22/10/14. SONRÍA. LE ESTAMOS FILMANDO
Ayer no escribí. Estaba muertecita. Mortus´est que non perneam. Pues eso. Por eso habrá una discrepancia entre la fecha de entrada en el blog y la del día. Como el sábado vamos a tener una sesión de bus de aquí te espero, me pondré al día
El título de arriba se debe a un letrero que vimos nada más salir del hotel, tras desayunaco,´pis, caca y ducha.
Estaba a la entrada de un garaje. Luego hemos visto más de ese estilo´con lo que antes se llamaba Mr Smile y ahora Emoticono. Pero nos hizo mucha gracia.
Hemos negociado que vamos a hacer trayectos en trasporte público. Metro (Subte se llama aquí) e incluso bus,´si se tercia, porque todo aquello que está Ahí Detrás, tiene una hora de caminata y no es plan. Y hoy vamos a puntos lejanos....
De momento,´hemos ido andando a la Plaza de Mayo que no está a más de media horita andando desde el hotel.
En dicha Plaza se encuentra también la Catedral, de la que pone la guía que es Barroca y yo la encuentro Neoclásica y aún estoy esperando que alguien me diga qué elemento barroco se encuentra en ella,áparte del retablo,´que podría ser...Vimos en ella la tumba del general San Martín, que es un mausoleo tamaño importante con figurones enormes para el gurruño que debe estar ya hecho, el pobre hombre. Supongo que será de verdad mausoleo y no Cenotafio, porque el menda acabó en Europa en un autoexilio.
En la plaza hay crucecitas y cosas que pensaba yo, ingenuamente, que se debía a elementos relacionados con las Madres y los desaparecidos,´pero qué vaaa. Se trata de homenajes a los caídos en conflicto de las Malvinas, con laudas patrióticas tipo Gibraltá ezpañó, pero en argentino. Ahora bien, le digo a Juanjo que los malvinenses deben tener tantas ganas de ser argentinos como los gibraltareños de ser españoles. O sea, cero pelotero.
Dimos una vuelta a la Casa Rosada -actualmente Casa Cris- que no está mal, tiene dos plantas, lindos balcones, pero la iluminación nocturna le da un poco aire de puticlús. Qué no se me ofendan los argentinos. Pido disculpas, pero la luz nocturna deberían obviarla, dada la color.
Te puedes acercar bastante al palacio, pero tienen la plaza convenientemente a casi del todo vallar, por si un altercado. En ese caso, con mover un panel, quedan alejadas multitudes del centro neurálgico.
Rodean la plaza edificios de distintas épocas de los que hemos hecho una foto como en cascada. De antiguo a moderno.
Hemos cogido el Subte (Oh, sí) hasta la parada más próxima a Recoleta. Parece ser que hay que visitar el cementerio, tema al que yo me opongo, inicialmente, porque yo, los cementerios, ni en foto. Ese e reído, además, lo he montado yo, prácticamente, que no me oriento ni en casa. Ya le he dicho a Juanjo:
Manda güevos que al único sitio que sea capaz de llevarte sin dificultad sea al cementerio.
Entramos, y Juanjo se empeñaba en que me pareciera interesante. Ya le dije:
Mira, a todo monumento, rotonda, o chisme de mal gusto decimos que parece un mausoleo ¿No?. Pues aquí solo hay cosas de esas.
Además, para saber el interés que puedan tener ciertas familias, hay que ser de aquí o estar muy al loro, y no es mi caso.
Me entretuve cantando la canción de Mecano No es serio este cementerio....y los muertos aquí lo pasamos muy bien, entre flooooreees, de coloooores (aquí no hay ni una flor, que lo sepas) y los viernes y tal, si en la fosa no hay plan, nos vestimooooos y salimoooooos para dar una vuelta uuuu, sin pase de la puerta eso sí...
¿Sabéis?. Fosa no hay. Peroooo.....muchos mausoleos tiene la puert entreabierta, asi que lo mismo hay familias sensatas que dejan abierto un resquicio a sus deudos para que se oreen un poco!!
Tras la inolvidable visita, que aligeramos en cuanto tuvimos un par de encontrar cómo salir, nos fuimos al Café La Biela, la versión bonaerense del Gijón madrileño, supongo. A la entrada hay un mesita con dos figuras como tomando café: era la mesa en la que se reunían Borges y Bioy Casares, y yo me he hecho unas fotos sentada entre ambos. Guiri, pero con clase, qué pasa!,
Tomamos un cafelito bien puesto, e hicimos unas fotos, porque el sitio es bonito, y está bien conservado.
Luego tocó la caminata hasta el jardín japonés, pasando por el Parque de las Esculturas, en el que hay una piscina (pileta) con unos chorros de agua que daba gloria verlos, y unos chavales dándose un baño que se te ponían los dientes de excursión.
Pasamos por embajadas, Tiffanys...los escaparates de Tiffanys no dejan de asombrarme por lo sencillo y exquisito. Nunca tienen más de una o dos piezas, nunca exageradas, siempre delicadas y exquisitas: un anillo y un brazalete, un colgante pequeño.....este tenía unas cositas delicadas y divinas.
No tenía yo pensado que fuéramos al Jardín Japonés, por razones que ya se comprenderán, pero es una de las atracciones de la ciudad y es realmente chulo.
Hay, además el consabido estanque, puente, y montecillo, cerezos en flor e, incluso, un rododendro.
Tras la visita, cogimos de nuevo el metro -dios sea loado- y volvimos hacia nuestro barrio, bajándonos en Catedral. Fuimos a comer a La Morada, en la calle Moreno, recomendado por Mónica. Un sitio divertido, donde solo puedes comer empanadas, tartas de carne o verdura, y algún guiso. Juanjo tomó guiso, que andaba con ganas. De maíz, judías, carne, chorizo...bueno pero contundente. Yo tomé empanadas. No me acordaba que la de carne chorrea, y me manché la camiseta recién estrenada.
Fuimos un rato al hotel, a descansar, en teoría, porque yo estuve reservando hotel para el siguiente destino, donde hay pocos y caros.
Luego salimos de nuevo al metro y fuimos hasta Palermo, donde recorrimos sus calles, pegadas de Baeza y terrazas y comercios divertidos.
Volvimos hacia nuestra zona en metro, de nuevo, y fuimos a cenar a otro sitio recomendado por Mònica: El Cuartito. Es una pizzería donde, menos mal que fuimos pronto, porque la cola (fila) de hambrientos sale por la calle.
Está llena de carteles de fútbol. Sin querer, me puse bajo un póster enorme de Maradona, así que han salido unas fotos guay.
Nos metimos dos litros de cerveza entre pecho y espalda. El primer litro te lo bebes en cerocoma. Entre el calorazo y la caminata...
Tomamos unas porciones de pizza con cebolla. La masa es gorda pero muy esponjosa y no son nada pesadas.
Volvimos andando al hotel, pero, troncos, yo estaba, como he dicho, tirando a difunta, y me metí son la piltra sin lavarme ni los piños.
No sé cómo estuvo Juan de Garay para ponerle a esto Buenos Aires. Debió ser por las epidemias que encontró en otros sitios más pallá. Yo le habría puesto QueTeTorras.
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