DÍA 46
3/DICIEMBRE/ 2014 EN. COCHE....Y A LO LOCO
Nos preparamos para pasar bastantes días de camping. Como no habrá mucho espacio, dejo en mochilas pequeñas todo lo que pueda hacer falta, para dejar la maleta cerrada y no tener que abrirla.
Hemos dormido mal, por el cambio de horario. Yo me desperté a eso de las 4 y Juanjo, algo mas tarde. Fui a la ducha antes de que se levantará el resto de la gente para ducharme tranquila, lavarme el pelo, darme cremitas...no sé si tendré otra ocasión pronto.
Después de desayunar, dejamos en el salón de la chimenea las maletas y nos fuimos andando a la oficina de Jucy, donde tenemos reservado el coche. Hace un bonito día, y yo iba tan contenta, pensando en que podíamos ir unos días a nuestro aire, tan tranquilos, aunque el recorrido nos va. A llevar muchas horas de carretera, pero no hay tiempo de más. Juanjo va algo inquieto, porque se conduce por la izquierda y el coche es automático. Ya ha conducido mas veces coches de esos, pero no está acostumbrado.
En la oficina nos atiende una chica con muchas prisas. Nos sale mas caro de lo que pensábamos, por el seguro. Y prácticamente nos obligan a que hagamos una traducción "oficial" del carnet de conducir clavándonos por ello 50 dólares. La traducción "oficial" consiste en copiar mal los datos del anverso del carnet. Muy moscas, nos explican mas o menos, y muy deprisa lo que contiene el coche. Teóricamente nos iban a dar mapas y listado de campings, pero nos dicen que cojamos los folletos que nos parezcan bien. Yo cojo un montón de ellos, porque no llevamos guía y no sé lo que me puede hacer falta. Y ni pensar en conexiones a Internet. En Nueva Zelanda se paga toda la conexión, excepto en algunos alojamientos, que te la dan gratis, en algunos puestos de calle con mucha publicidad, y en algunos bares si tomas algo.
En fin. Salimos hacia el hotel a recoger las cosas y emprendemos el camino. Juanjo sale un poco acelerado y cuando consigo poner en marcha el GPS resulta que no coge señal de satélite. Le digo que volvamos a la oficina, pero no sabemos como hacerlo. Finalmente, salimos a la autovía, y encontramos tras dar muchas vueltas, un letrero que marca la carretera al sur.
Juanjo va agobiado perdido. Yo intento ayudar con el mapa, y encontramos sin mas problemas el camino a Wellington. Pero procuro no decir ni pío porque, cuando Juanjo va así, más vale estar calladito porque todo le fastidia.
En realidad, para llegar al sur no hace falta GPS, solo para las ciudades, y en Picton hay oficina de Jucy, así que podemos decirles que nos lo cambien.
Bueno, la ruta que seguimos va al sur, por Taupo, y después a Wellington. Hemos parado en un supermercado de Taupo para comprar algo para comer ahora. Comemos en una zona de picnic. Por toda la carretera, que está muy bien señalizada, indican con mucho tiempo las zonas de picnic y si tienen baño. También indican las zonas de camping para tiendas de campaña, caravanas autónomas, caravanas como lo que llevamos, que tiene cama, cocina, fregadero y nevera, pero necesitamos retrete. Así que no podemos hacer acampada libre, sino parar de noche en zonas con retrete, al menos.
Vemos, el monte Ruapehu, con forma cónica de volcán y aislado, pero próximo a otras dos montañas cubiertas de nieve, las montañas del Tongariro.
Pasamos por el río Waikatu, y vemos fumarolas saliendo del suelo, en las laderas. Hay muchas plantas geotérmicas. Al principio me preguntaba cómo salía tanto humo blanco de las chimeneas, pero luego me di cuenta de que estábamos en medio de una zona volcánica. Como contraste, he leído que el río es especialmente frío. Hay piscinas termales, con sombrillas, y los letreros señalan los cráteres de la luna y unas cascadas. Espero que podamos ir a la vuelta. Recuerdo que ese parque volcánico me gustó mucho la vez anterior.
El paisaje que vemos hasta ahora son praderas muy verdes y "jugosas" con colinas de contornos suaves, cubiertas de ovejas merinas, unas con flequillo y culos forros, prácticamente redondas,my otras flacas, ya esquiladas. Hay también vacas y vemos unos animales cubiertos de lana, pero con cuellos largos que no tenemos ni idea de qué son. No son llamas, no son guanacos, no son vicuñas, son bastante raros, quizá sean alpacas?. Solemos verlos solos, junto a las casa, y tumbados en la hierba.
Pasamos junto al PN Tongariro, donde vemos las montañas con nieve del Tongariro y el Ruapehu, y cambia el paisaje drásticamente, pasando a ser una estepa con matojos. Es rarísimo el cambio. No hemos subido puertos apreciables.
Después de pasar el contorno del Parque, volvemos a la vegetación. Juanjo va bastante cansado y bajamos en un pueblo a estirar las piernas. Es un pueblo de cazadores, que se llama Hunterville. En la entrada hay un lugar de acampada gratis, junto a un río. Le digo a Juanjo que si esta cansado, nos quedamos allí, que el camino es muy largo y no tenemos obligación de llegar a Wellington hoy, pero solo son las cinco y media y prefiere seguir.
Cuando pensamos en ir buscando sitio para dormir, revisamos el coche, para saber qué contiene, y compramos cosas en un supermercado grande, pensando en la cena y el desayuno de mañana. Luego nos ponemos a buscar campings. Hemos pasado por tantos, que pensamos que no hay problema pero, justo, cuando queremos encontrar uno, no aparece, y se esta haciendo de noche y no sabemos como se monta la cama y demás. Tras dar muchas vueltas, conseguimos llegar a un sitio en Otaki, que se llama Bridge Camp, donde hay sitio para acampar, cocina y duchas. Pero no encontramos a nadie que nos autorice a quedarnos. Unos tipos que estaban en la cocina nos mandan a la casa principal,muero allí no había nadie. Finalmente, llamo a una cabaña que tiene la luz encendida, y un señor llama por teléfono al dueño, que vendrá en unos minutos.
Llega el hombre, muy amable, se presenta y nos enseña donde están los baños, la cocina...la verdad es que estamos muy cansados, por la falta de sueño y Juanjo por la paliza de coche. Hemos hecho la cama como hemos podido y, después de cenar en el comedor, nos fuimos a dormir.
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