. Ha pasado con el coche por una calle que no conocíamos, que está llena de restaurantes y nos ha indicado uno donde dice que cocinan muy bien y que probemos el Brujo y el Camotillo.
Después de darnos una ducha, fuimos a comer allí. Muchos restaurantes estaban cerrados o con poca gente. Éste se llama Sol y Playa y tiene un grill apagado. Nos dicen que lo encienden a partir de las seis. Así que pedimos un Brujo, que es un pescado de Roca parecido al cabracho y nos lo cocinan al ajillo. Estaba jugoso y buenísimo, acompañado, como es habitual, por arroz, patatas fritas, ensalada...lo tomamos con cerveza local. El vino es carísimo!!
Luego nos hemos echado una siesta bastante larga y hemos salido por la tarde porque teníamos que ir a probarnos los equipos de buceo. Nos dicen que no tienen a nadie más para salir y que les demos un rato a ver si se apunta alguien más. En otro caso, nos pasarían a otro club que van a salir con seguridad. Finalmente tenemos que ir al otro, que se llama Eagle Ray y está cerca. Nos hacen firmar un documento eximiéndoles de responsabilidades si nos morimos o algo. Nos probamos los trajes y demás y les ponen una etiqueta con nuestro nombre.
He pillado un ataque agudo de desesperación esta tarde porque me ha encargado Juanjo que saque un seguro de buceo para mañana y no tengo medio de conectarme a Internet. He pasado hora y pico en las zonas comunes del hotel y no hay manera. Luego, en la recepción me dicen que hoy va fatal Internet y que esta hora es muy mala, además, que se conecta mucha gente. En Academy Bay han intentado también la conexión, pero no hay manera. Me dicen que es muy común en las islas que pase eso. Ya teníamos idea de que era complicado conectarse por Internet en las islas, pero me parecía importante hacernos un seguro, aunque la inmersión es de una profundidad segura, un máximo de 18 m. Finalmente he hecho mi seguro y he sido incapaz de hacer otro para Juanjo, que me anda diciendo que pase del suyo ya de una vez y me deje de rollos, pero lo he intentado hasta la desesperación.
Hemos cenado en la habitación, igual que ayer. Nos hemos comprado una botella de vino, queso y embutido y eso hemos cenado.
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