Todos hemos podido dormir. No son incómodos los asientos.
He ido a hacerme un té mientras avisaban para el desayuno. Juanjo y un inglés ya estaban levantados. He sentido antes de levantarme como si estuviéramos pasando por baches. Raro, porque este barco no se mueve nada.
Me ha dicho Juanjo que íbamos a salir a mar abierto pero había bastante oleaje, así que hemos virado (eso también lo he notado) y nos han metido por un canal para evitar la mala mar. Amanezco en Bahia Desolada. Un terreno montañoso, donde se empieza a ver algo de nieve en los picos. Estamos recorriendo el brazo Noroeste del canal del Beagle. Salimos alternativamente a la cubierta, porque está nublado, hace viento y frío. Nos abrigamos mucho, salimos un ratito a ver el paisaje y nos metemos en cuanto nos quedamos semiduros de frío. El té caliente ayuda a ir pasando los momentos más malos. Durante la noche hemos pasado por:
- Seno Magdalena
- Canal Magdalena y su faro
- Paso Brecknock
- Entrada Canal Ocasión
- Punta Giratoria,
- Canal Brecknock
- Islotes Nelson,
- Canal Brecknock
- Paso Aguirre
Nos informan que los ventisqueros se verán por la tarde, hacia las dos, o sea, después de comer, porque en el barco se come a las doce. Ponen películas constantemente, pero las hacemos poco caso, porque estamos pendientes del paisaje. Es a nuestra izquierda hacia donde están las montañas con más nieve, pero hacia ese lado no tenemos visibilidad, porque el barco lleva una carga de camiones, coches, una ambulancia, etc. y nos pilla la visión hacia ese lado. Hay que salir, cuando el canal es más estrecho y el paisaje más bonito. Por lo demás, el barco es caliente y cómodo. Lleva baños y duchas. Todo limpio.
Vemos barcos faenando. Un chileno, que ha trabajado en eso, le explica a Juanjo que esos barcos pasan varias semanas en la misma zona, pescando centollas. De vez en cuando viene una lancha rápida a por la carga. Nos había parecido que estaban muy alejados de Puerto Williams y nos extrañaba, pero es así de duro, aunque los chilenos llevan el clima bastante bien. Entre el grupo de españoles vamos pasándonos información de los distintos sitios.Unos van a hacer senderos o, otros a recorrer la zona, otros van para Ushuaia, nosotros volveremos en avión a Punta Arenas....
El paisaje es impresionante. Desolado, aunque con pequeños árboles, y altos picos en todas direcciones, que tienen cada vez más nieve, según avanzamos. La mayor parte del día está nublado. A veces hay chubascos que echan a todo el mundo de la cubierta. El viento no ha parado casi en ningún momento. Juanjo se parapeta en la cubierta baja, y está fuera casi todo el tiempo, o mirando desde la escotilla de la puerta de salida, en el pasillo de los baños.
Nos forramos para salir. Yo me pongo gorro de lana, tubular en el cuello, la chaqueta cortavientos y guantes, además de la camiseta, la térmica, y el chaleco polar que no me quito para nada. Si el viento es excesivo, y no llueve, me pongo, además, las gafas de sol, para proteger loś ojos.
Emocionante es también estar en esta zona, por donde anduvo Darwin buscando bichos, aunque tenía bastante mala opinión de los indios. En la expedición se alimentaban de focas y pingüinos. En esta zona encontraron indios canoeros, que hacían fogatas dentro de las embarcaciones. Los Yámanas o Yaganes y los Alacalufes (Kaweshar). Éstos vivían próximos al Estrecho. Los Yámanas vivían más al sur, en las islas del Cabo. Son una rama de los Ona que llegaron a esta zona cuando en la glaciación se hizo un puente de hielo. Luego se adaptaron al medio, se hicieron con embarcaciones para mariscar (buceando a pulmón en esta agua tan fría) y adoraban un panteón de 23 dioses. Tras la Bahia Desolada, hemos pasado por loś siguientes puntos: Canal Ballenero (las ballenas se ven en Diciembre) Canal O'Brien Paso Timbales Canal Darwin Paso Ibarra Brazo Noroeste del Canal Beagle Juanjo se ha hecho amigo del maquinista. Junto a los mapas que tienen por las paredes, vamos hablando con él de la ruta, de los puntos a los que llegan los barcos. A veces llegan. Punta Toro, en la misma isla, Isla Navarino, en la que se encuentra Puerto Williams, pero más al suroeste. Más tarde nos enseña las salas de máquinas y el centro de control, con los ordenadores.muy curioso. Hacia las 13:30 nos avisan de que van a empezar a verse ventisqueros (glaciares). Hemos estado reservando calor para ese momento. Además ha llovido fuerte y ha hecho un viento intenso (50 AULLADORES). Mirad esta página: http://www.fondear.org/infonautic/mar/El_Mar/Cabo_Hornos/Cabo_hornos.htm Hemos tenido la inmensa suerte de que, después de un día con un nublado intenso, justo cuando hemos llegado al primer glaciar ha parado el viento y la lluvia e incluso ha salido un rayo de sol que nos iba iluminando los glaciares como si fuera un foco de teatro. Cada vez que llegábamos a un Glaciar, un rayo de sol lo recorría para que lo viéramos bien y nos salieran las fotos mejor. Casi aplaudimos!, El primer ventisquero que vimos fue el España. Muy bonito, pero no llega el hielo al mar. Después Pasamos por el Alemania, el Francia, el Italia, que es el Glaciar Estrella de la zona. Tan bonito, que el barco se acerca a él y para un ratito. Además, han girado, para que pueda verse desde dentro. Es el único que desprende témpanos al canal. Se ve el agua llena de trocitos de hielo. Alrededor, por todos los picos que nos rodean, en un terreno montañoso hasta donde alcanza la vista,May muchísima nieve. El último ventisquero es el Holanda. Yo sólo me asomé un segundo, porque se levantó un viento helado y fuerte y lluvia fuerte. Para compensarnos, ha salido un arco iris entero, de lado a lado del canal. Ha sido justo antes de cenar cuando ha venido el maquinista a buscarnos para ver la sala de máquinas. Como no llegábamos, ha venido la chica que se ocupa de las comidas a buscarnos, diciendo que le faltaban dos pasajeros para cenar, muerta de risa... Tras el Glaciar Holanda entramos en el brazo ancho del Canal Beagle. Empieza a verse un oleaje fuerte, pero dentro del barco no se siente nada. Tiene una quilla que no llega a los dos metros, casi plana, para poder navegar por esta zona y entrar en playa. Un asturiano, David, y la francesa, Carolina, miran preocupados a los picos. Quieren hacer un trekking de tres días, pero no tienen claro que el tiempo y la nieve se lo permitan. Sobre todo porque hay mucha nieve. Llevan comida para 4 días y tiendas de campaña. El asturiano está helado. No me explico cómo tienen ganas de dormir en tienda con este clima...van por su cuenta y se han encontrado, por lo que harán el camino juntos, si es posible. Pero David confía en encontrar a alguien más para hacer un grupo más grande e ir más seguros. Hay otra pareja española que van a quedarse en Williams a hacer caminatas cortas y ver pájaros. Otros alemanes quieren llegar a Ushuaia. Hay un Ferry. Hay una americana que va sola, pero no sé qué planes tiene. En el barco, aparte de los turistas, hay gente de Punta Arenas que van a trabajar a Puerto Williams. Pasan tres semanas en Puerto Williams, trabajando en construcción de calles, un hospital, etc. y al cabo de ese tiempo van diez días a Punta Arenas, a descansar. A veces van en la avioneta y otras en el barco, a elegir. Hay una familia con dos niñas pequeñas. Él trabaja en el destacamento de Marina, que luego nos hemos enterado que constituye la mitad de la población de Williams. Ella nos dice que tienen médicos y enfermeras en el pueblo, pero a nivel de Primaria. Si hay una urgencia, tienen que sacarlos en avión. No hay otro medio. Por eso van a construir un hospital, para partos y cirugía de urgencia. Nos han contado que las mujeres embarazadas tienen que quedarse en Punta a Arenas a partir del séptimo mes, por si hay complicaciones. Nos han puesto después de cenar una peli con mucho ruido. Muy raro, porque las ponen en silencio, o con el sonido muy bajo, y subtítulos. Pero justo ahora, que yo me dispongo a dormir, cuando se hace de noche, ponen un disparate de tiros... Me he dormido. Pero a las doce, hora de llegada a Williams, ha venido el sobrecargo a decirnos que nos íbamos a pasar al salón de las camas, y que íbamos a dormir allí. Como hay gente que se queda en Williams, queda sitio libre. Al bajarse los pasajeros que se quedan, el barco se retira y fondea unos metros alejado del puerto. No sé la razón. Pero hemos dormido muy cómodos.
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