Hoy no tenemos ningún plan especial. Cruz tiene que marcharse en el ferry de la tarde y vamos a tomarnos el día de descanso. Luz ha descansado y está mejor. Aprovechamos para poner una lavadora. Hace sol y se secará.
Desayunamos en el patio Cruz y yo. Luz se ha levantado tarde. Necesitaba dormir. Hoy ya está bien, se le han pasado los síntomas de ayer.
Quedamos con Raquel, Eva y Aida, una ginecóloga de Viella, para visitar el castillo y comer juntas. Hace calor. Hay gente bañándose y nos quedamos con ganas de imitarles.
Después de comer, las tres de Rowing se han marchado a preparar cosas para el día siguiente y hemos acompañado a Cruz al ferry. Ha salido a su popa una luna roja enorme, para despedirla, justo cuando el barco empezaba a salir a la mar.
Hemos vuelto a casa, tras contemplar el atardecer y salimos al patio. Llamamos a Josi y nos da una noticia desconcertante. No pasa un día sin que nos caiga un mazazo que nos descorazona. Todo lo que pueda empeorar, empeorará, pero aquí hay mucha gente en juego. Muchos niños. Hay tanta gente en el mundo sin alma que nos resulta inimaginable. Pero solo podemos sentir rabia e impotencia.
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