DÍA 4. A Buenos Aires

DÍA 4

21/Oct/14 MONTEVIDEO-COLONIA-BUENOS AIRES

La misma hora de todos los días para levantarse. Bueno, no, hoy nos despertamos poquito antes.
Anoche dejamos prácticamente rehecha la maleta para no enredarnos por la mañana.

Subimos pronto a desayunar. Hoy no estaba Amaya. Ayer le dejé mi correo por si acaso.

Paguè el hotel mientras Juanjo acababa de rematar sus maletas. El recepcionista se ofreció a pedir un taxi pero le dije que no hacia falta. Tenemos tiempo.

Cogimos el bus que va a tres cruces y en la terminal esperamos unos minutos a que nos dieran las tarjetas de embarque. Luego esperamos bastante rato más para poder subir al bus, pero nos fuimos a la pastelería de ayer a tomar un café de verdad.

Yo he intentado leer un rato, una vez subidos al bus, pero me he quedado dormida, como casi todo el resto de la gente, excepto unos ratas que van al final, cantando con su guitarra. En la bodega del bus va una bici con una fundida azul monisima.

Al llegar a Colonia nos dicen que nos olvidemos de sacar las maletas, que ya las embarcarán los de la compañía. Pasamos a la Terminal del Ferry, que es grandota y nuevecita, e hicimos los trámites de inmigración. Juanjo ha cambiado todo el dinero uruguayo por pesos argentinos, pero no tenemos clara la cotización. Pensábamos que era otra diferente.

Embarcamos en un Ferry normalizó. Nada del Megaferry-Super-rápido-de-la-Muerte. Nada. Como vamos en la tarifa barata nos ponen un barquito de papel, casi, por el tamaño, y no nos dejan asomarnos a la cubierta.

El Río de la Plata está gris, pero no tiene mucha ola. El barco se llama Flecha de Buenos Aires y nos dicen que va a 30 nudos. No se si es mucho, pero parece ir ligeríto.

Salimos a la una y llegamos a la una, una hora más tarde, porque en Argentina es una hora menos. Tuvimos que esperar un rato a que sacaran el equipaje, y luego cogimos un taxi para ir al hotel, que no está muy lejos, pero tampoco tan cerca como para ir andando con los bultos.

Como no tenemos claro el cambio, nos queda la duda de si nos ha timado (150 pesos) o si nos ha cobrado poco.

Llegamos al hotel Two, muy bien situado, en la calle Moreno, junto al Intercontinental, la catedral, cerca de la Casa Rosada...en el centro, vamos...

Fuimos a tomar un menú a un restaurante próximo porque a esas horas no es cosa de ande buscando viguerías. Pero hemos comido bien.

Luego hemos ido un ratito al hotel, a mandar whats y cosas, porque estamos desconectados desde ayer por la tarde.

A continuación salimos a inspeccionar. Juanjo ya estuvo hace años y, como tiene ese memorión para los sitios que visita, fue enseñándome las calles principales, la zona de comercios, etc. Entramos en una librería bonita, y pasamos por una tienda Apple a preguntar por un accesorio para conectar la cámara al iPad.

Seguimos caminando y decidimos acercarnos a Retiro, a preguntar por los buses para el sur. Es importante, cuando viajas a tu bola, tener claro cuando llegas a un sitio, cómo vas a salir de allí, porque a mi me ha pasado ya de todo. Aquí se supone que no hay problema, pero más vale asegurarse. Sorpresa!. Pensaba que el viaje duraba 12 horas, pero son 16. Así que le he dicho a Juanjo que me da igual pagar más, pero que vamos a comprar los sientes más cómodos que haya, que as mucha tela de viaje. Nos dicen que hay sitio y que no hay problemas y tampoco tenemos una urgencia sepia por llegar temprano, así que los compraremos otro día.

Hace un calor tremendo. Unos 30 grados. Y está empezando la primavera, así que tengo la sensación de hinchazón y abotargamiento de cuando empieza esa estación. Hemos comprado agua fresca y nos sentamos en un parque a refrescarnos y descansar un poco. Luego hemos seguido caminando hacia el centro por calles diferentes, llegando hasta el Teatro Colón, teatro de Ópera que en su tiempo fue el más grande del hemisferio Sur.

Pasamos por el Cuartito, una pizzería que nos recomendó Mónica, pero es muy temprano para cenar, hemos comido tarde y yo me siento empachada, así que seguimos caminando, pasando por la Avenida Más Ancha del Mundo mundial, que se llama 9 de Julio,
También recorrimos un tramo de la calle Corrientes, que debe ser la más larga del planeta, según Juanjo, pero no me ha sabido decir cuántos números tiene. El truco es que debe extenderse hacia la carretera que va a Corrientes, y deben ser un chorro de km, o si acaso, se lo preguntamos a Mònica, que es de allí.

Íbamos a cenar en La Morada, que está detrás del hotel. Yo ya no puedo dar un paso, pero está cerrada. En el hotel nos dicen que esta zona es más bien de oficinas y que los restaurantes cierran pronto,..me he dado una ducha y hemos ido a tomar algo al sitio más próximo.

Y a continuación, a escribir esto en un pispas y a dormir, que estamos cansados. Mañana la predicción es que haga el mismo calor...pffffff.

La vida del turista es dura los primeros días, hasta que te haces a horarios y palizas a andar, pero el calor no ayuda a superar esa primera fase, que dura como una semana. Le digo a Juanjo que estoy deseando llegar a la zona fria....