DÍA 3 . MONTEVIDEO

DÍA 3

20/Oct/2014  MONTEVIDEO

  Creo que el despertador, de momento, no va a cambiar de hora. Desayunamos a las 7, nos encontramos con Amaya y su jefe, y tras breves comentarios fuimos cada uno a su obligación.

Nos acercamos al puerto a ver el tema de los Ferry a Buenos Aires. Tras darnos el paseo hasta allá, resulta que Buquebus es la única compañía que opera en ese muelle y para lo demás hay que ir a Tres Cruces.

Aún así, intentamos preguntar, ya que habíamos ido hasta allá, para que nos dijeran precios y horarios. Pero hasta las 10 no se asoma nadie por allí, excepto las limpiadoras.

Así que cogimos un bus para Tres Cruces y llegamos a la terminal de ayer. Buquebus y otras dos compañías tienen oficinas y nos informaron. Lo que sale mejor de precio es ir en bus hasta Colonia y coger allí el Ferry. El directo vale más de 100 dólares.

Total, que hemos comprado billetes por unos 30 euros, ya que aquí también nos sale descuento por pagar con tarjeta y ser "guiris".

Yo me encuentro un poco floja y con las piernas algo abotargadas. He tomado té verde para desayunar, pero de bolsita. Creo que era Durrell o alguien de su calaña quien decía que el te en bolsitas le recordaba a colgar un ahorcado de la taza. A mi no me gusta, aunque le deje en infusión tapado.

Decido que tengo que tomar un café y, una vez comprados los billetes, nos sentamos a tomar un expresso, para ver si se me pasaba la pájara, mientras colocamos billetes y resguardos en su lugar correspondiente. La terminal tiene en su parte superior un centro comercial como todos, y en ella, como en todos, además de las típicas tiendas, hay las típicas cafeteros, hamburgueserías, etc. Nos sentamos en una pastelería.

Tras el café me siento bastante mejor. Echamos a andar hacia la zona residencial de Artigs, bordeada de casas modernista tipo palacete y arbolada. Ayer me comentó mi amiga Beatriz -la persona más culta que conozco-  que fuéramos al museo de un pintor llamado Barradas. Google nos informa de que sus cuadros están en el Museo de Artes Visuales. Como los museos aquí abren de Lunes a Sábado, no dudamos, aunque, según íbamos llegando, Juanjo intuía que iba a estar cerrado. Así es. Sólo abren de Martes a Viernes. 4 días!,

En fin, bajamos por el parque hacia la costa, y volvimos andando hacia la ciudad vieja por la playa. Un paseo agradable, fresco. Quizás algo más fresco de lo que yo suponía que iba a hacer hoy. Como ayer pasé un pelín de calor, hoy me he puesto algo más fresco y tengo un pelín de frío.

No hay demasiados museos apetecibles. Decidimos ir al Museo Histórico Casa Rivera, porque tiene cachivaches y mobiliario de distintas épocas y está situado en un edificio histórico.

La casa es enorme, con dos patios interiores y dos plantas. Hay muebles isabelinos, Art Decó, y de otros periodos. Cuadros, objetos decorativos, vestidos y complementos (abanicos, peinetas, charreteras). Y una escalera de caracol que parece subir al cielo. Solo hay acceso a dos plantas, pero la escalera sube como si llegara a algún Torreón.

Al guardián del museo, quien nos informa de que el virus del Èbola es un virus de laboratorio,:
- Ustedes, los europeos lo ven de otra manera, pero lo crearon los grandes poderes, igual que el Sida y lo mandaron a los negritos de África. Pero el virus mutó, se les fue de las manos y se propagará. Así es como lo vemos en América.

 Le preguntamos por un sitio donde puedan coserme mi bolsita nicaragüense, que se me está descosiendo por abajo. Nos manda a un zapatero, que también pega la hebra hablando y está casado con una gallega.

La cuestión  es que me repara el bolso y, al vaciarlo para que lo cosa, encuentro metido en una costura un pendiente que había perdido en el avión y que había estado buscando por debajo de los asientos el día del vuelo con linterna como si fuera algo valioso, siendo puro plástico.

Hemos ido a tomar una cerveza Pilsen que anuncian como helada, pero que va....ni de coña. Además se me ha subido y voy dando tumbos.

Hemos ido a comer al Fogón, que según la guía y la gente de nuestro hotel es bueno y tienen un menú de mediodía a buen precio. Es un asador. Hemos tomado asado de novillo y mata bree en leche, que estaba tiernísimo. Un vino muy regular (Cabernet Sauvignon. No me gusta esa uva). Y un flan con dulce de leche....of course!!

Juanjo quería una foto en él edificio de El País, y se la he hecho, para mandar a sus colegas. Luego nos hemos vuelto al hotel a echar una siesta.

Después he bajado al SPA a darme un baño de relax en la piscina, que está apetecible y me ha venido bien, para flotar un rato, nadar un poco y relajar los músculos tras el vuelo y demás.

Luego hemos ido a una farmacia a por Ibuprofeno, porque justo ahora, a Juanjo le esta dando la lata la rodilla con la que tuvo problemas el año pasado y que le molestaba para correr. También es mala pata, jolines!

Sobre Montevideo y el origen de su nombre, en un libro que estoy leyendo sobre Magallanes, se apuntan a la teoría de que, más que provenir de un grito de un vigía (Monte Vídi) procede de los mapas que iban haciendo al costear.: Monte VI (sexto) EO (dirección Este/Oeste) y el razonamiento de Paul Groussac es que si se debiera al grito del vigía, casi todos los puntos se llamarían parecido. Me parece razonable la idea.

Montevideo actualmente es una ciudad muy similar a cualquier otra capital, con buen sistema de transportes, autobuses modernos (en su mayor parte) y frecuentes. Tráfico no demasiado denso, y una parte vieja algo descuidada, especialmente porque gran parte de sus edificios son singulares, muchos eclécticos, algo de modernismo (Palacio Rinaldi y algunos palacetes de la zona que comenté del paseo de la mañana) mucho neoclásico y, aunque algunos se dedican a museos, educación o a oficinas del gobierno, muchos están deteriorados y en venta. Muy representativo es el Palacio Salvo, en la plaza de la Independencia, con una torre muy imaginativa que se ve desde todas partes, ya que no abundan los edificios excesivamente altos. El hotel donde nos alojamos fue un teatro y conserva parte de la decoración original neoclásica en el techo del hall. Ya hablé de la librería-café Puro Verso, con escalera y decoración Art Decó.

El Teatro Solís es otro de los edificios emblemáticos, donde se representa teatro y Ópera.

Por supuesto, hay montones de restaurantes, cervecerías, y comercio de todo tipo. El enclave es majo, bordeada por el Río de la Plata y paisaje verde por el interior. Para llamarse Monte es muy llano.

En general, es una ciudad agradable, pero lo mejor es su gente, amable, educada, nada cargantes, y pendientes de hacer un favor siempre que sea posible. Eso si, con su termo-bajo-sobaco sin dudar. Les gusta el tango y lo bailan por la calle.

Ahora hay elecciones. El 26. Se jubila Pepe Mujica, que ya le vale, a sus ochenta y pico años, con su pelo revuelto, sus jerséis y su casita de donde se niega a moverse. La verdad es que no creo que vuelvan a tener un presidente tan popular a nivel global como ese.