DÍA 59
16/DICIEMBRE/2014 HOBART, TASMANIA
Nos han dicho que tenemos que cambiar hoy a una habitación compartida, porque no tienen dobles para hoy. Nos da lo mismo.
Como llegamos tarde, no tenemos nada para desayunar. En este albergue los chicos tienen un lío montado en la cocina que no veas, aparte de todo. Anoche vi un sitio de desayunos, y allí fuimos. Error! Hemos tomado huevos con bacon, pero fritos en vete a saber qué pringue. Muy salados, además, nos han estado pidiendo agua toda la mañana.
Hobart tiene unos edificios interesantes del 1900. Están cuidados y sin deteriorar. La ciudad es ondulada, porque ocupa unas colinas. Da a puerto de mar y al estuario del río -----------------.
Hemos ido a buscar la oficina de información. No tenemos ni idea de qué hacer en Tasmania. Hemos pasado bastante tiempo revolviendo mapas y folletos, preguntando de vez en cuando a los empleados, sin saber qué hacer, estudiando la posibilidad de alquilar un coche, o una caravana....muy confusos. Yo tengo una migraña importante, y un humor de perros, por eso. Estoy desconcertada y no puedo pensar.
Volvimos a la Rana a conectar cacharritos a Internet, para buscar alquileres de coches. Luego salimos a la calle porque hay varias agencias cerca. Pero hay overbooking por las navidades y el verano y poca disponibilidad. Finalmente, encontramos en Hertz y hemos reservado un coche normal para pasado mañana. Las campervan están carísimas.
Hemos comprado un conector para el enchufe, porque los de Australia, igual que los de NZ, son de tres patas planas, y no siempre nos prestan uno. En la Rana nos han dicho que nos busquemos la vida. Al salir de la tienda ha caído una granizada que no veas, tamaño garbanzo gordo. En la tienda de electricidad ha empezado a caer agua a chorros por un halógeno del techo y han cerrado la tienda por precaución.
Hemos comido en el pub. Con pintas de cerveza local, que se llama Cascade. Muy buena. Después de hacer todas las gestiones, yo me he quedado en la Rana, a dormir un poco y hacer cosas pendientes. Finalmente nos han dado una habitación privada, con ventana. Juanjo ha ido a dar una vuelta bajo la tormenta. Cuando ha dejado de llover, hemos dado un paseo por el puerto, donde hemos visto los ferrys al MONA, uno gris y rosa y otro de camuflaje, con mucha música y unos bancos raros en la proa, como camas romanas. Después hemos ido a Salamanca, donde hay una sección de artesanos chula, además de los pub y restaurantes. Caminamos por una zona residencial y, ya de noche, hemos vuelto a la zona de la Rana y nos tomamos una cerveza en el Sharmsrock , antes de dormir.
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